Liam.

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Liam (23 de diciembre, 2003)

—¡Mason, Ed, Ethan!— les llamé— ¡Vamos, o nos quedaremos sin sitio!

Mason refunfuñó en voz baja.— No entiendo por qué tienes tanto entusiasmo...

¡Me encantaba la Navidad! Y que eso se celebrase de tal forma en mi nueva escuela me hacía tan feliz, se lo tomaban muy enserio. Para las actuaciones navideñas habían decorado el salón de actos hasta con máquinas que soltaban espuma simulando a la nieve.

—Es Navidad, chicos... ¡Además, mañana es mi cumpleaños!— sonreí— No tenía pensado celebrarlo pero podemos quedar y jugar con las consolas por la mañana, ya que por la noche estaremos todos ocupados...

A todos les pareció buena la idea, allí sería donde les presentaría a Flo, ya que me dijo que hoy tenía que concentrarse en su actuación... Se lo tomaba todo muy a pecho, qué chico...

Estábamos en el descanso, todos habíamos llevado nuestras chaquetas al patio ya que empezaba a refrescar, dio la casualidad de que los cuatro llevábamos una chaqueta roja. Mientras todos reían por la coincidencia saqué el sándwich que yo mismo me había preparado esta mañana y el último cómic que me faltaba por leer para terminar una saga.

—... ella es tan insoportable, ¿verdad, chicos?— preguntó Ethan.

Fruncí el ceño, ¿de quién estaban parloteando ahora? Mason asentía sin decir nada y Ed tampoco estaba muy conforme con lo que estaban diciendo su hermano Ethan, pero la diferencia entre él y yo es que no me estaba enterando de nada.

—Ella es ella, que no sea como las demás no significa que sea una idiota...—murmuró Ed cabizbajo.

Me crucé de brazos.— ¿De quién estáis hablando, chicos?

—No la conoces, Liam, últimamente está faltando mucho...— dijo Mason.

Volví a poner atención en mi sándwich y mi cómic hasta que volvió a sonar el timbre que daba fin al descanso, no me gustaba mucho la actitud que estaba teniendo Ethan, pero no era momento de pelear.

—¡Hola chicos!— la profe Lisa entró muy enérgica en la clase.

Todos la saludamos y ella empezó a decirnos que a partir de esa hora lo que haríamos sería ayudar con los preparativos. Yo asentí encantado ya que empezaba a sentir lo que llamaban como "espíritu navideño".

—Te veo muy entusiasmado, Liam— se acercó la profesora, yo le sonreí.

—Me encanta la Navidad, ¡además mañana es mi cumpleaños!— exclamé contento.

Ella río el ver lo alegre que me encontraba, este era el efecto que tenía en la familia Brown la navidad ya que mis padres seguramente se encontraban igual de emocionados que yo. Me encargó decorar el escenario, lo malo de todo ello... Que Elisa se ofreció voluntaria para ayudarme.

—¿Te pensaste lo que te dije?— me preguntó con su irritante voz.

Mientras pensaba dónde colocar las guirnaldas, le di conversación, tampoco quería ser un maleducado.— ¿Qué fue lo que me dijiste?

—¡Que si salimos juntos, que si somos novios!— empezó a gritar frustrada.

Me di una palmada en la frente, algo desesperado ya con esta chica.— ¡Pero si no sé ni atarme los cordones! ¿Cómo pretendes que sea tu novio?

—Pues... ¡Podemos aprender juntos, yo tampoco sé, mira!— empezó a desatarse los cordones de sus botas rosas.— ¡Ahora iré todo el día cayéndome y tendrás que salvarme, como los súperheroes esos que te gustan!

Ay no... ¿Pero se podía saben qué le pasaba a esta niña?

—¡Que no quiero ser tu súperheroe, ni tu novio!— le grité enfadado.

La oí murmurar algo antes de irse.— Eres igual de estúpido que ella...

Increíble pero cierto, Elisa había acabado con mi espíritu navideño.

