Capítulo 41.

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POV NARRADOR

- ¿te vas a casar con él? -gruño Rose, levantándose de su silla, causando que esta cayera estrellándose contra el suelo-. ¡mi padre murió hace menos de un año! ¿crees que el va a remplazarlo?

Camila, por el contrario, mantuvo la calma en su asiento, sosteniendo la mano de su novia por debajo de su mesa.

-él es un buen hombre...

-él es una basura-interrumpe la morena-. Es un alcohólico que maltrataba a su ex mujer y a su hija, dejo invalido a su propio hijo, ¿eso considera usted un buen hombre?

Aquel hombre la miraba con odio desde su asiento, Camila siempre metiéndose donde no la llaman.

-yo ya no bebo-se defendió, dejando un beso en la palma de su futura mujer, haciendo enojar a rose y rodar los ojos a Camila-. Y a ti hija, voy a cumplir uno de tus más grandes sueños, nos vamos a mudar a este lugar, podrás ver a Luis a diarios, ¡las veces que quieras! -mira con superioridad a su hija, a quien la idea empieza a agradarle mucho-. Rose estudiara en el mismo colegio que tu...

- ¡¿que?!-grito la pelinegra, ganándose la atención de todos los presentes.

El hombre la mira con una ceja arqueada, aun no lograba comprender que, hacia esa chica sentada en su mesa, compartiendo temas familiares muy privados.

-no estoy de acuerdo con esta mierda-dice la rubia-. No te puedes casar, y no podemos mudarnos, Camila no puede ser mi hermanastra, no puede.

Rose toma asiento, escondiendo el rostro entre sus manos, Camila no podía ser su hermanastra, es raro que las hermanastras salgan, no es normal que las hermanastras se deseen.

La ojimarròn aprieta la mano de su novia, la mira y le dedica una pequeña sonrisa. No le agrada para nada la idea de tener algún tipo de unión familiar con rose, pues la quiere lejos, muy lejos de su vida.

-aceptare tu relación-habla, llamando la atención de su padre-... pero primero quiero que aceptes a mía.

El hombre frunce el ceño, la rubia levanta la vista fijándola en la pelinegra, quien levanta su mano que sostiene la de Lauren.

-padre, te presento a mi novia Lauren.

El hombre golpea la mesa, asustando a la mujer que se encuentra a su lado.

-te dije que no quería una maldita lesbiana en mi familia-gruñe, levantándose y caminando hacia Camila-... pero al parecer tu no entiendes-levanta a la morena del cuello-. ¡pensé que habías cambiado, pensé que lo habías superado!

La rubia se levanta, tratando de defender a Camila, quien termina estampada contra la pared a causa de su padre.

- ¡¿este es el nuevo tú?!-responde desde el suelo, comenzando a levantarse-. ¡¿este es su hombre nuevo?!-ríe mirando a la mujer que permanece en la mesa, mirándola incrédula hacia quien sería su esposo-. Este hijo de puta no ha cambiado nada...

Su rostro se voltea violentamente, su mejilla arde, las lágrimas amenazan con salir, él la ha abofeteado, una vez más, justo como cuando era pequeña, pero no borra aquella sonrisa de su rostro, sabe que le ha demostrado a aquella mujer el terrible error que cometería al casarse con él.

- ¡hijo de...! -la rubia lo empuja, solo logrando que él se voltee, estampando su palma contra su mejilla.

Ella lo mira con odio, apunto de abalanzarse contra él, su madre le ordena que se detenga, pero ella no la escucha, trata de golpear al hombre, pero él es más fuerte y al sostiene del brazo.

-vete a sentar si no quieres meterte en problemas.

-usted no es nadie para ordenarme-escupe, el fuerte agarre del hombre la lastima, trata de zafarse, pero él la lleva hasta su lugar.

-suéltala-el hombre voltea, encontrándose con la mirada de quien sería su mujer, el obedece-. Puedes pudrirte en el infierno-él la toma de los hombros, pidiendo disculpas con la mirada-. Rose recibe tus cosas, nos vamos.

La chica obedece, el hombre trata de disculparse, pero la mujer simplemente lo ignora.

- ¿estás bien? -pregunta la ojimarròn, dirigiéndose a su hermano, quien asiente tratando de limpiarse las lágrimas.

- ¿tu estas bien?

-lo estoy, pequeña-responde a su novia-. Fue como si una pluma me acariciara el rostro-ríe. Su hermano extiendo sus brazos y ella se acurruca entre ellos-. Estoy bien, campeón, él tiene manos de princesa.

El joven ríe, besa la frente de su hermana y acaricia la mejilla afectada.

- ¿quieres salir, campeón? -el asiente frenéticamente, haciendo reír a su hermana, haciendo que le revuelva el cabello-. ¿a dónde quieres ir? ¿quieres ver a mamá?-el asiente, extraña a su madre, tiene tanto tiempo sin verla-. Pues allí iremos, mi niño hermoso.

Deposita un beso en la mejilla de su hermano, para luego tomar la silla de ruedas y empezar a empujarla.

- ¿A dónde vas?-el hombre deja a su mujer a un lado, deteniendo la silla posando la mano sobre las piernas de su hijo.

-vuelvo antes de las once, suerte con eso-responde, refiriéndose a la mujer que, al parecer, ya no piensa contraer matrimonio con aquel hombre.

POV CAMILA

Lauren nos abre la puerta, permitiéndome pasar con mi hermano, quien tiene esa gran sonrisa que nunca me canso de ver.

- ¡el ultimo que llegue al auto es una fea vema, marruga! -grito mientras corro hacia el auto, llevando conmigo a mi hermano.

- ¡eso es trampa!-responde mi novia quien viene corriendo detrás de nosotros.

Llego a la "meta" y choco las palmas con mi hermana, quien se ríe al ver a una cansada Lauren llegar hacia nosotros.

-eres una...

-aww, mi pobre fea verrugita se cansó.

Me mira con los ojos entrecerrados, yo solo sonrió con inocencia.

Me ayuda a subir a mi hermano al auto, mientras termino de acomodarlo, ella mete la silla de ruedas a la cajuela. Cierro la puerta y abro la trasera para mi novia.

-a veces te odio-me dice en broma.

-mentira, tú mueres por mí en todo momento-respondo mientras doy un toquecito a su nariz.

Ella sonríe y sube al auto. Vaya, ya me estaba cansando de sujetar la puerta.

-*-

Mi madre recibió a mi hermano con una gran sonrisa, lo abrazo y lo lleno de besos, supongo que lo extrañaba, luego se puso a llorar, lloro y lloro como viuda en velorio.

El termino dormido y prometió llevarlo ella con mi padre, solo espero que cumpla o tendré un gran problema.

- ¿Dónde voy a dormir?-pregunta mi novia, quien ya se ha puesto la pijama.

-conmigo en mi cama, ¿dónde más?

Me arrodillo al borde de la cama, me encuentro solo en bragas con una pequeña blusa, así que no me sorprendo cuando se me queda viendo.

- ¿no te vas a cambiar o algo?

- ¿para qué? Si ya vi que te gusta como estoy-se ruboriza y mira hacia otra parte. Sonrió-. Ven aquí.

Obedece, la tomó de la cintura, pone sus manos en mis hombros, las tomo y las posiciono sobre mis pechos.

-soy tuya, puedes hacer conmigo lo que quieras. 

"Mommy and Kitten" - CamrenWhere stories live. Discover now