Peleas

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SAM

Ahí estaba el culpable de mis problemas. Insomnio, peleas y heridas internas y externas. ¿Como un chico que solo conozco de hace tan pocos días puede poner mi vida patas arriba? Pos culpa de él tuve que usar las manos por primera vez para herir a alguien, esa tipa se lo tenía merecido.

Y como un flashback vinieron a mi mente todo lo acontecido en ese día al adentrarme en esos ojos verdes culpables de mi mal día, horrible mejor dicho:

Estaba tumbada pensando en lo de siempre, la sonrisa y los ojos verdes del capitán macizorro, saqué el cartel de debajo de la almohada casi plana, y besé los labios del chico del cartel, aquellos que una vez besé y que no puedo olvidar. Los únicos que me gustaría besar una y otra vez para toda la eternidad. La puerta se abrió asustándome y apareció Cindy una de las rubias que tenía por compañera de cuarto. Guardé el cartel lo más rápido que pude, maldiciéndome por mi gran imprudencia por sacar el cartel sin cerrar con la llave la puerta.

-Que escondes ahí?-preguntó burlándose.

-Nada que te interese.-le dije con indiferencia aunque asustada sentándome encima de la almohada.

En cuanto se fuese y esperaba que pronto como siempre lo cambiaría de sitio, pero no se iba estaba con su móvil y no tenía pinta de que se fuera a mover de su cama.

Y pasó lo que jamás hubiese esperado a pesar de mi mala suerte. Cindy aviso a su queridisima amiga Ana, la cuál en cuanto entró se acercó a mí y me agarró para tirarme al suelo mientras Cindy miraba debajo de mi almohada.

-Te dije que era el cartel de Robin.-dijo Cindy con sonrisa de suficiencia.

-Ya cállate.-le dijo Ana y se acercó a coger el cartel.- ¿Que haces besando el cartel de mi Robin? Sufres porque él no te da besos a ti que se los tienes que dar a un papel?.-dijo riéndose

-Para tu información ya nos hemos besado...-se borró su sonrisa y me miró con furia.

Agarré el cartel en un descuido de ella, pero ella agarró por un lado y yo por el otro y el cartel quedó en dos trozos.

Luego de eso se puso como una furia y tiró mis libros de la mesa de estudio y con ese acto reaccioné y saqué todo la rabia que llevaba dentro y me abalancé sobre ella agarrándola por los pelos hasta tirarla al suelo, pero Cindy me agarró a mi también. Su camiseta tenía puntillas con lo cuál la agarré por los agujeros de la camiseta desgarrando la camiseta de la rubia teñida. Y las dos a la vez me atacaron tirándome al suelo y agarrándome por los pelos.

-Olvidate de él, el nunca será para ti, él es mío.-gritó Ana

-Eso es lo que tú te crees.

Eran las dos contra mí y me estaba agotando, estaba pagando las consecuencias de no haber dormido por pensar en ese muñequito idiota. Y saqué las fuerzas de donde no tenía, mientras a Cindy la empujé contra la pared cayendo al suelo del impacto contra la pared a Ana la golpeé con los puños y con bofetadas que me llegaban a mi por parte de ella arañándome el labio y se la devolví arañando le la cara. Me levanté y le pegué una patada en el estomago que la dejó quieta en su sitio y calmadita. Cindy se acercaba hacia mi.

-Si te acercas te dejo como ella.-la amenacé. Miró a Ana y se lo pensó mejor.-Recoge tus cosas y largate con ella.

Ana se levantó torpemente se paró enfrente de mí dispuesta a decir algo más.

-Buh.- le dije golpeando el suelo con el pie, gesto que hizo que se fuera corriendo con el rabo entre las piernas asustada como los perros.

Cindy empezó a recoger sus cosas mientras yo la observaba para que no me saltara a la yugular estando despistada pero recogí los libros que Ana había desperdigado por el cuarto.

Estaré aquí, contigo.Where stories live. Discover now