Después de mi grito ella salió enfadada del salón de actos dejándome solo con la decoración (aunque realmente no estuviera haciendo nada), no sé en qué momento había empezado a llorar, pero me limpié un par de lágrimas que caían por mis mejillas y seguí en mi misión de que todo estuviese al gusto de Lisa, la profesora.

Los colores rojos abundaban en la decoración del escenario, además una chica mayor, de los últimos cursos vino a ayudarme para montar el árbol de navidad y el muñeco de nieve de plástico—el cual nos llevó más tiempo de lo que pensábamos, ya que todos los alumnos se encontraban tomando asiento en el salón. Yo fui a los que había reservado para mis amigos y para mí en las primeras filas, los tres me saludaron con una sonrisa.

—Teníamos que hacer dibujos para regalárselos a nuestros compañeros, nosotros te hemos hecho este entre los tres...— Ed me tendió una cartulina y cuando fui a cogerla me la arrebató.— Pero como mañana es tu cumpleaños, te quedas sin ver el dibujo hasta mañana.

Solté una carcajada en la que ellos se unieron, profesores pasaron entregando el programa en el que se encontraban las actuaciones de la fiesta. Yo lo abrí rápidamente y busqué el nombre de Flo, pero...

No había nada.

Quizás de verdad fuese un producto de mi imaginación, quiero decir, a lo mejor me di un golpe con la estantería y soñé que en la habitación de enfrente vivía un buen candidato a convertirse en mi mejor amigo, ¿quién sabe? Mamá siempre dice que soy muy fantástico y papá le contesta que me deje soñar, que en un abrir y cerrar de ojos todo cambiará...

Después de eso empiezan a dar una charla filosófica sobre "hay que educarlo así", "tendríamos que haber hecho esto", ahí es cuando enciendo la tele y veo los dibujos o me voy a mi habitación a leer un cómic, odio las charlas profundas de mamá y papá.

Miré el programa y después al escenario.

No me estaba gustando para nada las actuaciones, excepto una en la que la chica que me había ayudado empezó a tocar Jingle Bells con el violín ¡eso había sido espectacular!

—Ya solo queda una actuación y después la charla del director...— dijo Ethan — ¡Prepárate para ello, Liam!

Según me habían contado estos días, el último día de clase antes de las vacaciones de navidad, el director Foster daba una charla sobre la festividad y como en sus tiempos se celebraba. También llamaba a los niños desagradecidos y acababa todo el claustro de profesores intentando que se callara, era como el señor Scrooge, el director Foster odiaba la navidad.

—¡Queridos alumnos, me temo comunicaros que este año reemplazaremos el discurso por una actuación de última hora!— interrumpió la profesora Lisa.— Dadle un fuerte aplauso a una de mis mejores alumnas... ¡Florence Tremblay!

Una chica con el cabello castaño que le llegaba a la altura de los hombros subió al escenario y por un momento puso su mirada en el público. ¿Acaso me había mirado a mí? Tenía unos ojos que me decían haberla visto antes... Pero no podía ser. Ella no podía ser Flo, llevaba un vestido blanco (el cual era precioso) que la hacía ver como una princesa y aunque no me gustasen las princesas, aquella chica, Florence, era simplemente hermosa.

—No puede ser...— murmuró Mase a mi lado.

Empecé a mirar hacia todos lados confundido, mis compañeros de clase estaban con las bocas abiertas y yo no sabía el porqué. La chica caminó por el escenario y se sentó en el banquete frente al piano, bajó el micrófono y empezó a cantar. Yo cerré los ojos y sonreí... Esa canción...

¡Un momento, esa canción, era la que yo le había ayudado a terminar a Flo!

¿Acaso... Era una chica? ¿Flo era una chica?

...

OH DIOS MÍO, ¡LIAM ERES UN POCO TONTO!¿Qué pasará ahora? :o

nos leemos mañana,

mimi x

FLORENCE -la historia de Flo y LiamМесто, где живут истории. Откройте их для себя