La Ex Amiga De Rebeca » J.C

Treinta

"Sol y luna"

***Narra Jos***

Suspire con fuerza mientras con ambas manos jalaba levemente mi cabello.

La extrañaba demasiado, tanto que comenzaba a preguntarme seriamente qué era lo que había echo mal esta vez...

Tenía muchas ganas de verla, tanto que le supliqué a Alonso que le preguntara donde estaba para ir y hablar con ella, quería arreglarlo... Aunque realmente no se si ella quiera lo mismo.

- Jos, sólo te causaras más daño si vas a verla - Dijo Alonso cruzando de brazos frente mío.

- Por favor Alonso, en serio lo necesito - Supliqué mordiéndome el labio.

- Parece que ella está muy bien con Bryan... Tú deberías de remplazarla así como ella hizo contigo - Baje la mirada al escuchar eso.

- Alonso, sólo una última vez, te juro que si ella me manda a la mierda no volveré a buscarla.

Su mirada se mantuvo dudosa pero al final terminé convenciéndolo de que me diera la dirección.

Maneje hasta llegar a una cafetería, a que ni sabía que le gustara a ella.

Había grandes ventanales donde se podía ver todo lo que había por dentro, justo cuando iba a abrir la puerta mi vista cayó en ella.

Se veía bastante bien, jamás la había visto con gorra pero se ve genial, sonreí cuando note que estaba sola.

Esta se borró cuando note que Bryan llegaba a la mesa y le entregaba una taza.

El dijo algo que provocó su risa, no pude escucharla gracias a la lejanía, y justo en ese momento comenzó a llover.

Me mantuve estático observando como lo veía, como mantenía esa sonrisa sobre su rostro y pareciendo realmente feliz a lado de él.

Justo en ese momento un carro paso escuchando Want You Back y me identifiqué tanto.

Nunca dirigió su mirada a mi, estaba tan entretenida que jamás miro hacia acá, pero como siempre la voy a querer de vuelta.

Me sentí tan mal, que me inundaron las ganas de llorar, ¿de verdad ella ya no me necesitaba en su vida?

Pero justo cuando me iba a ir note que algo brillo en su mano, y pude notar la pequeña luna aún en ella, mi mirada cayó directa al sol que también seguía ahí.

Si todavía no se ha quitado esa pulsera que le regale significa qué tal vez, sólo tal vez sigue sintiendo algo por mi.

Una media sonrisa se colocó sobre mi rostro, sabía que casi todo el año que mantuvimos como relación no se había ido a la mierda así como así.

Me aleje de ahí y regrese a mi coche, me subí en el aún sin importarme de lo que mi ropa escurría en ese momento.

Coloque mi frente sobre el volante, cerré mis ojos y pude sentir más livianos mis hombros, como si un peso se me fuera a quitar de encima.

***Narra Emilia***

Al terminar mi cita número, bueno en realidad ya no sé qué número porque perdí la cuenta con Bry, regresaba completamente feliz a mi cueva.

Últimamente me había echo íntima amiga de mi guitarra y me encantaba tocarla todas las tardes sin importar que.

Mi momento se fue interrumpido por Alonso que se encontraba ahí.

- ¿Que tienes contra mi cueva y entrar sin mi permiso? - Pregunte burlona cruzándome de brazos, a lo que él siguió viéndome con esa mirada tan seria que me incomodó al instante. - ¿Sucede algo?

- Oh vaya que lo sucede Emilia, resulta que estás separando a dos de mis mejores amigos, andando con uno y mandando a la mierda al otro, lo peor fue a quien escogiste al final... ¡Llevabas una hermosa relación con José, no entiendo que fue lo qué pasó ahí!

Me sentí tan conmovida por lo que dijo que me senté a lado suyo, acomodé la gorra que traía en mi cabeza mordiéndome el labio.

- Es que, mira... Un día antes del cumpleaños de Jos tuve la grandiosa idea de ir por un café con Bry, y me sentí tan mal cuando lo vi que sentí la necesidad de disculparme por no quererlo como a él le gustaría, por amar a Jos y no a él... Si hubieras visto su rostro, me sentí tan, mal por él que, te juro cuando llego a mi casa ese mismo día en la noche y me beso, sentí la necesidad de regresarse lo para que no se sintiera más mal...

- Oh espera, ahora entiendo, elegiste a Bryan por lastima, yo andaba creyendo que eras toda una zorra.

¿Lastima? ¿Elegí a Bryan por lastima? Yo no lo veo así, sólo quería que dejara de sufrir por mi y yo dejara de sufrir por Jos, que pudiera mantener una relación estable sin necesidad de más problemas cada cierto tiempo.

Además, ¿Alonso Villalpando me consideraba toda una zorra? Que loca, esa si que no me la veía venir.

- Posiblemente tú no lo verás de esa forma porque no lo crees, pero, ¿cambia tu perspectiva si te digo que por no querer seguir causándole daño a uno estás lastimando al otro? - Mordí mi mejilla por dentro.

No me gustaba la sensación que me daba al imaginarme a mi Jos sufriendo por mi culpa.

El no merecía eso, ni siquiera un poco, si fuera por mi le daría todo lo que fuera para que fuera feliz.

- Lo he visto fumando más de lo normal, lo he visto emborracharse tanto últimamente que ya ni siquiera me extraña oírlo llorar cuando estamos de gira, nunca falta cuando se le corta la voz cantando Dime en los conciertos.... Provocas la felicidad de Bryan, pero acabas con la de Jos, a este paso mi único consejo que me quedará darte es que te alejes de ambos.

No dije ni una sola palabra, no sabía que decir exactamente o tal vez no habían palabras suficientes para responderle a Don Sabio Villalpando.

- Piensa bien las cosas Emilia, y deja de actuar sin razonar, así tú no encontrarás ni tu propia felicidad.

Se paró del sillón y sin despedida alguna salió de la habitación.

Las lágrimas comenzaron a salir, las mismas que deberían salir desde hace meses cuando empecé esto.

Mierda, ya no sé ni con quien quedarme, si no a este paso tendré que tomar el consejo de él, alejarme esta vez para siempre de ambos, y así, sólo así las cosas entre ambos volverán a la normalidad, a la misma antes de que yo llegara.

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