Sin opción a replica

355 44 3
                                    

—Entonces... ¿Debemos ir a esa tonta fiesta?
—Sí, ¿no fui clara?
—Entiéndelo, es un poco retrasado... —Afirmaba la morena, ante la molestia del chico.
—Mmm deberían estar felices... No siempre se pueden tomar un día de descanso como el de mañana; además, cuando Beacon caiga, no habrá tiempo para detenernos en eventos sin sentido... Considérenlo un regalo mío... —Sonreía siniestramente la dama del vestido rojo.
—De acuerdo... —En coordinación, aceptaban sin réplica los jóvenes.
Los muchachos se retiraban de la habitación dejando a Cinder sola.
Lejos de ahí, transitando las calles, ambos se toparon con las chicas del equipo JNPR.
—¿Por qué siempre que salimos nos topamos con cualquiera de ellos? —recriminaba Mercury en su mente.
—¡Oh! hola, chicos.
—¡Que hay!, par de tórtolos —guiñando el ojo con complicidad, saludaba Nora.
—Tórtolos... —susurraba Emerald, fingiendo alegría por ver a sus compañeras.
—Aquí vienen de nuevo... —sobre sus pensamientos afirmaba el peliplateado con resignación.
—¡Nora! —Regañaba la pelirroja a su compañera —Jeje discúlpenla, a veces suele ser... Impertinente.
—¡Hey!
—Jejeje no se preocupen... Nos lo suelen decir mucho... Y no, no somos pareja por si lo piensan. Y por si planeaban preguntarlo...
—Pues sí lo pensabamos...
—¡Nora! Jejeje bueno chicos, nosotras nos retiramos... Estamos buscando el regalo para Coco, ¿ustedes irán a la fiesta también, no es así? Esperamos verlos jeje.
—Sí jeje... Iremos... ¿Verdad Mercury? Di algo también, imbécil. No me dejes hablando a mi sola siempre...
¿Qué? ah, sí... Iremos también...
—jejeje que bueno, pues entonces nos veremos ahí mañana. Hasta luego, chicos. —se despedían de ellos para proseguir con la búsqueda del regalo para Coco. A la par, los jóvenes villanos atendían la idea de buscar obsequios, pues no habían prestado la debida atención a ese detalle.
—Lo había olvidado... Debemos comprar regalos si planeamos ir... Que fastidio...
—Pues no lo planeamos pero es opcionalmente obligatorio... Ya conoces a Cinder...
—Sí... Bueno, en marcha... No gastaré dinero en alguien a quien destruiremos más adelante junto al resto.
—¡Vaya! Hasta que escucho algo sensato... Algo de diversión por hoy estará bien...
—Cállate y sígueme...
—De acuerdo... —sonreía el joven con la mirada puesta a la primera tienda que observaran sus ojos.
Posteriormente, después del asalto al establecimiento, ambos regresaron a su respectiva habitación, con satisfacción cubriendo sus rostros, pues hurtaron más de lo debido.

Ya era de noche, todos y cada uno de los invitados se disponían a reposar, todos excepto una inocente joven...

Me pregunto si estarás ahí mañana... ¿Al fin te conoceré? Quizás sea la única razón por la que decidí ir a la fiesta jejeje... —Pensaba la joven para posteriormente quedar profundamente dormida, con una mano bajo su almohada y la otra extendida, sosteniendo lo que parecía ser una carta del romántico anónimo.

Rosas en rojo carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora