¿Este Es Nuestro Final? [MHYY #2]

28.Un nuevo comienzo

Tic tac.

Tic tac.

Tic.

Tac.

Aprieto mis labios con fuerza escuchando el irritante sonido del reloj, no hay un alma despierta en la casa. No es de sorprenderse, son las nueve de la mañana del sábado 11 de Noviembre. Ha pasado casi un mes desde que todos fuimos al lago, hace semanas Drew ya está instalado en su nuevo departamento. Y una celebración muy esperada ya está a la vuelta de la esquina.

13 de Noviembre, cumpleaños de Scott; 14 de Noviembre, cumpleaños de Roy. Y como siempre, celebrarán sus ambos cumpleaños en una sola fiesta. Según sé, el año pasado hicieron la fiesta el día 13, así que este año toca hacerla en el cumpleaños de Roy.

Daniel al final si viajó dos semanas al país en que murió Britthany, regresó hace pocos días, sigue triste por la muerte de su novia y por la nostalgia que sintió al estar con los familiares de mi difunta amiga. Pero por lo menos ya no está llorando a cada segundo, eso es bueno, creo.

Leo se ha mejorado, aún tiene la fea cicatriz de D.A. en su espalda, pero por lo menos ya puedo abrazarlo sin que suelte el grito al cielo. Scott sigue portándose indiferente, últimamente lo he visto hablar más con Wiki antes de que inicien con los gritos, pero por lo menos ya se soportan media hora sin insultarse. Max ya no viene tanto como antes, pero cada vez que lo hace no falta su típica sonrisa divertida y la idolatría a mi mellizo. Roy, por su parte... Vaya, creo que cupido lo ha flechado esta vez, pero se niega a decir el nombre de la chica, incluso Scott está curioso.

Y lo mejor de lo mejor, no se ha sabido nada de D.A. desde lo de Rex.

Supongo que a fin de cuentas sí se puede tener un nuevo comienzo.

Estoy esperando la llegada de Katie y Drew, luego de que esos dos prometieran venir a las ocho a buscarme para comprar los preparativos de la fiesta, ninguno ha pasado por esa puerta. Y sus teléfonos apagados son clara señal de que siguen dormidos.

Oh, por supuesto, Drew, ¿Cómo pude olvidarlo? El penúltimo día de su estadía en esta casa me dijo que le gustaba. No puedo evitar que el recuerdo de ese día llegue a mi cerebro.

Flashback.

—Me gustas, Leah Carter.

Está poniendo una cara demasiado seria para mi gusto, sus labios están entreabiertos y mantiene sus cejas alzadas mientras gotas de agua caen de su pelo mojado. Por mucho que quiero resistir, no puedo evitar la carcajada que sale de mis labios al escucharlo.

—¿Es broma, no? —pregunto entre las risas. Drew sonríe de lado bajando la vista al suelo, solo ese gesto me hace parar de reír: Habla en serio— Drew...

—No digas nada, sé que no sientes lo mismo —relame sus labios en una sonrisa divertida—. Sólo quería decirlo, sabes lo mucho que odio guardarme estas cosas.

—Ya lo intentamos una vez, sabes que no funcionó. —intento excusarme, Drew muerde sus labios y por su mueca graciosa sé que ha recordado.

—Luego de un mes conociéndote, fuimos novios dos meses —frunce el ceño al hablar, asiento graciosa recordando—. No funcionó para nada. Según decían no parecíamos novios.

—¡Hasta nos decían hermanos! —grito recordando, Drew ríe.

—Fue un fiasco —asegura—. Como sea, sigues gustándome, a pesar de que sé cómo termina esto.

—Lo lamento, no puedo corresponderte, eres un gran chico, pero...

—Ahórrate ese discurso, ya te dije que sé que no me correspondes. No tienes porqué endulzar lo obvio, Carter. —interrumpe.