Capítulo 32.

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POV LAUREN

Estoy viviendo la peor semana de mi vida, no puedo, simplemente no puedo con Camila paseándose así por toda la escuela. Mucho menos puedo con todo el coraje que tengo, todo por culpa de los malditos calenturientos que no entienden que esa mujer me pertenece. No es mi novia, pero me pertenece.
Camila ha estado acompañando a Dinah para venir por Normani, y no puedo evitar mirarla, no puedo evitar sentirme atraída, es que es tan hermosa. Pero me engaño, me mintió durante toda nuestra relación. No importa que tan atractiva sea, y cuantas duchas frías me tengo que dar cada vez que llegue a casa.
Aún recuerdo la tarde de ayer, yo en mi cama, sudorosa, con la respiración agitada y mis dedos moviéndose en mí, me imagine eran los dedos de Camila, me la imaginaba sobre mí, explorando cada parte de mí, tocándome de esa manera que me hace perder los estribos, haciéndome olvidar la vergüenza, porque en esos momentos son completamente suya, estoy a su merced y puede hacer conmigo lo que quiera. Después de por fin liberarme, esa misma tarde, un par de horas después, recibí un mensaje, "te extraño pequeña", esa misma tarde me quede con unas ganas tremendas de responderle que yo también la extrañaba, "y de qué manera" susurro mi conciencia.
Esa tarde todo estaba en mi contra, mi cuerpo, Camila, mi mente, incluso mi padre que se empeña en recordarme a Camila, pues ese mismo día, en la noche, subió a mi habitación. Dejando mis libros a un lado tome asiento a su lado, el silencio nos había inundado hasta que el decidió hablar.
-hija, aun no has dicho que paso con Camila.
Tal vez debí de haber bajado la mirada al recordar la imagen de ella besando a Alexa, pero solo me sonroje al recordarme a mí, horas antes, tratando de ahogar mis gemidos en la misma cama en la que ahora, nos encontrábamos sentados.
-termine con ella-había respondido, mi padre con el ceño fruncido se puso de pie, camino hacia una de las cajas de mi cómoda y abrió una-. ¿Qué haces?-le pregunte.
-¿por qué le terminaste?-me respondió con otra pregunta, con los ojos entrecerrados, respondí.
-la encontré besándose con otra.
Y aunque pensé que lo diría como si nada, algunas partes no me salían, pues un nudo comenzaba a formarse en mi garganta al recordarlo. Ese beso, me pertenecía a mí.
-¿qué te dijo Camila sobre eso?-me quede callada. ¿Qué le respondía?, "no la deje explicarse porque no la quería cerca y ahora estoy muriendo porque me hace falta tenerla junto a mí, de una manera que estoy segura no te gustara escuchar". No podía decirle eso-. No la escuchaste, ¿cierto?-asentí-. Un día antes del baile, estuve manejando a Camila a mi antojo, ella quería ganarse ese permiso y estoy seguro que no era para que la vieras engañándote. Incluso me dejo algo, que según el plan, ella te lo daría cuando regresen de aquella fiesta y dormirían juntas esa noche. Solo dormir Lauren.
Del cajón en el que hace un momento estuvo revisando, saco una pequeña cajita de terciopelo color negro. ¿Cómo no la vi antes? alto, ¿eso quería decir, que la pequeña cajita le pertenece a Camila?
-papá...
-tal vez no debería dártela yo, pero ya que sacaste a Camila de tu vida creo que necesitabas al menos saber que ella realmente deseaba esa noche-me entrego la caja, aun cerrada, la acaricie, era tan suave y sin duda tan hermosa, jamás imagine que lo llevaba dentro lo sería aún más.
Mi padre salió de mi habitación dejando un dulce beso en mi frente, sin darme cuenta estaba llorando, tenía un regalo de Camila entre mis manos y no sabía si abrirlo o tirarlo por la ventana. Y por alguna razón, yo siempre elegía la segunda opción. Estando apunto de deshacerme de él, me sentí estúpida, nada me costaba mirar lo que se encontraba dentro. La curiosidad me gano, y minutos después, sonreía con lágrimas en mis ojos.
Hoy no puedo evitar dejar de pensar en ella, en su sonrisa, su ceño fruncido, su voz, y sobre todo en sus ojos, me podría perder en aquellos hipnotizantes ojos para siempre, simplemente me encantan, y es que empiezo a dudar que exista algo en ella que no me guste, que no me atraiga, la necesito cerca y me da miedo, me da miedo necesitarla tanto.
Tocando el timbre camine sola hasta la puerta, Normani no me hablaba y Calvin no había asistido hoy. Calvin, tal vez a su lado no lograba olvidar a mi ex novia por completo, pero era una buena compañía, a diferencia de otras personas, él no me juzgaba ni me mira como un pedazo de carne. Es lindo y siempre trata de hacerme reír, además de que es muy atractivo. Sin embargo, aquella mujer de piel morena y ojos profundos, seguía siempre metida en mis pensamientos.
Una vez afuera, divise a aquellas tres mujeres muy sonrientes, y entonces no puedo evitar sentirme estúpida, de nuevo estoy sola, perdí a mi mejor amiga y perdí a mi primer amor. Mi primera novia, mi primer beso, mi primera vez.
-hola-no fue hasta que me hablo que me di cuenta que me he quedado mirándolas, intento alejarme pero su agarre firme a mi brazo no me lo permite-. P-perdón-me suelta-. Yo me preguntaba si, bueno ¿quieres pasar este receso conmigo?
La miro, buscando alguna pizca de broma o burla, pero ella incluso esta sonrojada mientras soba detrás de su nuca. Me da tanta ternura que termino aceptado. Incluso siento a Normani y Dinah mirándonos, cuando las miro, Normani me muestra su puño con el pulgar arriba, y siento como todo mi rostro se vuelve un tomate.
Caminando con ella a mi lado, comienzo a enojarme, odio que la miren como lo hacen, desde hace días tengo ganas de gritarle que deje de utilizar faldas, me encantan pero igual las odio. Y en este momento estoy tan tentada a tocarla.
Una vez sentadas, Camila se me queda viendo, me remuevo incomoda, no debería mirarme tanto, no sabe lo que causa en mí.
-veo que tu padre te lo dio-su mirada se encuentra fija en mi cuello, con una sonrisa en el rostro, tomo la medalla entre mis manos.
-me encanta, es hermosa, gracias-bajo la mirada, no me acordaba que traía aquel collar puesto-. La cajita traía dos, Camila. Supongo que una era para ti.
Estaba por entregársela cuando ella toma mis manos entre las suyas, con su mirada fija en mis ojos, deposita un beso en nuestras manos entrelazadas, mi respiración falla y siento que caeré desmayada en cualquier momento, me encanta cuando es tan jodidamente dulce y tierna, cuando tiene detalles insignificantes para cualquiera, pero que para mí son un peligro, pues mi corazón deja de bombear sangre con normalidad.
-quédate los dos-tiene una sonrisa un tanto forzada, aunque intenta parecer feliz con la idea. Sé que no es eso lo que quiere-. Dale la otra a Calvin, o de quien te enamores, dásela a quien te cuide, te valore, te quiera y te respete. Debes dársela a tu lugar seguro. Yo ya lo hice, se lo entregue a la persona que me hizo sonreír a diarios, a quien me quiso aun sabiendo mi carácter y fue capaz de aguantarme. Se lo entregue a quien ocupa mis pensamientos día y noche, se lo entregue a la persona que logro…-dejo de mirarme a los ojos, su mirada cayó al suelo, mirándolo fijamente, como tratando de analizar sus próximas palabras-. Esto es difícil para mí, una vez que lo diga, una vez que lo sepas, yo seré tan frágil a tu lado, seré tan tuya, esas palabras son la entrada a mi condena, sé que me estoy destruyendo, pero también sé que no me arrepentiré de decirlas, aunque tu decidas estar con alguien más. Yo se lo entregue a la persona que logro enamorarme, porque te amo, Lauren. Te amo, amo tus ojos, tu sonrisa, tus mejillas, tu voz, la manera en la que caminas cuando estas molestas, tus celos, tus labios, incluso amo la forma en la que arrugas la nariz cuando doy un beso en ella, amo tu cintura, tus caderas, tu estatura, tus pestañas, tus orejas, tu cabello, amo tu olor, el color carmesí que adoptas cuando dejo de ser una mierda y te digo lo que realmente pienso de ti. Amo todo de ti, Lauren. Y tal vez me di cuenta muy tarde, y ahora ya hay alguien más en tu vida, pero quiero que sepas que pase lo que pase, cuando te fallen, cuando te mientan, cuando necesites consuelo, un abrazo, palabras de aliento, cuando necesites un sostén, cuando ya no puedas más, aquí estaré. Siempre esperándote, porque no importa el tiempo que pase, la gente que conozcas, nunca nadie, ocupara tu lugar.
~*~

Aquella tarde, la más alta mujer termino llorando entre los brazos de la única persona en quien se podría fijar, le parecía estúpido que la chica de ojos chocolates piense que ahí alguien más, cuando su corazón solo tiene ojos para ella. Luego de separarse, la pelinegra termino con aquel espacio que las separaba, la beso y de nuevo se sintió viva, cada célula de su cuerpo volvía a funcionar, sus lágrimas caían y su respiración se entrecortaba, pero era feliz, cada parte de ella era completamente feliz, sin querer dejar de probar aquellos labios que tanto le encantaban, estiro entre sus dientes el labio inferior de la morena, con un gran sonrojo en sus mejillas debido a lo que estaba haciendo, pero eso no le impidió volver a juntar sus labios, pero esta vez, subiéndose al regazo de su ex novia. No pensaba separarse, hasta que fueron reprendidas y castigadas. El directo llamo a los padres de ambas, pasaron alrededor de cuarenta minutos cuando por la reja pasaron Sinu y Mike, preocupados por cualquier problema en el que se pudieron haber metido sus hijas.
Una vez fuera de la oficina, después de haber escuchado un sermón de lo mal que estaban ese tipo de conductas en la escuela, incluso de que no deberían permitir una relación así, porque las mujeres fueron hechas para los hombres, oficina en la que Mike se había alterado y le había dicho al director que tenía que respetar los gustos de sus alumnas, sobre todo que no era algo que a él tuviera que importarle y que si su hija era feliz con Camila, entonces él la dejaría estar con Camila. Misma oficina en la que Sinu calmo a Mike, y prometió al director que las dos jovencitas no volverían a faltarle el respeto a la escuela.
Al salir, cada uno regaño a su manera a su hija. Mike le dejo a Lauren muy claro la responsabilidad de asistir a la escuela, tenía que estudiar, no andarse besuqueando con su pareja, por más bien que le cayera Camila. Hizo prometer a su hija, jamás se volverían a besar en el instituto.
Por su parte, Sinu, abrazo a su hija y la felicito por el beso con Lauren. No podía regañarla, ella había estado a su lado cada noche, velando por su sueño y prácticamente obligándola a comer. Ella había estado combinándole la ropa, a pesar de que no le gustaba la idea de su hija andando provocativamente, la apoyo, pues esa era la manera de Camila para recuperar a Lauren.
Una vez sus padres se fueron, Lauren entrego el segundo collar a Camila, con sus mejillas sonrojadas y su corazón latiendo a mil, hablo.
-quiero que lo tengas tú, porque tú eres mi lugar seguro, nadie más que tu puede sacarse sonrisas y acelerarme el pulso, solo tú me erizas la piel y solo tu ocupas mis pensamientos de día y de noche. Solo puedo quererte a ti.
Entonces la ojiverde rompió su promesa, pues sus labios volvieron a unirse, aunque esta vez trato de no desesperarse por más. No quería que las volvieran a encontrar en una situación comprometedora.
Sin embargo, no reanudaron su relación, pues Lauren le dijo a Camila que no sería tan fácil. La pequeña por fin le dio la oportunidad a la más baja de explicarse. Así fue como se enteró de que Alexa fue quien trato de besar a Camila, así se enteró que había un hombre en el hospital y la mejilla morada que tenía Alexa hacía ya muchos días atrás, eran a causa de su ex-casi novia. Se enteró de que Alexa quería a Lauren lejos de Camila para que Calvin pudiera conquistarla y así, ella quedarse con la morena.
Entonces se sintió estúpida por no haberla escuchado antes. Aun así necesitaba tiempo, tenía que asimilar la información obtenida y con Camila como novia no podría.
Una vez, la chica de ojos chocolate se dio cuenta que estaba más cerca de recuperar a su pequeña que antes, la arrincono en la pared jugando con su nariz en su cuello.
-te he extrañado tanto-sus manos recorrieron su cintura, sus caderas y quedaron sobre su trasero, con un fuerte apretón la acerco más a su cuerpo, la pelinegra, intimidada e hipnotizada por la actitud repentina de su ex, soltó un jadeo bastante audible-. Muy pronto volverás a gritar mi nombre, te tendré jadeando pidiendo por más, no seré gentil contigo, disfrutare de ti como nunca antes. Hare que no quieras volver a alejarte jamás.
Con un beso hambriento y desesperado por parte de la ojiverde, Camila se alejó caminando hacia su próxima clase, pues ya que la plática con el director les había robado mucho tiempo, estaba segura que llegaría tarde. Por su parte, la pelinegra se quedó arrinconada en la pared, con los ojos cerrados tratando de normalizar su respiración, tratando de no ir corriendo hacia Camila y escaparse de la escuela hacia cualquier otro lugar. Con paso lento se dirigió hacia su salón, estaba incomoda pues, sentía algo pegajoso en cada paso que daba.
Al llegar a su clase, se sorprendió cuando Normani la hablo pidiéndole que se sentara a su lado. Una vez sentada, recibió un abrazo de su mejor amiga.
-yo sabía que eras tan estúpida, te perdono por estar con el estúpido de Calvin. ¿Volviste con Camila?
-no…
-¡estúpida!
Recibió un golpe en su hombro por parte de la mujer sentada a su lado, a veces se preguntaba, ¿Por qué esa idiota es su mejor amiga?

"Mommy and Kitten" - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora