Rosas en rojo carmesí

"Espinas, la defensa de tus pétalos"

—¿Jaune?
—Hola chicas, supuse que ya estaban en su cuarto. Creo que tengo algo para una de ustedes.
—¿? —Las cuatro se miraban extrañadas pues no sabían a lo que se refería Jaune. Una vez que él sostuvo una carta en su mano, las chicas comprendieron lo que sucedía.
—Iba caminando y encontré esto tirado muy cerca de su cuarto, y por el corazón en el sobre supuse que era para una de ustedes —exponía el rubio mientras su ceja se alzaba.
—Ouh... —Comprendiendo la indirecta mientras sus mejillas se coloraban poco a poco.
—Espera... ¿Sabes acerca de eso?
—Sí, Weiss jejeje. Ruby me lo contó hace unos días, pero no se preocupen ¡no se lo he dicho a nadie más!
—¡Espero no hayas leído la carta de mi hermana, chico vómito!
—¡¿QUÉ? NOOO PARA NADA!
Se defendía exaltadamente ante las risas de sus amigas. Sin embargo, Blake parecía algo pensativa y seria. Weiss se percató de eso unos segundos después y dijo...
—Bueno, gracias por la carta, supongo que tendremos que leerla en privado... Tú entiendes... Cosas de chicas.
—¡Oh, claro! entiendo. Nos vemos luego, de todos modos debo buscar a Ren. Si lo ven díganle que ya me adelante ¿Sí?
—¡Claro! —Asintieron las cuatro mientras se despedían del rubio.
—Bueno, ¡vamos a leer la carta hermanita!
—Jejeje está bien. Me sorprende que me haya mandado dos cartas en un mismo día, supongo deben ser complemento una de otra o ¿se le olvidó mandarme las dos juntas?
—Pues... ¡Sólo hay una manera de descubrirlo sis! ¡Adelante, ábrela!
—Bien jeje.
—Amm yo creo que la leerás con nosotras dos después, debo ir a hacer una llamada ¿Me acompañas, Blake?
—Eeemm...
Weiss miró directamente a Blake y esta comprendió que no eran necesarias las palabras para acceder a la invitación de la albina —Por supuesto... —Blake acompañó a la Schnee hasta la puerta y añadió... —Ahorita regresamos para que relean la carta con nosotras jejeje.
—Claro, claro, ¡Vamos, Ruby! ¡Lee esa cosa!
—Awwww ¡voy, voy!
Ambas hermanas leyeron la carta y las otras dos salieron de la habitación...

"Hola ojos bonitos, ¿Te gustó mi poema? Lo sé, soy un principiante pero por más cursi que parezca, este poema lo llamé Rosa plateada en verano por tres obvias razones... ¿Lo Adivinas?
Si la plata tiene menos valor que el oro, ¿Por qué cuando miro tus ojos observo el más grande tesoro?
Eres una Rosa que brotó en verano, lo sé por esa sonrisa cada vez que lees mis escritos. Floreces de lo más profundo de estas palabras como una rosa inocente, porque son sinceras, sinceras como el delicado corazón que late cuando nos conectamos en estas cartas. ¿Entiendes ahora? Ruby Rose, extiende tus manos, tus palpables pétalos protegidos por espinas como cual rosa protege su delicadeza. Pero decir espinas es ser subjetivo, es algo aún más precioso, algo que no lástima a quien te quiere..."

—Huuuuy, Ruby, no sé que decirte hermanita. ¿Estás segura que quieres saber quién es? No quiero que te lleves una decepción...
—No, sis, todo estará bien. Realmente quiero saberlo...