La Ex Amiga De Rebeca » J.C

Uno

***Narra Emilia***

Movía mi cabeza mientras la canción de Friends se reproducía en mis audífonos.

Cambie de página mientras seguía leyendo la revista con atención, no fue hasta que sentí unas manos rodeando mi cintura, voltee rápidamente hacia atrás encontrándome con esos estúpidos ojos bonitos que tanto me encantan.

- ¿Que tanto escuchas? - Preguntó mientras quitaba un audífono y se lo ponía él.

- A Justin Guapo Bieber - Respondí mientras regresaba mi vista a la revista.

- No tan guapo como yo - Yo reí y golpee su estómago con mi codo.

- Ya quisieras Canelita.

- ¿Me estás llamando feo Buu? - Reí de forma suave dejando mi revista de lado junto con mis audífonos, gire sobre mis talones y lo vi a los ojos.

- Decirte feo sería mentir... Eres tremendamente hermoso idiota - Dije mientras enredaba mis manos en su cuello.

- Emi... Me gus... - Lo observe con atención esperando escuchar las palabras más anheladas por mi por tanto tiempo.

Sabía que su relación con Rebeca apenas había terminado hace apenas unos cuatro meses, y que había durado con ella casi tres años, pero ¡diablos! Moría por escuchar esas estúpidas dos palabras salir por sus labios.

Él fue interrumpido por mi querido hermano que entro a mi cuarto.

- ¿Interrumpo algo? - Preguntó esté yo sólo lo observe queriendo golpear su lindo rostro con mi mano.

- No, para nada Daniel - Respondí sarcástica mientras me alejaba de Jos, esté sólo carraspeo.

- ¿Para que viniste? - Preguntó Jos.

- Oh, mi mamá quiere que vayamos a cenar con ella y con su... - Esté tragó saliva antes de continuar viéndome dudoso. - Pareja.

Yo me cruce de brazos y negué con la cabeza. Mis padres iban de mal en peor, mi mamá consiguiéndose un noviecito desagradable que siempre trata de que nos llevemos bien, y mi padre a intentado de todo para que me lleve bien con sus hijitos y que los llame "hermanos", ¡ja! Buena broma.

- Dile que ni piense que iré. - Jos nuevamente rodeo mi cintura con su brazo.

- Emi... Es tu mamá de la que hablamos - Susurró este en mi oído, lo que provocó que mi piel se erizara.

- No le puedes dejar de hablar toda la vida - Dijo mi hermano mientras soltaba un suspiro.

- ¿A no? Pues mira como la hago entonces - Respondí con una sonrisa sarcástica mientras me alejaba de ambos y me dirigía a mi tocador.

Con determinación vi todo el maquillaje que se encontraba en este de forma desordenada, por lo cual comencé a ordenarla.

Escuche la voz de Jos diciéndole que yo si iría, junto con los pasos de mi hermano alejándose y la puerta siendo cerrada. ¡Buen intento Canela!

Cuando a penas iba a la mitad observe mi reflejo en el espejo, vi la mano de Jos rodeándome nuevamente de la cintura y como sonreía.