Capítulo 21.

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POV LAUREN

Es increíble como la vida puede cambiar de un momento a otro, y es aún más increíble que los cambios nos den miedo. Al final de cuentas tener miedo está bien, es normal tener miedo de experimentar un mundo desconocido, de expresar los sentimientos y depositar toda la confianza en un desconocido. Un desconocido que puede hacer lo que quiera contigo porque sin darnos cuenta ahora le pertenecemos a él. Ese desconocido puede cuidarnos y sacarnos sonrisas, aconsejarnos cuando sea necesario y dar su apoyo incondicionalmente. Pero también puede destruirnos cuando quiera.
Es claro que nunca tendremos un hermoso cuento de hadas pero si una historia real. Hasta hace unas semanas yo quería vivir un cuento de hadas, quería un príncipe con el cual poder ser feliz para siempre. Sin embargo, ahora me encuentro girando en el aire a causa de Camila, quien me sujeta fuertemente de la cintura. Y simplemente en este momento nadie importa, ni el príncipe encantador ni el final para siempre, no cuando tengo a quien me hace sonrojar por cualquier tontería, quien voltea mi mundo cuando me regala una sonrisa y tal vez no sea un príncipe encantador, pero es mi felicidad, una felicidad de ojos chocolates y cabellos castaños, una felicidad de sonrisa radiante, una felicidad que tiene un cuerpo de infarto.
En cuanto mis pies tocan el suelo una sonrisa aparece en mis labios, una sonrisa que termina sobre los labios de mi novia. El beso es suave y lento, sus labios sin duda son una adicción en la que caí y no quiero salir. Si pudiera pasarme toda la vida besándola, lo haría, sin duda lo haría.
Empieza a alejarse pero no se lo permito, no quiero dejar de besarla, no lo hago desde que salimos de casa de su madre, lo necesito. Camina hacia atrás para poder separarse, pero la sigo sin despegar nuestros labios, sigo así hasta que cae en la cama, solo así logra separarse. No le dura mucho pues me subo en ella con una pierna a cada lado de su cintura. Noto como su pecho sube y baja con rapidez mientras clava una mirada asombrada ante mi persona.
Los golpes en la puerta me hacen bajarme de su cuerpo, ella suspira, yo aporreo los pies contra el suelo. Nunca puedo tener suficiente de ella.
Mi madre anuncia desde el otro lado de la puerta que la visita ha llegado.
En el camino hacia las escaleras Camila intenta tomar mi mano pero no se lo permito, después de tres intentos se da por vencida.
Mi padre me mira asombrado y su sonrisa es la mía. Después de los saludos cada quien toma su lugar en la mesa.
Mis padres solo hablan de negocios con los señores Haller. Mi vista viaja a Gustavo, quien simplemente juega con su comida sin ser capaz de probar bocado, no me pregunto porque, aunque suene cruel no es algo que me importe.
Lo que me llama la atención es el ceño fruncido de Camila, mira el plato como si este le estuviera resolviendo todas sus dudas. Su mirada se encuentra con la mía y le sonrió. Me esperaba una mirada coqueta o que me sonría de la misma manera, pero solo frunce aún más el ceño.
-¿así son las novias normalmente?-me pregunta. La miro confundida y vuelve a susurrar en mi oreja-. Primero me besaste, luego no querías que te toque y ahora de nuevo me sonríes, ¿eso es normal en las novias?
No sé si reírme o morir de lo tierna que es, mi cerebro elige morirse de la risa, todos los presentes me miran pero yo no aguanto las ganas de reír, el estómago me duele y el aire me falta, pero me es imposible parar.
-¿Qué te causa tanta risa?
Mi padre me mira fijamente aguantándose las ganas de reírse de mí. Que cruel, en vez de que se preocupe por su hija a punto de morir.
Mi madre, al contrario, me mira con los ojos como platos mientras hace muecas con los labios, se lo que esas muecas significan, entiendo un “compórtate”, “cállate”, “tenemos visitas”. Pero sus muecas me valen pues sigo riendo a tal punto de hacer que mi padre ría conmigo.
