Liam (24 de diciembre de 2003)
—¡Feliz cumpleaños, Liam!— mamá y papá empezaron a dar gritos por mi habitación sobresaltándome, mire al reloj de mi mesilla de noche ¿por qué me habían levantado tan temprano si no había colegio?
Empezaron a cantarme el cumpleaños feliz, y bajamos juntos a desayunar.
—Hoy será una Nochebuena distinta y por ende un cumpleaños distinto —explicó mamá.— Sabes que los abuelos no aguantarían un viaje hasta aquí, así que les hemos enseñado a utilizar Skype.
Sonreí al ver a mis cuatro abuelos sentados en el sofá de mi antigua casa.— ¡Hola pequeño Liam!
Todo estaba siendo tan irreal, los abuelos habían mandado mis regalos por correo para poder recibirlos en el instante y con la videollamada ver ellos mi reacción.
—¡No me lo creo!— me habían regalado un disfraz de Iron Man hecho a mano entre mis dos abuelas.— ¡Ahora vuelvo, voy a probármelo!
Subí las escaleras y me lo puse a toda prisa para bajar y enseñarles como me quedaba.
—¡Es fantástico, muchas gracias!— exclamé muy feliz.— Encima dispara hasta misiles...
Le habían añadido una especie de cañón pequeño que disparaba bolas de canica, empecé a pulsar el botón y por accidente le di al teclado causando que se apagase la webcam aunque la videollamada siguiese.
—¡Frederick, se puede saber a qué le has dado!— empezó a gritarle la abuela materna al abuelo materno.— ¡Ay dios mío, el ordenador se está volviendo loco!
Mamá y papá empezaron a reírse, mis abuelos y la tecnología eran algo incompatibles.
—¡Ahh, quitad eso, espero que a Liam no le haya salido en su pantalla! ¡Cerrad los ojos!— gritó la abuela paterna a lo que mi padre rió a carcajadas.— ¿Se ha quitado ya?
A saber qué les había salido...
Media hora más tarde ya habíamos solucionado los "problemas" que habían tenido los abuelos, y me habían felicitado por mi cumpleaños una vez más.
¡Ya tenía seis años por fin!
Recordé que había quedado con que los chicos viniesen dentro de una hora, así que mi mamá llamó a la mamá de Mason para informarle de que íbamos a celebrar una fiesta de disfraces.
No podía creer lo bien que estaba saliendo todo...
(...)
Me miré en el espejo de mi habitación... Maldita sea, el disfraz me favorecía muchísimo, estaba demasiado guapo, el rojo me sentaba genial.
¡Diablos parecía el mismísimo Tony Stark...!
Pero con seis años, claro. Algo como un mini Tony Stark. Empecé a saltar encima de mi cama y a gritar cosas sin sentido, hasta que me golpeé con el techo. Dolorido me senté en el borde de mi ventana, a mirar el vecindario, para que el frío me diese en las mejillas. Me encantaba hacer eso.
No pude evitar mirar a la habitación de enfrente, en la cual la ventana se encontraba abierta.
—... muchas gracias, papá, pero hoy no tengo ganas de nada...— llegué a escuchar.— ... no, sabes que ya no tengo amigos, todos me odian... Nadie vendría a mi cumpleaños de todas formas...
¡No, Flo, yo no te odio!
Ojalá pudiera haberle gritado eso... Además hoy era su cumpleaños y mañana Navidad, nadie merecía eso... En silencio seguí sentado en la ventana, pensando.
¿Por qué no me acerqué ayer a Florence a decirle lo muy bien que lo había hecho? ¿Había sido porque era una niña...? Nunca he tenido amigas niñas así que a lo mejor tuve miedo y por eso salí corriendo. Tenía que hacer algo al respecto, Liam Stark tenía que ponerse manos a la obra.
—¡No, papá, no llames a Mason, tampoco a Ed! Ellos me ignoran solo porque los demás lo hacen, no tienen culpa, pero...— abrí los ojos al escuchar eso, y las cosas empezaron a cuadrarme.
—... ella es tan insoportable, ¿verdad, chicos?— preguntó Ethan.
Fruncí el ceño, ¿de quién estaban parloteando ahora? Mason asentía sin decir nada y Ed tampoco estaba muy conforme con lo que estaban diciendo su hermano Ethan, pero la diferencia entre él y yo es que no me estaba enterando de nada.
Dios mío...
—Ella es ella, que no sea como las demás no significa que sea una idiota...—murmuró Ed cabizbajo.
Me crucé de brazos.— ¿De quién estáis hablando, chicos?
—No la conoces, Liam, últimamente está faltando mucho...— dijo Mason.
Empecé a escuchar como sollozaba.— Y quiero culpar a Elisa por todo esto, pero la culpa la tengo yo por ser así...
La oí murmurar algo antes de irse.— Eres igual de estúpido que ella...
Sentí muchísima rabia al oír eso último, ella... ¡Ella era genial! ¡Apenas conocía a Flo pero sabía lo mucho que quería a sus amigos! ¡Cuando nos quedamos componiendo me habló de como jugaban a los súperheroes a pesar de que a su amigo lo gustaban! Debí de haberme dado cuenta lo triste que lo estaba contando.
Y en cuanto a Elisa... Tendría que hablar con ella y con la profesora Lisa al volver de las vacaciones, mi... Mi amiga lo estaba pasando mal y intentaba ocultárselo a todos.
Porque apenas conocía a Florence, pero ella era así, ella intentaba que todos se sintieran bien y siempre se olvidaba de ella.
Bajé las escaleras rápidamente y me encontré a mamá cocinando un pastel de chocolate, mi favorito.
—¿Qué te pasa, cariño? Te veo un poco triste...— no pude más y le conté todo a mamá que me escuchó atentamente.
Después llegó papá y se unió a oír todo lo que tenía que contar.— ...estaba algo impactado, vosotros sabéis, nunca he tenido una "amiga" y descubrir que Flo era una chica... Por eso quiero arreglarlo, me siento mal después de haber escuchado todo eso... Yo de verdad quiero que seamos amigos.
Tras toda la historia, mamá me contó que el papá de Florence había estado hablando con ella en la barbacoa, sabía que algo le pasaba a su hija y no tenía ni idea de lo que hacer...
Yo insistí en que tenía un plan y ellos dos estaban totalmente dispuestos a ayudarme.
Tenía que hacer que Florence tuviese el mejor cumpleaños de su vida, y eso era pan comido para Liam Stark, su futuro mejor amigo.
...
¡Holiwis!
He estado toda la tarde editando un vídeo para YouTube y cuando me he dado cuenta ha sido en plan, ¡que tengo que actualizar!
Aquí tenéis el capítulo de hoy.
Adeu.
nos leemos,mimi x
