Rude (punk h.s)

XIII. Idiot.

Capítulo 13.

So I was an idiot
I was a goddamn idiot

Because I came here so violent
Because I came around here so violent

I said yes I was an idiot
I was a goddamn idiot

Because I made you think for it
Because I came round here to think for it

And sing it

Coldplay - Idiot.

Me duele la puta cabeza tremendamente, tengo un calor horrible y por si fuera poco tengo un koala de setenta kilos abrazado a mi.

Ah no, que es Harry.

Trato de zafarme de su agarre, pero el muy hijo de puta me tiene atrapada y me está estrujando contra el asiento del coche.

-Harry.- me quejo contra el cuero del asiento.

Se limita a gruñir y bajar las manos a mi trasero, donde aprieta.

-¡Gilipollas!¡Estás despierto!

Pataleo durante unos instantes hasta que escucho su ronca risa de fondo.

-Buenos días a ti también pelirrosa.

-¿Pelirrosa?

Se revuelve incómodo y se lleva una mano a la cabeza.

-Cállate, ¿quieres?

Bufo y me incorporo. Mala idea. La bilis me empieza a subir por la garganta y tengo el tiempo justo de salir del coche a trompicones y arrodillarme sobre el suelo antes de empezar a vomitar. Justo cuando creo que ya he terminado de vomitar, una segunda oleada de mareo y arcadas me agitan violentamente, haciendo que me lagrimeen los ojos y tosa descontroladamente. Soy vagamente inconsciente de que alguien se ha tomado la molestia de recogerme el pelo hacia atrás.

Cuando dejo de echarlo todo, me quedo temblorosa y con mal cuerpo, y dos brazos fuertes me ayudan a levantarme.

-Ven, te daré algo para comer.

Reconozco la voz de Harry y dejo que me siente en la parte trasera de su coche, mientras escucho el crujido de unas bolsas y un envoltorio rasgándose.

-Toma.

Me tiende una palmera, de chocolate al parecer.

-¿De dónde te la has sacado?- pregunto mientras le doy el primer mordisco.

Se sienta al lado mío y se enciende un cigarro, inhala y después de unos segundos deja que el humo salga por sus orificios nasales. Se encoge de hombros y me mira.

-Deberías saber que hay que venir preparado para todo.

Le doy un segundo mordisco a la palmera y me empiezo a sentir mejor. El mareo comienza a remitir y empiezo a sentir hambre.

-Gracias.- consigo susurrar.

Se dedica a asentir en mi dirección mientras se concentra en el cigarro. Cuando lo termina, apaga lo restante aplastándolo con la punta de su bota y me mira.

-Esta noche peleo.

Me encojo de hombros

-¿Y?

Me mira durante unos largos instantes y después levanta los pies, colocando las rodillas a la altura de su barbilla.

-Era por si quieres ir a verme... Quiero decir, a ver la pelea en si, ¿sabes?

Me río interiormente y asiento.