Encuentro

925 104 10
                                    

Noctis siguió corriendo sin poder ver atrás. Si miraba las rocas que caían, iba a morir y ahora más que nunca quería evitar eso. Continuó corriendo hasta que las rocas dejaron de caer a los minutos. Justo a tiempo para que pueda recuperar el aliento. Su estómago dolía al igual que sus piernas con la diferencia de que estas temblaban. Se quedó unos segundos pensando en lo que ocurrió. La imagen de Prompto sonriéndole regresó como una bofetada. Miró el camino lleno de rocas. Prompto no podría cruzarlo. Estaba atrapado luchando él solo con el Gusano y utilizó su última poción para despabilarlo y que él pueda correr para escapar mientras entretenía a la bestia.

- ¿Por qué? - Se preguntó sabiendo que nadie iba a responder. - ¿Por qué hiciste eso? - Volvió a preguntar con lágrimas cayendo de su sucia mejilla. Se sentó despacio en el suelo mientras se mordía el labio inferior. - Prompto...- Lo nombró mientras más lagrimas caían y él no podía detenerlas. Se las limpiaba una y otra vez, pero volvían a salir mientras pequeños sollozos se escapaban. No quería pensar en que Prompto moriría allí. El aún tenía muchos sueños y dejó todo para ayudarlo. Prefirió salvarlo antes que salvarse. No quería que sus sueños mueran en vano. No, él no quería que él muera. Se justificaba que Prompto es fuerte, que él puede vencer al gusano y escapar de allí. Pero Noctis tendría que ayudarlo. Era lo mínimo que podía hacer. - T-Tengo que ayudarte. - Se limpió las últimas lágrimas y continuó más decidido que nunca en salir de esa cueva. - ¡GLADIO! ¡IGNIS! ¡ALGUIEN! - Gritaba Noctis corriendo por la ansiedad con esperanza que alguien responda. Sus piernas estaban matándolo, pero le importaba. Quería salir de allí lo más rápido posible. Quería encontrar ayuda lo más rápido posible. En pleno acto de desesperación, comenzó a lanzar su espada utilizando Lux así se apuraba a llegar a una salida. Cuando su magia se agotó, siguió corriendo y gritando los nombres de sus compañeros. A la distancia, vio una pequeña luz. Pestañeo varias veces pensando en si no lo había imaginado. - ¿Podrá ser...? - Se dirigió a donde estaba esa pequeña luz proveniente de la parte superior. Él se quedó debajo de la pequeña luz sintiendo su calor. Sin dudarlo, sacó su artefacto y disparó adonde se encontraba la luz. Algunas rocas cayeron haciendo que la luz aumente su tamaño. Con Lux, lanzó su espada fuera de la cueva, saliendo este de allí. Se sentó y dio un gran suspiro.

Sintió el hermoso calor del sol y sus ojos no podían ver debido a lo radiante que estaba el exterior. A lo lejos, divisaba unas dos figuras negras que se mezclaban con el horizonte.

- ¡Noc! - Gritaba esa sombra con una voz conocida. Se iban acercando a una gran velocidad. Hasta que finalmente llegaron. Aun así, no podía divisarlas bien. Sus ojos se habían acostumbrado mucho tiempo a la oscuridad.

- ¿Gladio? ¿Ignis? - Preguntó agotado. La adrenalina que lo había impulsado minutos atrás había desaparecido cobrando factura sobre su cuerpo.

- ¡Noc! ¿Dónde está Prompto? - Preguntó Ignis sacudiendo a Noctis antes de que este pierda la consciencia.

- Allí - El príncipe señalo por donde él anteriormente había salido. - Está atrapado...- Contestó mientras sus ojos poco a poco se iban cerrando. - Por favor Iggy, ayúdalo. - Terminó diciendo antes de caer rendido y perder la consciencia.

Siempre a tu ladoWhere stories live. Discover now