La Ex Amiga De Rebeca » J.C

Cincuentainueve

"Felicidad"

Jos y yo respiramos rápidamente, nos habíamos cansado realmente.

Aunque los jadeos de Jos me distraían, parecía una foca asfixiándose, con amor.

- Okay, fue mala idea inscribirnos al GYM ni tú ni yo nacimos para esto.

Yo asentí tomando agua, podía sentir el calor sobre mis mejillas.

- Podemos ser unos gorditos felices y rodar juntos - Bromeé a lo que este soltó una carcajada.

- No se que hice en esta vida para merecerte pero te amo mucho - Dijo limpiándose unas cuantas lágrimas.

Yo lo rodeé con mi brazos, amaba con cada partícula de mi ser a este hombre y se sentía tan bien ser correspondida que me daban ganas de llorar de la felicidad.

- Yo amo más escucharte reír, me hace saber que eres feliz conmigo amor mío - Este me levanto del suelo haciendo reír levemente de la sorpresa.

- Y mucho, no tienes idea de lo valioso que es pasar tiempo a tu lado, me gustaría estar así siempre contigo cariño.

- Y así lo sera, recuerdas...

- Siempre juntos siempre - Dijo levantando mi barbilla besando castamente mis labios.

***

- Estoy seguro que algo hicimos mal - Comentó Jos viendo la comida que habíamos echo.

Intentamos seguir un tutorial, eso intentamos.

- No debe de saber tan mal como parece.

Dije intentando animarlo, pues en lo más mínimo parecía a lo que salía en el video, incluso olía raro.

Clave un pedazo de pollo con un tenedor y lo dirigí a mi boca, mastiqué lentamente y al sentir su sabor me dieron ganas de vomitar.

- No lo entiendo, seguimos la receta al pie de la letra, incluso le eche la canela que te pedía.

Escupí el pedazo en la basura mientras me encaminaba a buscar agua, al encontrarla llene mi boca de esta para enjuagarla.

En eso me detuve razonando en lo anterior dicho por Jos, ¿canela? La receta no llevaba canela.

Mire raro a mi novio quien seguía negando con la cabeza sin comprender.

- Jos...

- Si Emi

- Dime que no confundiste el curcuma con la canela por favor - Dije poniendo mis manos en mi cintura.

- Nooooo - Respondió rascándose la nuca.

- La verdad...

- Tu dijiste dime no, no que fuera sincero - Dijo encogiéndose de hombros sonriendo levemente.

- ¡Jos!

- ¿Ya pido la pizza? - Parpadee varias veces hacia él, pero al final asentí.

- Esta bien - Respondí rindiéndome.