Capítulo 1

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El resonar de la voz de mi amiga perforó el velo del silencio como un estallido ensordecedor.

"Esperanza, despierta. Por favor, levántate; no me hagas intervenir," suplicaba la voz de mi mejor amiga, resonando desde las profundidades de mi conciencia.

"Aquí no podemos ser presa de la indecisión; nuestra supervivencia está en juego," su tono era cada vez más urgente y claro.

"¿Qué ha ocurrido, Barbará?" pregunté con voz entrecortada, mis ojos tratando en vano de penetrar el espeso manto de humo que lo invadía todo, mientras el abrazador calor erizaba mi piel con su intensidad.

"Es posible que haya sido un artefacto explosivo. No tengo certeza," ella respondió, su voz temblaba ligeramente, reflejo de nuestra precaria situación.

-Esperanza, ¿estás bien?- La voz provenía de mi derecha, desconocida, pero impregnada de preocupación genuina.

-¡Aquí, estoy aquí!- respondí con desesperación, incapaz de ver la fuente de esa voz salvadora.

-¿Dónde exactamente? Continúa hablando. Te localizaré- prometió el hombre, con un dejo de alarma que no pudo ocultar.

Intenté erguirme con cuidado, pero un dolor agudo se extendió desde el hombro hasta la palma de mi mano derecha. Al inspeccionar con mis dedos descubrí con horror que la sangre escapaba de un corte. Intentando ignorar el dolor, di un paso y tropecé, llegando a caer de nuevo al suelo. Una figura yacía cerca, un buscador aparentemente inconsciente con un golpe visible en la cabeza. Verifiqué su pulso –débil, pero presente.

Con esfuerzo, apoyé el peso del buscador herido en mis hombros y empecé a arrastrarnos hacia lo que creía era la salida. El humo opresivo se resistía a cada intento mío por respirar. Logré alcanzar una puerta y con la intención de abrirla, una advertencia de Barbará se entrometió, su sensatez brillando a través del caos.

"No lo hagas. Puede que al otro lado encuentres un infierno," me aconsejó

"Entonces, ¿Cuál es el siguiente paso? Si nos quedamos aquí, nuestra suerte se extinguirá junto con nuestras vidas," repliqué, dejando que la ansiedad tintara mis palabras.

La voz del hombre se acercaba tras cada llamado, cada vez más cerca.

-¡Aquí! ¡Vengan rápido, por favor!- Cada palabra era un alarido, pero solo Barbará era capaz de discernir la urgencia en mi tono.

"Resiste. No caigas en el letargo. Es nuestro fin si lo haces," me amonestó Barbará. Pero el agotamiento, el mareo, y la confusión se adueñaban de mí, empujándome al borde de la inconsciencia. Mi debilitada voluntad optó por recostarse contra la pared, deslizándome al suelo en entrega a un destino que parecía inevitable.

Mis párpados cayeron con pesar, permitiendo que Barbará tomara control. A lo que me refugié en un rincón remoto de mi mente – un lugar que apodamos "la habitación" – mi compañera nos puso en pie. Cuidadosamente pero con determinación, arrastró al buscador lesionado por un angosto pasillo, siempre al abrigo del muro.

"¿Qué es lo que pretendes, Barbará? Este no es momento para actuar precipitadamente," le advertí al presenciar su avance en una dirección desconocida.

"Sobreviviremos. No hay otra opción," fue su escueta respuesta, empujando una puerta al final del pasillo. La atmósfera cambió; menos humo, más frescura al otro lado. Con un empujón firmado por la adrenalina del momento, abrió otra puerta y así, inesperadamente, hicimos nuestra salida por la parte trasera del edificio. Dejamos al hombre en el piso y Barbará me devolvió el control al divisar a dos buscadores aproximándose.

-¿Cómo te sientes?- inquirió una compañera, una buscadora de llamada Marianela con cabellos como llamas danzantes.

-Sobrevivo, pero él necesita ayuda urgente- articulé con dificultad, señalando al hombre herido.

Mientras ella me ayudaba a levantar y llamaba a otros dos buscadores, expliqué: -No estoy segura, la fortuna nos favoreció, pero hay más almas atrapadas allá adentro.

Tan pronto como terminé la frase, una nueva explosión sacudió el suelo y con un crujido ominoso, el edificio se vino abajo como castillo de naipes arrasado por un viento siniestro.

Un Alma Especial (basado en The Host)Where stories live. Discover now