Descanso

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Aquella voz que escuchó era demasiada apagada y decaída para ser la de su amigo, pero, efectivamente, era la de Prompto. Fueron sus últimas palabras antes de desplomarse y caer inmóvil contra el duro suelo. Su linterna se encontraba debajo suyo, por lo que, al caer, la linterna fue tapada por su débil cuerpo.

Noctis se sobresaltó y corrió en su ayuda pensando que le habrá ocurrido.

- ¡Prompto! ¿Puedes levantarte? - Pronunciaba sus palabras nervioso mientras sentaba al rubio y lo sostenía. Verdaderamente, estaba demasiado débil. Lo que Noctis no sabía, era que su amigo estaba muy adolorido para continuar.

- Perdón...- Pidió disculpas por su avergonzada acción. Un pequeño rubor de vergüenza apareció. Él había quedado como un debilucho por no poder soportar su cansancio y dolor mezclados. - Ahora mismo me levanto...- Intentó levantarse, pero su fuerza y equilibrio le fallaban. Noctis estaba preocupado y, a pesar de que haya escasa luz, su mirada de intranquilidad persistía.

- Prompto, detente. - Dijo el Entronado pero el rubio no le hizo caso. Volvió a intentar levantarse, pero volvió a ocurrir lo mismo. Un gruñido de frustración salió de su boca sabiendo que estaba retrasando (aunque sea 1 minuto) su búsqueda de salida. Intentó una vez más, pero volvió a caer más fuerte. - Basta! - Alzó la voz Noc llamando por fin la atención del rubio. - Busquemos un lugar donde descansar. Sube a mi espalda, yo te cargo. - Noctis aún estaba adolorido del golpe, pero la mayoría del dolor había desaparecido. Él sabía que su velocidad de recuperación era más rápida que la de sus amigos, pero eso no quitaba importancia al cansancio fuera de batalla. Prompto finalmente asintió con el rostro y con culpa.

- Gracias - Susurró dándole la linterna a Noctis. Con ayuda de Noctis, pudo pararse un ratito el cual fue suficiente para poder subirse en la espalda de éste. Sentir la respiración de Noctis y su aroma muy cerca suyo lo relajaba. Su rostro tocaba los cabellos negros de su amigo, los cuales eran un poco duros debido al gel que usaban.

Noctis cargó a Prompto mientras continuaban con su búsqueda de la salida. Caminaron en silencio y suponía que Prompto se dormía debido a que no abría la boca siquiera para hacer una broma. Esto hacía que el recorrido se haga más serio y ausente. Quería escuchar reír a Prompto, pero este, a su parecer, estaba cansado. Solo podía escuchar su relajada respiración. Caminó cuesta abajo lo cual hizo que transpirara más de lo normal y que sea cuidadoso con cada paso. Era peligroso para ambos.

Cuando esa cuesta terminó, continuó por un camino el cual era una curva. Finalmente, al doblarla, pudo ver lo que se encontraba pasándola. Era una especie de un refugio muy pequeño en medio del camino. Las paredes brillaban con la luz de la linterna y mostraban un azul oscuro como su color natural. Se podía ignorar y seguir derecho para salir del refugio y continuar, pero eso obviamente no sería conveniente en este momento. Había picos, un corredor a su derecha y muchos planos. También, pequeñas rocas cristalinas se encontraban en unos escritorios las cuales parecían ser que habían sido estudiadas. Una linterna vieja se encontraba colgando lo cual daba una vista tétrica al lugar. Un poco de leña se encontraba en una esquina, parecía ser que alguien estaba guardándola.

Noctis quería inspeccionar mejor el lugar, pero sabía que su amigo no se encontraba en condiciones. Aguantó su curiosidad. Decidió ir por el corredor cuyas paredes eran del mismo material de las paredes azules y su ubicación era justo en medio de ese refugio. En el corredor, había dos misteriosas puertas: Una a la izquierda y la otra a la derecha. Decidió ir por la derecha primero. Intentó ver si estaba forjada pero no tenía señales de estar trabada. Prendió su linterna al notar que dentro no había iluminación para poder ver mejor. Su rechinido al ser abierta retumbó en el lugar. Adentro había una cama marinera la cual no tenía buenos signos. Había un cuchillo clavado y manchas de un líquido oscuro desparramado por la cama, pared y suelo. Pareciera que habían asesinado a alguien allí. Noctis con cuidado entró y vio como estaba todo desordenado. Platos rotos, muebles partidos e incluso botellas de agua y comida revueltas.

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora