Florence (10 de mayo, 2010)
Ayer Liam había cerrado la ventana de su habitación y eso me hizo enfadar mucho ya que supuestamente habíamos quedado para ensayar por primera vez como duo. En cierto modo me había decepcionado.
Aun así día anterior pasé un día genial con Ed, incluso me dio ánimos para hoy plantarle cara a Elisa. No iba a ser más la chica que se escondía detrás de sus amigos esperando a que ellos la defendiesen.
—Papá, Liam no ha venido aún...—murmuré extrañada.— A lo mejor enfermó.
Rápidamente nos montamos en el coche y papá me acercó al colegio, el trayecto se pasó ligero a pesar de que estábamos los dos en silencio.
—¡Hey, chicos!— me acerqué a Mase, Ethan y Ed, al parecer Liam no estaba.— ¿Sabéis donde está Liam? No ha venido a mi casa esta mañana, ¿acaso se puso más enfermo de lo que es?
Mason y Ethan rieron y Ed bufó molesto para, a continuación mostrarse más molesto aún.—Teníamos que hacer una exposición y no ha dado señales de vida desde el otro día.
—Tengo un nuevo juego para la PlayStation, tenemos que quedar, eh.— dijo Ethan.
Yo asentí con una sonrisa.— Yo pongo las palomitas.
—Y yo mi presencia, que con eso es suficiente, compañeros.
Rodé los ojos al escuchar el comentario de Mason, soltando una pequeña carcajada. Su humor podía resultarte un poco pesado al principio pero te acostumbras y a veces puede llegar a ser divertido.
—¡Mirad quién viene ahí!— gritó Ethan, abriendo los brazos, mientras Ed me susurraba "no te gires".
Como chica curiosa que me considero, en cuestión de segundos mi cabeza había dado una vuelta de 360 grados. Una vez que la había girado, sentí como la sangre me hervía.
Liam y Elisa estaban tomados de la mano y riendo como si fuesen amigos de toda la vida, él se acercaba a ella y le susurraba cosas en el oído que la hacía reír.
—No me lo puedo creer...— musité con los puños apretados.
Ed permaneció a mi lado y ofreciéndome su mano izquierda, nos dirigimos a clase.
—Menudo espectáculo... ¿Flo, estás bien?
Yo negué con la cabeza mientras hipé, aguantándome las ganas de llorar.
— Cuando te vas a dar cuenta de lo estúpida que eres, sabes que tu "mejor amigo" te abandonará y se vendrá conmigo de un momento a otro.
Recordar eso hizo que mi piel se estremeciera, menos mal que Ed fue rápido y me envolvió en sus brazos, dándome un reconfortante abrazo.
—Es cuestión de días que eso pase, cariño, o te unes a nosotras o ya sabes la vida que te espera...
Me separé de Ed, y le miré fijamente, ¿de verdad me estaba planteando eso, tanto me importaba Liam que iba a sacrificar a los únicos amigos que tenía?
—No dejes que te afecte, no merece la pena —murmuró Ed, el cuál seguía furioso.
Lentamente, me fui acercando para fundirnos en un abrazo, abrazo que sabía a despedida— ya que estaba a punto de cometer algo que cambiaría todo, algo que no podía deshacer.
Aun así no me iba a echar atrás, no iba a dejar que Elisa manipulase a Liam, a él no.
—Flo, eres mucho mejor que eso... Por favor, no caigas —me susurró, consciente de lo que iba a hacer.
Pero ya era demasiado tarde.
(...)
Liam fue el que me sacó de aquel agujero negro en el que me encontraba hace ya unos cuantos de años. Imagina que una mocosa ponga a todos tus compañeros de clase en contra tuya, ¿qué locura verdad? Cuando eres pequeña cosas así hacen que el mundo se te venga a los pies.
¡No poder socializar con nadie!
Eso era el drama más grande que una chica que corta edad puede tener. Que todos se burlasen de ti a tus espaldas puede ser jodido, pero que lo hagan por temor a que digan lo mismo de ellos era incluso peor. Al fin y al cabo la opinión de los demás nos acaba importando más de lo que querríamos.
Miré mi manzana y le di un pequeño mordisco mientras observaba como niños correteaban de un lado hacia otro, como corrillos se formaban jugando a todo tipo de juegos, como cada persona tenía un tema de conversación, como marcaban su propia voz sin tener miedo.
Admiraba eso de las generaciones próximas, cada vez tenían la mente más abierta y disponían de pensamientos más maduros (habiendo siempre unas cuantas— a veces demasiadas—excepciones).
Mi mejor amigo, el loco por los súperheroes al igual que yo, no solía dejarse influenciar. No le importaba el "qué dirán", él simplemente disfrutaba mucho haciendo lo que le gustaba.
Sorprendente, realmente admirable.
Sentía que se lo debía, me sentía muy en deuda con el hijo único de los Brown (los cuales se habían convertido en mi familia, ya que apenas cuento con parientes).
Y para una persona como Liam, alguien como Elisa le cortaría las alas. De tener una amplia gama de grises entre el blanco y el negro— ya que según mi amigo una pregunta podía tener miles de respuestas, pasaría a solo blanco o solo negro (en este caso sería todo rosa fucsia).
Suspiré y deposité el hueso de la manzana en la papelera, la cual estaba rodeada de desperdicios y su interior estaba casi vacío, ¡se podía saber como no acertaban a tirar un mísero papel del bocadillo!
Con las uñas ejerciendo presión en la palma de mi mano (intentaba convencerme de que ese pequeño acto me otorgaba un poco de valor aunque sólo me daba un dolor de mil demonios), la busqué con la mirada.
Efectivamente, había esperado a la hora del recreo y en vez de ir con mis amigos, había decidido ir a hablar con Elisa.
Liam había estado todo el tiempo a su lado, con la rara actitud que tenía el día de hoy. Así que aproveché cuando fue al baño para proponerle la cosa más loca del mundo a su nueva amiga.
Todo por él, no quería que él sufriese.
—Elisa,— dije en voz alta y clara, ganándome una mirada de todas las de su grupo y de ella misma.— Acepto, sólo con una condición... Deja a Liam en paz.
***
Una anécdota graciosa es que me he quedado sin libros para leer y como mi librería favorita no está en mi pueblo no puedo comprar ningún libro (tampoco tengo dinero weeeh xd),
entonces he acabado leyendo un fanfic de estos de smut de 5SOS,
he acabado con un trauma, chiquis.
nos leemos (ojalá que sin ningún otro trauma),mimi x
