Al filo de las rosas

438 52 0
                                    

—¡Auch! ¿Otra vez? Parece que nos gusta chocar muy seguido ¿eh?
—¡Argh! Hola Jaune, sí jaja siempre me agarras distraída.
—Hablando de distraída... Nunca te pregunté, Ruby, ¿porque faltaste aquel día? Tú nunca lo haces y me preocupé un poco.
—Es cierto, ese día te hice faltar también jeje, bueno... Me da un poco de vergüenza, Jaune, pero está bien, te lo contaré. Sentémonos un rato.
—Claro, Ruby.
Los dos se colocaron en una banca sobre el patio de la academia e iniciaron sus diálogos...
—Jaune ¿Cómo supiste lo que era estar enamorado? O mejor dicho ¿Cómo supiste que te gustaba Pyrrha?
—Oh jeje, bueno es una pregunta muy curiosa, amm veamos... Podría empezar con... El día del baile.
—¿El Baile? ¡Oh! ¡Ya veo! Pyrrha y su vestido rojo te cautivaron ¿no es así?
—Jajajaja no fue solamente eso, Ruby ¿Sabes? Después de bailar juntos, nos apartamos de todos y de todo. Subimos al balcón, conversamos y reíamos de cualquier tontería que yo dijera. Justo en esos momentos comencé a darme cuenta de lo divertido que era compartir detalles con ella, de lo feliz que nos sentíamos en cada frase usada para el otro. Era amor, Ruby. Ella lo sabía, yo lo sabía, y con solo mirarnos sabíamos perfectamente como terminaría aquella noche. Pyrrha me hizo saber que por más oscura que parezca la noche, siempre existirá un radiante rojo carmesí que ilumine mi vista. Ella, antes de ser novios, fue una excelente amiga, confidente, compañera, y todo esto incondicionalmente. Aquella noche sólo confirmamos lo que debía suceder...
—Jaune... Eso es muy muy lindo. ¡Wow! enserio, me da mucha alegría la manera de expresarte, casi puedo sentirlo. Pyrrha es demasiado afortunada de estar contigo.
—¿En serio lo crees? Jaja gracias. Yo me sentía al revés.
—Estoy segura que Pyrrha, opina lo mismo.
—Gracias, Ruby. Y bueno... Ahora me toca escucharte a ti, esta pregunta que me hiciste tiene que ver con lo que tú me contarás ahora ¿no? Jejeje.
—Jejeje es verdad. Te pregunté acerca de eso porque creó que yo también siento lo mismo por alguien... Es curioso, a veces creo que me enamoré de las cartas y otras veces siento que me enamoré de una persona.
—¿Cartas? Wow wow wow ¡no me esperaba eso Ruby! ¿Tienes un pretendiente? ¡Ah, ya veo! Eso era lo que sostenías y que ocultabas aquel día que faltamos. Jajajajaja cielos, Ruby, ahora todo cobra sentido y es un alivio. ¡Yo llegué a pensar que te sucedía algo malo! Así que solamente era esto, jajajaja.
—Oye... ¡No te burles! Suficiente tuve con mis amigas aquel día jajaja ¡que vergüenza!
—Jajajaja lo lamento, puedes seguir con la historia.
—Bueno, básicamente era eso... Van 3 cartas que recibo y me hacen muy feliz leerlas. Nunca me habían tenido ocupada estas cosas del amor, pero es difícil no darles importancia cuando te recuerdan constantemente lo especial que puedes ser para una persona. Las cartas son lindas, pero más lindo es saber que alguien te hace sentir que te conoce y sabe como hacerte sonreír, sabe como hacerte sentir única... Jejeje estoy siendo cursi ¿cierto?
—Para nada. Espera, ocuparé un momento tu frase y repetiré con mi voz: Ruby... Eso es muy muy lindo. ¡Wow! enserio, me da mucha alegría la manera de expresarte, casi puedo sentirlo.
—Jajaja eres un tonto, Jaune. Un gran tonto— Argumentaba una avergonzada, Ruby ante los comentarios de su amigo.
—Jajajajaja, te pusiste roja.
—¡No es cierto! Jumm — Cubriendo su cara la pequeña encapuchada.

Después de un rato, ambos terminaron su charla y se despidieron con una sonrisa en el rostro. Ruby fue la primera en llegar al cuarto. Se acostó con gusto después de esa pequeña charla fructífera. De alguna manera, hablar lo que sentía y saber que alguien más entendía y le ocurría algo similar le dibujaba una sonrisa. Una hora después, escuchó su scroll sonar. Era un mensaje de Jaune que decía: "Me la pasé bien Ruby, gracias por la charla. Nunca dejes de sonreír cara de cráter."
Ruby sonrió y le respondió: "Jajaja, lo mismo digo chico vómito."

Rosas en rojo carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora