Disyunción I

3.8K 471 431
                                    

Lance apartó la mirada de Keith nervioso y retrocedió un poco. Se mordió el labio. No podía creer que hubiera pasado aquello justo cuando habían avanzado tanto. Sintió impotencia y rabia.

Keith buscó su camiseta y se cubrió rápidamente cargado de vergüenza. Había sido sin querer, él de veras quería hacerlo con Lance. ¿Por qué Lotor tenía que seguir torturándolo ahora que ya se había librado de él? Justo cuando estaban a punto...

-Lance... yo...

-Voy a la ducha.-se levantó sin mirar a Keith y se metió al baño.

El pelinegro rompió a llorar silenciosamente. La había cagado pero bien. Se arrepentía tanto de haber hecho aquello...

-Mierda...-susurró frontándose los ojos con las manos. - Joder...

Había sido un iluso al creer que podría avanzar sin ningún problema. Lotor tenía razón, en todo. No podía darle a su pareja una relación normal.

Después de que Lance hubiera hecho aquello por él, llevándolo al clímax y al orgasmo como nunca antes había llegado, lo había dejado a medias de forma brusca y sin explicación. No era justo para Lance.

Lo peor de todo era que no sabía que hacer. Se sentía tan mal que quería irse y desparecer de allí. ¿Pero a dónde iba? Ya no tenía aquel viejo piso.

Buscó su ropa y se vistió. Oía la ducha en el cuarto de baño. ¿Debía esperarlo para hablar? Tenía que disculparse...

A Lance se le había quedado un muy mal sabor de boca con eso. Sabía que no estaba listo. Debió haber parado antes, algo así no se supera tan fácilmente. Era tal su malestar que ni siquiera se terminó la paja en la ducha. No tenía ganas.

Al salir de la ducha no vio a Keith en el salón. Se asomó al dormitorio y ahí estaba, fingiendo estar dormido, seguro. No quiso molestarlo, así que se fue al salón. La situación aun era complicada.

Keith miró el reloj impaciente. Lance no iba al cuarto. Se giró en la cama para espiar a su novio. Parecía estar haciendo algo con las manos, frente al televisor. ¿Por qué no iba a la cama? ¿Acaso no dormirían juntos? Ojala poder volver atrás en el tiempo y haberse contenido.

Agarró la sábana en su puño y cerró los ojos dejando escapar una lágrima.

-¿Estas dormido?-oyó entre sueños. Keith abrió los ojos y se encontró a Lance a su lado, en la cama. Miró el reloj. Era muy tarde, en algún momento se había dejado llevar por el cansancio. -Siento despertarte...

-No... no pasa nada...-esquivó su rostro mirando hacia abajo.

-Oye... sobre lo de antes...-se rascó el brazo nervioso.

-No digas nada... por favor...-suplicó Keith cerrando los ojos.- Lo siento. Lo siento mucho. No debí...

Lance no lo dejó terminar. Se inclinó sobre él y lo tomó con cuidado de la nuca para besarlo. Keith se dejó llevar por esos labios a otro mundo.

-Calla... no es tu culpa. -le acarició la mejilla y volvió a besarlo. Keith se agarró a su camiseta y tembló un poco al notar esos labios de nuevo.

-Si lo es... -susurró separando sus labios un segundo. Pero Lance lo volvió a callar dándole otro beso. No se resistió más.

Siguieron dándose besos lentos y románticos. Los dos lo necesitaban. Eran caricias que curaban cualquier mal. Keith se perdió en esos labios.

-Lance...-otro beso le negó el habla. Adoraba que lo callase así.

-No pasa nada...-susurró acariciándolo en la oscuridad. - no importa...- tomó su rostro entre las manos.- shhh... -limpió esas pequeñas lágrimas que le habían hecho enrojecer las mejillas. - Mira. -encendió la luz de la mesilla y le colocó en las manos dos pulseras.

La Floristería [Klance]Onde histórias criam vida. Descubra agora