Clara Morgado es una mujer muy correcta, llena de prejuicios, no le importa nada más que no sea su reputación. La sociedad ante todo. El lógico que en este momento tenga ganas de arrancarse todos los cabellos de la cabeza por el show que estoy dando.
Todo lo contrario a Mike Jauregui, mi padre. A él nunca le importo la sociedad, siempre ha dicho que no necesitamos de ella para ser feliz, no necesitamos su aceptación porque ellos no saben quién somos y por lo que hemos pasado. Nosotros somos los únicos que lo sabemos así que lo único que debería importar es nuestra propia aceptación.
No esperes que alguien te amé si no te amas a ti mismo. No sabes que es respeto si no te respetas a ti mismo. No sabes valorar a la gente de tu alrededor si no valoras a tu persona. Para mi padre el amor propio y el de la familia es el más importante.
Para mí, él es lo más importante.
-el ataque de risa que acaba de tener Lauren, me trajo recuerdos de aquel viaje que hicimos todos juntos, ¿se acuerdan?
Alerta roja, el señor Jauregui comienza a meter temas familiares.
-como no acordarme, allí fue donde encontramos a Lauren cómoda durmiendo entre los brazos de Tavo.
¡Trágame tierra!
Sin duda alguna Tulum, Quintana Roo es una hermoso lugar para pasar una buenas vacaciones en compañía con tus familiares y amigos. Sin duda fueron los mejores días de mi vida, excepto esa noche. Yo había salido con Gustavo por darles gusto a mis padres. Sin embargo, los dos teníamos otros planes, él termino por llevarme a una discoteca, discoteca en la cual me perdí, pues él estaba muy ocupado con sus conquistas como para cuidarme. Un consejo que daría por experiencia propia seria, nunca tomar nada que te de un desconocido en una discoteca. Terminaras despertando sin saber nada en los brazos de un chico del que apenas y sabes su nombre. Gracias al cielo no pasó nada entre nosotros.
-hablando de Gus y Lauren, mi hijo tiene algo muy importante que decir esta noche.
La mirada de todos aterriza en Gustavo, incluso la de mi novia. Él se pone de pie y camina hacia mí, me extiende la mano, la acepto. Nuestras manos quedan entrelazadas y él mira sonriente hacia mis padres. Pero yo no puedo mirar nada que no sean los nudillos blancos de mi novia.
-yo… emmm… bien, señor y señora Jauregui, les recuerdo lo mucho que los estimo pues para mí son como unos segundos padres. Quiero mucho a su hija, sin duda hicieron un gran trabajo con ella pues no he conocido a nadie que se le compare. Gracias a ustedes y a mis padres, ella y yo hemos pasado muchos momentos juntos y al transcurso de eso yo he desarrollado sentimientos hacia su persona. Les solicito su permiso para poder ser el novio de Lauren.
No existo, no estoy, no me busquen que no me van a encontrar, no me veas Camila, no quiero morir. No mamá no le des un abrazo, igual lo voy a rechazar. No me miren, nadie me mire por favor, ¿Por qué no puede comerme un dinosaurio en este momento?
-yo creo que antes deberías preguntarle a mi hija si quiere ser tu novia.
¡Eso papá! ¡Defiende a tu pobre e indefensa hija!
-Mike no seas grosero.
¡Ay mamá, por favor!
-no, él tiene razón-no lo hagas, por favor no lo hagas, mi trasero pagara las consecuencias, ten piedad de mi-. Lauren, no sé cómo expresarme, prácticamente hemos crecido juntos y salido a citas por muchos años, todas y cada una de esas citas me hicieron ver lo mucho que te quiero y que en verdad deseo seas mi hermosa novia. Para mi eres más que perfecta pues estoy seguro jamás conoceré a alguien tan buena y bella como tú. Lauren, ¿quieres ser mi novia?
No me doy cuenta en que momento todo el mundo se puso de mí, no reacciono hasta que siento a Camila tomarme firmemente de la cintura y alejarme de Gustavo.

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Portada hecha por BOSSofMyMIND

"Mommy and Kitten" - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora