Capítulo 24.

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POV LAUREN

Al despertar prácticamente corro hacia el baño, es tarde y no tengo tiempo de acordarme de todos los detalles de la noche anterior. Me doy el baño más rápido de mi vida pues ya es bastante tarde y tengo que llegar a la escuela.
Una vez en la habitación me doy el tiempo de admirar a mi novia, ahora abrazada a la almohada y sus piernas se enrollan en las sabanas, su espalda esta descubierta y prefiero no seguir bajando pues se me encontrare con un majestuoso trasero y entonces no querré irme.
Me acerco para despedirme, deposito un beso en su mejilla pero no me es suficiente. ¿Sería egoísta despertarla para que me dé un beso? De todas maneras en algún momento va a tener que despertar, aparte no la veré en mucho tiempo y tal vez luego se moleste porque no le avise, o tal vez se moleste por interrumpir sus sueños. ¡Agh! Solo le diré que me voy, me da un beso y luego se vuelve a dormir si quiere, no se puede molestar por eso, supongo.
-Camila-susurro en su oreja mientras muevo levemente su hombro-. Camila-repito y aumento la fuerza con la que muevo su hombro. Esta mujer y su sueño pesado.
-mhmm.
Sus ojos continúan cerrados, pero al menos sé que me está escuchando.
-despierta, ya me voy.
-que bien-murmulla para después taparse todo el cuerpo con las sabanas.
Eso no es lo que yo esperaba.
-¡Camila!, al menos dame un abrazo de despedida o algo.
-ven aquí-extiende sus brazos hacia la nada, sus ojos siguen cerrados por lo cual no se da cuenta. Pasan unos segundos con sus brazos así hasta que abre los ojos, me mira y no puedo evitar reír ante la escena, apenas y abre los ojos porque le lastima la luz de sol, su cabello está totalmente revuelto, es verdaderamente un desastre, pero el desastre que es su cabello es recompensado por su adorable carita, no puedo evitar reír cuando me envuelve entre sus brazos.
-eres un desastre al despertar.
-lo sé, no le digas a nadie-me aprieta contra su cuerpo, aún sigue medio dormida pues sus ojos se han vuelto a cerrar.
-me tengo que ir-trato de separarme pero no me deja, sus brazos siguen envuelto en mi cintura, su respiración choca contra mi cabello, lo único que puedo hacer es mirar el techo, me muevo tratando de sentarme pero Camila sube una de sus piernas sobre las mías.
-quédate-la ignoro y continuo tratando de levantarme pero su cuerpo no me lo permite, su cuerpo y las ganas que tengo de quedarme con ella.
-Camila, se me va a hacer tarde, tengo que ir a la escuela.
-a la mierda la escuela-Camila se subió por completo sobre mí, sus piernas a cada lado de mi cintura y sus manos apretando mis muñecas-. Buenos días, lindura.
Muy bien, no tengo derecho a quejarme, yo la quiero despierta, yo quiero un beso de despedida, ¿Cómo quejarme de un beso de buenos días?
-¡Lauren, apúrate!
Camila se aparta y comienza a caminar por todo el cuarto, yo permanezco acostada mirando el techo. No quiero ir a la escuela, no quiero separarme de ella, no quiero escuchar a Normani juzgándola o contando posibles maneras de como Camila terminara engañándome, no quiero ver a Dinah, no quiero golpearla hoy. Quiero quedarme en esta cama, con mi novia y su cabello desastroso, con sus risas burlonas, con sus besos y su cuerpo recostado a mi lado. Quiero volver a escuchar que me quiere, quiero volver a sentir como mi corazón da un vuelco y la respiración me falla, quiero tener ganas de reír y al mismo tiempo llorar de felicidad. Porque eso fue exactamente lo que sentí ayer cuando me lo dijo. Aun no termino de creérmelo.
-Lauren, ya vamos-mi padre hablo del otro lado de la puerta.
-no iré-inmediatamente la puerta se abre y entra a la habitación. Comienza a tocar mi frente, mis cachetes, pasa su mano por mi cuello, Camila lo mira con el ceño fruncido, estoy segura que está maldiciendo a mi padre internamente-. Me duele el estómago-miento.
-oh-deposita un beso en mi frente-. Entonces yo iré a trabajar, no dudes en llamarme por cualquier cosa que necesites, tu madre se fue desde temprano con la madre de Gus. Ya sabes, están muy emocionadas por su relación. Cuídate mucho princesa, te amo.
-yo igual, papá.
-bien, yo las dejo, estás en tu casa Camila, te agradecería mucho si cuidas de Lauren en lo que llega su madre.
-yo la cuido, no te preocupes, que tengas un buen día, Mike.
Mi padre le da indicaciones a Camila sobre donde ahí pastillas en la casa, el número del doctor familiar, y más métodos caseros por cualquier cosa que me pudiera suceder. No puedo evitar reír, mi padre se mueve dando mil indicaciones mientras Camila solo asiente a todos.
Él finalmente se va y enseguida Camila me mira con una ceja arqueada.
-sabía que terminarías por no irte.
-pude haberme ido.
-eso no es verdad y lo sabes, te quedarías de todas maneras si te lo pido.
-¿Qué te hace creer eso?
-es lógico, eres una gobernada.
Llevo mi mano a su pecho mientras mi boca se abre en una gran “O”, sonríe burlesca, aprovecho cuando se voltea para tirarle una almohada.
Yo no soy una gobernada, yo no hago todo lo que ella dice, soy más rebelde que Bob Esponja, así que se calla. Yo la gobierno a ella. Punto.
Mi celular comienza a sonar, incluso sin mirarlo se de quien se trata, sinceramente no estoy de humor para escuchar sus quejas, estoy muy feliz con mi novia quien ahora finge llorar por el golpe. Pero enseguida comienza a zonas y antes de que logre alcanzarlo, Camila ya lo tiene pegado a su oído.
-su llamada será transferida al buzón, le sugerimos deje de joder y vaya a su clase o llegara tarde. Gracias.
Comienzo a reír, Camila se encuentra de muy buen humor y eso es realmente raro en ella, sobre todo que tenga ese tipo de ocurrencias y que sonría burlescamente. La veo teclear la pantalla del celular y es cuando escucho los gritos de Normani cuando me voy cuenta que le ha puesto altavoz.
-¡la tocas y te mato! ¡Te estoy hablando enserio chuckygirl!
-adviertes demasiado tarde, amiga-me sonrojo cuando Camila me guiña un ojo. Se a qué se refiere y las posibles cosas que pasan en su cabeza en ese momento, siento mis mejillas arder e inmediatamente la cama se vuelve algo mejor que mirar que el rostro de mi novia.
-¡te voy a matar chuckygirl! ¡Te voy a cortar los dedos!
-¡grrr! ¡Se va la, grrr, señal! ¡Adiós, grrr, amiga!
Y colgó.
-anda de un humor-dice cuando deja mi celular en la mesita de noche.
-eres una estúpida-camino hacia ella y rodeo su cuello.
-soy tu estúpida, ahora me aguantas.
Me da tres besos cortos y seguidos, me quejo porque no quiero ese tipo de besos, así no puedo disfrutar completamente de la suavidad de sus labios ni de su sabor. Necesito un beso de verdad.
Las siguientes dos horas, Camila cocino nuevamente para mí, esta vez lo hizo mucho mejor pero igual hizo un desastre, uno que tuvimos que limpiar las dos luego de terminar de desayunar. Aun intento comprender como hace todo un desastre a la hora de cocinar, es como un huracán que destruye todo a su paso. Luego vimos una película en la que yo termine como viuda en velorio y Camila durmiendo. La golpee por eso, no sabe hacer nada más que dormir a todas horas. Y aun me debe que me duele el trasero, maldita.
Camila tuvo que irse en cuanto mi madre llego, pues esta apenas entro comenzó a gritarme para que me cambie y prepare pues saldré con Gustavo. La despedida me gusto, pues acompañe a Camila a la puerta, ella miraba a todas partes por unos segundos para luego tomar mi cintura y darme un beso. Un beso corto que yo hice largo, me encantan sus besos, es lógico que quiero que duren.
Mi “cita” con Gustavo por primera vez no fue un desastre, más bien fue una salida de amigos, fue la primera vez en la que hablamos de nosotros, la primera vez que manteníamos por más de 5 minutos y es que me gusto hablar con él, él solo hablaba de lo maravilloso que es Trevor y yo de lo increíblemente hermosa que es mi novia. Hubo un momento en que lo quise golpear por decir que casi se volvía heterosexual cuando vio a mi novia. El tenedor estaba tan cerca pero no es de buena educación clavárselo a la personas en la mano, así que me aguante. De un momento a otro deje de hablar de mi Camila, él alagaba demasiado su cuerpo, cuerpo que me pertenece y solo yo puedo alagar. Es mi novia, mía.

"Mommy and Kitten" - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora