Rosas en rojo carmesí

La fiesta de Coco: Parte III. Punto de inflexión, curva en decaimiento.

—¿A casa? ¿Por qué? —preguntaba extrañado y preocupado el joven.
—¡Sólo vámonos! —Gritaba la chica.
—Ok... —desconcertado, y con Nora oculta entre sus brazos, se dirigían a la salida. Sin embargo, Ren preguntó: —¿Y Pyrrha y Jaune? Llegamos juntos, deberíamos avisarles, Nora.
La joven enmudeció unos segundos para finalmente añadir: —Ren... No tengo cara para ver a Pyrrha... Te explico lejos de aquí ¿sí?, sólo dile que me sentí mal y ya, no preguntes...
—De acuerdo... —. Ren envió un mensaje a Pyrrha y Jaune donde avisaba su repentina salida de la fiesta, argumentando que Nora se sentía mal y que necesitaba descansar; que no era nada grave y ella deseaba estar sola lejos de la fiesta.
El mensaje llegó a ambos destinatarios, sin embargo, el rubio fue el único que ignoró por completo el sonido de su Scroll. El joven, decidido y enfadado, encaró a un grupo de muchachos que reían entre sí...
—¿Qué le hicieron a Ruby? —preguntaba Jaune con seriedad en su mirada.
—¿Jaune? ¿Qué ocurre? ¿No estás divirtiéndote en la fiesta? —preguntaba Dove.
—¡No estoy para juegos! —proseguía el rubio con histeria.
—Oye, tranquilo, ¿por qué no mejor nos cuentas qué pasa? —con fingida confusión, comentaba Russel.
—¡Dejen de estarse burlando! —En un grito ahogado expresaba el joven, tomando del cuello del traje al castaño.
—Oye, oye, tranquilo, quítame las manos de encima, no queremos causar alboroto ¿recuerdas? Es una fiesta... —Expresaba Dove.
—¡No me importa si es una fiesta, quiero saber qué le hicieron a Ruby! y también... ¿Por qué hicieron todo esto? fue Cardin, ¿no?
—Wow wow wow, tranquilo. Hablaremos, pero no aquí ¿verdad, Russel? —sonreía complicemente junto a este.
—Lo que tengamos que hablar, lo haremos aquí —afirmaba con enfado, Jaune.
—De acuerdo, sólo una cosa... Si de verdad estimas a tu amiga tu mejor opción será que hablemos en otra parte...
—Así es, Arc, Ruby puede meterse en problemas si no nos escuchas con calma y no, no hablamos de Pyrrha precisamente... —Añadía Russel sonrientemente al diálogo de su amigo.

Al rubio no le quedó de otra más que apartar sus manos de Dove y proseguir a un destino de respuestas. Entre enfado e incredulidad, se encaminó junto a ellos a lo más alto del salón de fiesta...

—¿Ruby? ¿Ruby? ¿Me escuchas?
—¿W-Weiss? ¿D-dónde...?
—¡Ay, Ruby! —Con preocupación, la albina abrazaba a su amiga. Neptune simplemente observaba, buscando con la mirada a Yang entre la multitud de la fiesta.
—Neptune, me llevaré a Ruby, si ves a Yang y a Blake explícales lo sucedido ¡No puedo estar tranquila hasta no ver a mi amiga en estado estable! —Con evidente histeria mencionaba la Schnee.
—Claro, Weiss, le marcaré a Sun para saber dónde se encuentra junto a Blake. Ruby estará bien, ¿de acuerdo? —Afirmaba el joven colocando una mano sobre el hombro de su acompañante, mostrando seguridad hacia ella. Esta, entre tristeza y calma, sonreía al chico en respuesta. La albina procedió a llevar a su amiga al consultorio de la Academia Beacon, lejos de la fiesta. Neptune a su vez procedió a llamar a Sun, ubicándose en un sitio lejano al ruido de los festejados.
—Sun... Contesta, por favor... —pensaba el moreno mientras sostenía su Scroll.
Por otra parte, Sun y Blake detenían su andar ante la repentina llamada para el fauno.
—Es Neptune...
—Creo que nos tardamos mucho, Sun... —comentaba la gata.
—¿Neptune? Ya vamos llegando, tuvimos un inconven.... ¿Ruby? Dios... ¿Pero qué... —Sorprendido y preocupado respondía el rubio. Blake, mientras tanto, observaba espantada y curiosa ante las facciones de Sun.
—Ok, ok, entiendo. Yo le comento, adiós.
—¿Qué? Qué ocurre? ¡Habla, Sun! —Cuestionaba Blake alterada.
—Tranquila, tranquila Blake. Es Ruby... Está un poco mal, como ida, y Weiss se la llevó a la Academia...
—¿Ruby? Dios... Tengo que ir a verlas. Sun en serio... Yo lo...
—No digas nada, tranquila. Después de todo esta noche no salió como esperábamos. Ya tendremos tiempo para comentarles lo sucedido, lo más importante ahora es que Ruby se encuentre bien. Ve a verla, te hará sentir mejor, yo iré a ver a Neptune.
—Sí... Yo... Debo irme... Lo Siento, Sun... —Respondía la fauno con melancolía en su rostro, pues sabía que aquella noche esperada inició y terminó de la misma manera, con un ambiente deprimente para ambas partes. Ella se retiró del lugar velozmente y el joven decidió hacer lo mismo, finalizando con ello su encuentro acordado.

—Yang... ¿Dónde rayos te metiste? —ensimismado pensaba Neptune mientras deambulaba en búsqueda de su amiga rubia.
—¡Neptune!
—Oh, hola Pyrrha, yo...
—Lo sé, Jaune me contó lo sucedido... ¿Cómo se encuentra Ruby?
—Ella se fue con Weiss, la llevó a que la revisara un médico. Realmente no sabemos que pasó...
—Dios... Y acabo de recibir un mensaje de Ren, Nora se encuentra mal también.
—Oh, rayos, esto parece una epidemia o algo así. Espero se encuentre bien. ¿Y Jaune?
—Él... Me dijo que tenía algo que hacer... Estaba raro... —Cabizbaja, mencionaba la pelirroja
—Lo sé... También lo noté...
—Creo que estaba muy preocupado por Ruby. Dios... Esta fiesta más que divertirme terminó estresándome... Nos vemos luego, Neptune, espero que Ruby se mejore, iré a buscar a Nora y Ren, pero antes me despediré de Coco —Mencionaba la joven con evidente inquietud.
—Sí, claro, yo estoy buscando a Yang. Ha sido una noche extraña y difícil ¿eh?
—Sí... Bueno, nos vemos luego. Adiós.
—Adiós, Pyrrha.

Ambos se despidieron y retomaron sus caminos. La señorita Nikos, en tanto, envió un mensaje a su novio para confirmarle que se retiraba de la fiesta y esperaba verlo pronto.

"Me voy a ver a Nora. Se encuentra mal, no sé si lo sepas... Bueno, nos vemos Jaune, lo siento por no esperarte, espero podamos hablar cuando termines tus asuntos. Te quiero... "

El mensaje fue recibido, sin embargo, el rubio se encontraba un poco ocupado en esos instantes...

—Ustedes, malditos... —con enfado en su rostro los observaba Jaune.
—Tranquilo... Tú no digas nada y nadie sabrá nada... ¿Todos ganamos, no?
—Sí, Jaune. Estás fotos comprometen mucho a tu amiguita, tal vez puedas safarte tú, y sí, es cierto, tal vez tus amigos y sus amigos sepan que es mentira, pero... ¿Toda la academia pensará lo mismo? ¿Tú que opinas Jaune? Una imagen dice más que mil palabras... Y sabemos como funciona un chisme de este calibre... Unos lo creerán, otros tal vez no... Pero, a fin de cuentas... ¡Estamos en una Academia! Además, ¡somos los populares! Destruir la imagen de una pobre chica indefensa es una tarea tan sencilla, Jaune. ¿Lo sabes, no? Replantéate esto, cómo se sentirá Ruby, la pequeña chica inocente, de saber que más de 3/4 partes de la escuela opinen que es una mujercita que besó a escondidas al novio de una de sus amigas... ¡Y no hablamos de cualquier amiga! ¡Hablamos de la carismática Pyrrha Nikos! ¡La famosa Pyrrha Nikos! Y te doy otro dato, Jaune... Nadie, a excepción de dos de tus amiguitos, vio a Ruby en su estado actual, es más, ella ya ni siquiera se encuentra en esta fiesta por lo que me acaban de informar... ¡Sorpresa! Cuidamos hasta el más mínimo detalle, Arc. Todo el mundo creerá que Ruby Rose es una...
—¡CÁLLATE! —en tono alto mencionaba el joven a la par que colocaba su mano empuñada sobre el rostro de Russell.
—Tú idiota... —enfurecido, colocaba su mano sobre su rostro recién herido, y al mismo tiempo apaciguaba la pronta respuesta de sus compañeros de equipo.
—Calma, calma, este idiota sabrá lo que hace. Nosotros ya hicimos lo nuestro, ahora toca dejarle a mister Arc la elección ¿Me pregunto que harás, Jaune? Jajajaja me muero por saber... Vámonos de aquí, la fiesta terminó para nosotros —entre risas, se alejaban del rubio. Jaune, por otra parte, irritado e impotente, no discernía correctamente lo que acababa de escuchar. La duda y el miedo rondaban su mente en estos minutos... Buscándo una pronta respuesta a su futura decisión.

No decir nada, parece ser la mejor opción, ¿Qué beneficio tendría el ocultar aquella noche a los oídos de todos suponiendo que, efectivamente, el team CRDL no hará mención de lo ocurrido? Bueno, tal vez pronto lo descubra el joven Líder...