Liam.

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Liam (10 de mayo, 2010)

—Papá, hoy vienen a recogerme— le anuncié antes de salir por la puerta.

Él me miró extrañado y a pesar de que ya había salido de mi casa, logré escuchar lo que me preguntó.— ¿Cómo todos los días, no?

No, hoy vendría Elisa y nos iríamos juntos hacia el colegio.

Ayer también habíamos quedado nos lo pasamos genial jugando con Happy (el cual no acababa de congeniar con mi nueva amiga).

—¡Hola Liam!— dijo mientras me daba un abrazo.

Estuve todo el trayecto escuchando la historia de cómo se había equivocado de caja de cereales y había acabado comiendo los que "no le gustaban tanto". Aunque realmente no le estaba escuchando, seguía embobado mirando sus perfectas facciones y lo hermosa que era.

Siempre me quejaba de como los niños tenían novia y de lo estúpidos que eran, y ahora yo me estaba planteando pedirle una cita a Elisa... Ella me atraía supongo.

Nuestras personalidades no son muy afines pero los polos opuestos se atraen ¿no?

Debían ser sus ojos de color avellana lo que hacía que me sintiese así, a lo mejor es una bruja y me está hechizando...

—Tenemos lengua, ¿verdad?— asentí mientras nos adentrábamos en el instituto, con nuestras manos entrelazadas.

Yo reí y hablé sacando la lengua.— Que yo sepa yo tengo una, eh...

Elisa rodó los ojos mientras una carcajada se escapaba de sus labios, y después se acercó a mí.

—¿Quieres ir a saludar a tus amigos?

Me encogí de hombros.

Un momento, ¿por qué me había encogido de hombros? ¡Claro que los quería ver, a todos ellos! Menos a Flo, no pienso perdonar que me dejase tirado el día de la práctica, ¡por su culpa Happy se perdió, también por culpa de Ed!

Con la mirada, disimuladamente, seguí a Ed y a Florence que se alejaban de los otros dos, mi ex-mejor amiga parecía que tenía ganas de llorar, tuve ganas de ir a consolarla pero...

Uno; ya no le iba a hablar nunca más.

Dos; ya tenía... Ya tenía a Ed.

Cómo me dolía pensar eso, que Ed estuviese ahí, que le abrazase cuando estaba mal... ¡Todo eso lo hacía yo meses atrás! ¡No era tan cariñoso, pero sabía que mi presencia la reconfortaba!

Miré a Elisa, ¿estaba seguro de que sentía... sentía esas cosas por ella?

La única vez que había sentido algo así había sido con Anna, pero fue demasiado absurdo ya que meses después se convirtió en una especie de hermana mayor para mí.

Aunque hubo una vez en la que sentí algo raro también...

Una chica con el cabello castaño que le llegaba a la altura de los hombros subió al escenario y por un momento puso su mirada en el público. ¿Acaso me había mirado a mí? Tenía unos ojos que me decían haberla visto antes... Pero no podía ser. Ella no podía ser Flo, llevaba un vestido blanco (el cual era precioso) que la hacía ver como una princesa y aunque no me gustasen las princesas, aquella chica, Florence, era simplemente hermosa.

¡Tuve demasiados sueños con ese vestido blanco!

Reí al recordar aquel día, ¿cómo pude creer que Flo era un chico? Pero segundos después, abrí mis ojos como platos, estaba muy jodido... ¡Muy muy jodido! Era ella...

¡Maldita sea, era ella!

¿Cómo no podía haberme dado cuenta de que quería a Flo más que a una mejor amiga?

Eso conllevaba a estropear nuestra amistad, pero... Sé que ella y yo somos uno para el otro, lo sé desde el día que le vi en el alféizar de la ventana con su figura de Spider-Man.

Solo quería que si Flo no sentía lo mismo, nuestra relación no se fuera al garete, no podría vivir estando tanto tiempo sin ella, este par de días ha sido lo único en lo que pensaba y había estado sustituyéndole por Elisa.

—Elisa...— murmuré.— Necesito ayuda con algo...

Ella me sonrió dulcemente.— Dime, Liam.

—A mí... A mí me gusta Flo.

Al principio frunció el ceño, pero en cuestión de segundos una sonrisa la cuál no sabría describir se posó en sus labios.— Yo te ayudaré, para eso somos amigos ¿no?

(...)

El recreo, ahí era cuando se lo iba a contar.

Mentiría si dijese que no estaba nervioso, mis manos temblaban tanto al abrir mi sándwich de pavo que casi se me cae al suelo y me quedo sin comida.

—No te preocupes, Liam— me sonrió Elisa.— Todo saldrá bien...

Asentí mientras tragaba un poco de saliva. Hoy no había saludado ni a Mase ni a Ethan, mucho menos a Ed... Él quería algo con Flo, estaba más que seguro que no iba simplemente a consolarle.

Con paso, más o menos decidido, me dirijo al cuarto de baño para echarme agua en la cara y así intentar que mis nervios desapareciesen como si de un bigote de zumo se tratase.

—Liam— me giré y vi como Ed entraba en el baño.— ¿Por qué le estás haciendo esto? ¿Qué le estás haciendo a Flo? Ella está destrozada... Primero faltaste a la práctica de vuestra "banda", además...

Fruncí el ceño, ¿qué estaba diciendo?— Yo estuve esperando todo el sábado, pero al parecer estaba muy ocupada abrazándote.

—¿Estás ciego, verdad? Yo seré un mago, pero lamento decirte que tus "poderes de súperheroes" están nublando tu visión.— gruñó furioso.— Mira a tu alrededor, has dejado a tus amigos, a tu mejor amiga por una persona de la que siempre has desconfiado y...

Le interrumpí.— ¡Basta, Ed! Elisa ha cambiado, sé que ha cambiado...

—Elisa no ha cambiado, nunca cambiará —murmuró.— Lo único que quiero que sepas es que Flo daría todo por ti y al parecer tú no haría lo mismo.

¡Claro que haría lo mismo, joder! Haría lo que fuese por ayudarle, por verla sonreír, yo... Yo quería a Florence Tremblay.

—Yo la quiero, Ed... Y se lo pienso decir.

Antes de salir del baño sentí como me miraba con una pizca de ¿decepción, tristeza? No pude identificar bien el sentimiento ya que salí corriendo para buscar a Flo.

Decidido. Se lo iba a decir, ahora mismo.

Me sorprendí al ver que se encontraba hablando amistosamente con Elisa, pero cuando oí de lo que estaban hablando, solo quise correr.

Y lo hice, salí corriendo y me encerré en un cubículo del baño.

Algunas lágrimas salieron, pero sus palabras se grabaron en mi mente.

—Me junté con Liam para recuperarte, Elisa... Siempre quise ser tu amiga.

Elisa le abrazó.— ¡Me alegro mucho! Vaya idiota que es Brown...

Esa conversación hizo que madurase, o probablemente que me cerrase a todos.

Desde aquel día, Liam Brown no ha vuelto a ser el mismo, y me temo decir que Florence Tremblay tampoco.

***

HOY TOCAN DOS CAPÍTULOS, YAYYYY <33

FLORENCE -la historia de Flo y LiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora