Florence (24 de diciembre, 2003)
Abrí los ojos un milisegundo para toparme con las caras de la mamá de Anna, Anna y papá.
—¿Está despierta?— preguntó mi hermana.— ¡Cumpleaaaaños feeeeliz...!
No pude evitar abrir los ojos cuando empezar a literalmente gritarme el "cumpleaños feliz en toda mi cara". Empecé a cantar con ellos y cuando terminaron de entonar la canción me dieron un fuerte abrazo.
—Enana, siento mucho no estar contigo hoy aquí... —dijo Anna un poco triste.— Este año me toca allí y además hoy tengo una cita médica muy importante.
Le interrumpí.— ¡No te preocupes! Sólo piensa hoy en mí, y piensa en que te quiero mucho.
Después nos abrazamos y pude ver como su mamá sonreía. Era una pena que este año no estuviese con nosotros... ¡Pero seguro Santa se las arregla para que las navidades sean geniales!
Bajamos a desayunar donde papá había preparado crêpes para celebrar mi cumpleaños, desayunamos los cuatro y por un momento me sentí muy feliz, quizás demasiado.
—Florence, cariño, tu papá me ha dicho que has actuado frente a toda la escuela, ¡eso es maravilloso!— le di una pequeña sonrisa de lado en respuesta.
La imagen de Liam vino a mi mente, ¿qué le pasaba, por qué huyó? Solté el tenedor y me bajé del taburete para después ir a mi habitación cerrando la puerta suavemente. Me estaba empezando a encontrar mal de nuevo, pero esta vez no tenía nada que ver con el estómago, me senté en la cama y cruzándome de piernas intenté no sollozar.
—Flo, soy papá, voy a abrir ¿vale?— murmuré un "sí" casi inaudible.
Entró en la habitación como si fueran a detonar un explosivo, porque eso era yo cuando me sentía mal, un explosivo de emociones. Se tumbó a mi lado y mostré una pequeña sonrisa al ver que sus piernas sobresalían el colchón, maldito gigante...
—Había pensado en hacer una fiesta, ya sabes...
Negué con la cabeza rápidamente.— ¡No, por favor! Muchas gracias, papá, pero hoy no tengo ganas de nada...
Él frunció el ceño y me agarró de las manos, transmitiéndome un poco de confianza quizás.
—Amor, podemos llamar a Mase, y nos vamos a los recreativ...
Volví a negar y me solté de su agarre.— No, sabes que ya no tengo amigos, todos me odian... Nadie vendría a mi cumpleaños de todas formas...
—Tus amigos no te odian, llamaremos a Ed entonces, sabes lo mucho que le gusta el hockey, hoy hay partido en...
Tragué saliva, ¿qué parte no entendía de que todos me odiaban?
—¡No, papá, no llames a Mason, tampoco a Ed! Ellos me ignoran solo porque los demás lo hacen, no tienen culpa, pero...
Intentó trasmitirme seguridad con sus palabras, pero no lo estaba consiguiendo, estaba entrando en un pequeño ataque de pánico y tenía ni idea de lo que hacer. Miré rápidamente a papá que tenía los ojos brillantes ¿quería llorar?
Mis sollozos se hacían presentes en la habitación.— Y quiero culpar a Elisa por todo esto, pero la culpa la tengo yo por ser así...
—Flo, amor mío... —murmuró papá a quien le caían varias lágrimas por sus mejillas.— No te sientas así, eres mejor que todo eso... Mi niña, no puedes sufrir por eso, ese juego de niños se está pasando de las manos... Créeme todo va a cambiar cuando vuelvas de las vacaciones, he hablado con la profesora Lisa y...
