Un Alma Especial (basado en The Host)

Capítulo 6

Con emoción, Barbará exclama, "¡Esa no es Wanderer!", al ver a una chica que se asemeja casi totalmente a Wanderer, excepto por los visibles golpes en su rostro. La chica desciende de un auto y se dirige hacia la clínica.

"Creo que tienes razón. Debemos acercarnos para confirmarlo", le respondo mientras atravesamos rápidamente la calle en dirección a la clínica.

"No, espera. Si nos descubre, no podremos descubrir de dónde viene", me detiene Barbará súbitamente, casi haciéndome perder el equilibrio en la acera.

"Entonces, ¿qué propones que hagamos?", pregunto mientras intento recuperarme del susto.

"No sé, pensemos. Tal vez podamos revisar el auto y descubrir dónde se está hospedando", sugiere Barbará mientras me suelta.

Camino hacia el auto, pero antes de acercarme, me detengo para observar la clínica. Veo a Wanderer conversando con una sanadora, mostrándole su brazo ensangrentado. Esto me hace pensar que ha tenido un accidente grave. comento preocupada, "Se ha lastimado, debe haber algo más que un simple accidente".

"Voy a conseguir un vehículo para seguir sus pasos", anuncio antes de salir corriendo hacia el norte, donde recuerdo haber visto un estacionamiento con una amplia variedad de autos y motocicletas.

"Exactamente lo que tenía en mente", dice Barbará mientras ríe, comprendiendo mi plan.

Llego al estacionamiento y noto que hay pocos autos disponibles. Necesito algo discreto y ágil, que no llame mucho la atención. Al fondo, detrás de una camioneta, diviso una moto con cuatro ruedas. Me acerco y veo que las llaves están puestas. La enciendo y, en ese momento, un hombre mayor se acerca y me pregunta, — Disculpe, ¿qué está haciendo?—  mientras me apunta con una linterna.

"Tranquila, lo solucionaré", respondo a Barbará, aunque un poco nerviosa por su sugerencia de golpearlo.

— Buenas noches, ¿Cómo está usted? Soy la buscadora Esperanza, ¿me recuerda?— , le digo al hombre con una sonrisa.

— Oh, sí, buscadora. Disculpe, no la reconocí fuera de su uniforme— me responde amablemente mientras baja la linterna.

— Entiendo. Necesito este vehículo ahora mismo, ¿le importaría si me lo llevo?— , le pregunto mientras me subo nuevamente a la moto.

— No hay problema, al contrario, tómelo— , contesta cortésmente.

"Eso es lo que te decía. Mi forma es mucho mejor que lo que estabas pensando", le digo con alegría a Barbará, complacida de haber encontrado una solución más sutil y eficiente que la propuesta inicial.

Saco la moto del estacionamiento y me dirijo rápidamente hacia la clínica. Al llegar a una esquina cercana, decido apagar la moto, ya que Wanderer aún no ha salido de la clínica. Bajo de la moto y me acerco mientras Barbará pregunta, "Ahora, ¿qué haremos? ¿Podemos simplemente seguirlos sin más?"

"No pensaba simplemente seguirlos. Además, no sabemos cuánto tiempo ha estado viajando ni si está acompañada por humanos. Necesitamos un plan", le respondo mientras camino hacia la clínica.

"Esperemos a que salga y le coloco un rastreador de almas", sugiero de repente. Barbará me observa con confusión.

"¿Un rastreador de almas? Eso acaba de salir de la nada", comenta incrédula.

"El nombre puede ser nuevo, pero no la tecnología. Ven, déjame mostrarte cómo funciona", le digo mientras muestro un dispositivo similar a una pequeña esfera luminosa que utilizaba en mi antiguo planeta de origen.

Me enfoco en mi mano derecha y logro crear una esfera de luz brillante. Al abrir la mano, emite un resplandor intenso. Cierro el puño y me acerco lo suficiente a la clínica, esperando pacientemente a que Wanderer salga para poner en marcha nuestro plan.

"¿Qué exactamente es eso?", pregunta Barbará con una expresión de sorpresa y curiosidad al ver la esfera.

"Lo descubrirás muy pronto, solo espera un momento", le respondo enigmáticamente, aprovechando la salida de Wanderer de la clínica para acercarme a ella.