Estaré aquí, contigo.

cumpleaños movidito

(Robin)

-pero que pasa? Porque gritas?-dije alterado y asustado.

-Necesito un poco de alcohol-dijo en un susurro levantándose.

-Tiene alergia a la cebolla-dijo la otra chica

-El alcohol está ahí dentro- la agarré de mano la metí en el cuarto del personal y dejando a la otra chica fuera ya que es un sitio restringido. Esto es una emergencia.

Le pasé el alcohol y se lo pasó por la garganta, poco a poco fue recuperando su tono blanco de piel.

-si eres alérgica a la cebolla porque coges una pizza con cebolla?-dije curioso.

-Poca no me hace mal, el problema es cuando es mucha y llevaba mucha-dijo levantándose y dirijámonos a la puerta.- y gracias. Ah, y lo siento por lo del móvil.

-No te preocupes -me acerque mas a ella de lo que estábamos en ese pequeño espacio- la culpa fue mía estaba cabreado y las pagué contigo. Perdoname a mi.- le dediqué una de esas sonrisas mías que funciona tan bien con las chicas.

-eh... me tengo que ir ya estoy mejor, Charly estará preocupada-dijo mas bien para ella

-ella es Charly, y tu? - pregunté curioso

-Samantha, Sam para los amigos. Y..

-Robin-le interrumpí

Sam recorrió todo el lugar con la mirada y su amiga no estaba. Me miró sorprendida de que no estuviera allí, yo tampoco sabía que decirle. Apareció mi padre y se acercó a nosotros.

-estás bien? Tu amiga me contó lo que pasó- dijo mi padre preocupado. Ella asintió.

-Y sabe donde está ella?-preguntó triste. Él negó con la cabeza y Sam bajó la cabeza sin saber que hacer.-

Quieres que te lleve a casa?-pregunté entusiasmado con una sonrisilla.

-Vale!-dijo sonriéndome de oreja a oreja. “Guau, que sonrisa más hermosa.”-pensé.

Le pasé un casco y cuando arranqué se agarró mas a mí. Me encantó esa sensación de ir abrazados.

Llegamos a su casa y un chico con el pelo castaño claro y rizado con los ojos marrones, parecido a Sam, supuse entonces que sería su hermano, estaba apurado cogiendo las llaves y al ver a Sam la abrazó.

-Oh Sam. Estas bien? Puedes respirar? Tienes la lengua hinchada? - preguntó muy preocupado.

-Tom, estoy perfectamente no te preocupes, fue un pequeño susto- le dijo sonriendo dándole seguridad. - y tu -dijo mirando a charly- no avisas de que te vas y tuve que venir con Robin- puso cara de enfadada. “Está muy sexy así!-pensé

-Lo siento, vine corriendo a avisar a Tom- dijo dándole un fuerte abrazo.

Ambas rieron y Tom se acercó a mí y me estrechó la mano.

-Gracias por traerla- me hizo un gesto para que pasara al interior de la casa. - anda que menuda despedida de los 18 te has dado...-le dijo a Sam.

Yo le puse cara de no entender nada y ella me entendió.

-Dentro de 4 minutos exactamente, cumplo 19- dicho esto todos nos empezamos a reír

-Bueno yo me tengo que ir. Feliz cumpleaños!-le dije y me acerque a ella para darle dos besos pero fue mala idea, su olor a frambuesa me embrujó. Y al alejarme sentí la necesidad de volver a acercarme. Me acompañaron hasta la puerta

(Sam)

Lo vi alejarse con la moto a toda pastilla. No me podía creer todo lo que había pasado hoy, le rompo el móvil, me ayuda en mi ataque alérgico, me trae a casa... basta sam, seguro que no vuelves a verlo., deja de pensar en su perfecta sonrisa y en sus ojos verdes de ensueño.

Todos nos fuimos a dormir pero obviamente charly mucho no me dejó porque quería saber que había pasado en su ausencia en la pizzería.

Al día siguiente, cuando me levanté Tom y Charly ya estaban desayunando entre risitas tontas, algo está pasando entre estos dos...

-Buenos días chicos madrugadores-dije muy feliz.

-Buenos días cumpleañera-dijo Charly dándome un abrazo.

Tom solo se digno a hacerme un gesto con la cabeza, me lo tomaré como un hola. Mientras estábamos desayunando me dí cuenta que Tom y Charly están colados, esas miradas de reojo, esa sonrisa nerviosa.

-Hola chicos! Feliz cumpleaños cariño – dijo mamá dándome un dulce beso y un regalo.

-Gracias mami – dije con cariño. Abrí el regalo y había un bonito vestido ligero de color verde hierba perfecto para poner el día soleado de hoy- me encanta mamá, gracias.

Cogí a charly de la mano y me la llevé a mi cuarto con la excusa de ir a probar el vestido pero mi intención era otra.

-Porque no te lanzas a mi hermano? Está loco por ti, lo veo, y sé que a ti también. - dije con una sonrisa picarona.

-Sam...-se puso colorada y agacho la cabeza- no puedo hacerte eso, es tu hermano y tu eres

-Charly- la interrumpí- o eres tú o es una fulana que seguramente no se lo merezca y me va a encantar que realmente seas de mi familia-dije dándole un beso. - ve a hablar con él, yo sé que lo tienes loco. Sé mi cuñadita.

Se fue al cuarto de Tom y yo bajé a ver la tele para matar el tiempo y los nervios. Pasó media hora que me pareció eterna y Charly bajó la escalera a saltitos. Y se me lanzó a los brazos riéndose. No hacía que me dijera más, ya es oficialmente de la familia.

-Cuéntame, que pasó??- pregunté muy curiosa.

-No te voy a contar los detalles mas escabrosos pero te diré que sí, tenías razón-hizo una pausa- está loco por mi- “como para no estarlo, con lo guapa que eres..! - pensé

Hicimos la comida, más bien hice la comida porque ellos estaban demasiado ocupados. Una vez comimos me escaqueé para no seguir viendo eso. Tampoco era plan de reprocharles nada debían aprovechar ya que Charly pronto se iría. Ensimismada en mis pensamientos no me dí cuenta que llegué a un pequeño pero hermoso lago donde había algunos jóvenes bañándose a lo lejos en la otra orilla y las chicas en la arena tomando el sol.

-que haces aquí solita? - era Robin que apareció de la nada – y Charly?

-Se quedó en casa- Charly.. otro mas que está loco por ella – está ocupada y pasa de mí.

-No será para tanto..-dijo riendo

-Si, si que lo es, o porque crees que estoy aquí sola? - dije mirándolo fijamente.

-Porque eres una marginada! - y se empezó a carcajear, no le vía la gracía. Lo miré mal y debió entenderme – Era broma. Como te pones!-dijo riéndose

-Más te vale – dije fingiendo estar enfadada.

-Para ser tu cumple no te lo estás pasando muy bien. - dijo serio – yo iba a ir al cine pero mi amigo al final no pudo venir, te apetecería venir?-preguntó feliz

-Pero para eso hay que ir a Portland...-él asintió con la cabeza y me pasó el casco.