La Ex Amiga De Rebeca » J.C

Cincuentaicinco

"Ladrón"

Alonso se encontraba nuevamente en mi departamento, mientras me forzaba a inspirarme.

- No, no, no puedo Alonso, no mientras me presionas - Dije frunciendo el ceño mientras veía hacia la espectacular vista desde mi cuarto.

- Sólo, ahg... Piensa en Jos, en lo bonito que es, en su sonrisa, su cabello, sus ojos, sus cejas, sus lunares, su cuerpo, sus tatuajes - Yo lo mire raro.

- Para, es extraño que te expreses a si de mi novio, cualquier persona pensaría que hasta estas enamorado secretamente - Dije levantando mi ceja bufando mientras me acostaba en mi cama.

- Sólo necesito que te inspires... ¿Que tan difícil es eso? - Preguntó frustrado acostándose a lado mío.

- No es como que hubiera una parte de mi cerebro al cual yo llamé y aparezca - Dije sarcástica.

- Pero te necesito - Mencionó haciendo un puchero.

- ¿Porque no lo escribes tu? ¿No tienes corazón o que? - Pregunté confundida.

- Porque me gusta más como escribes tu... - Yo lo vi incrédula, no le creía ni una sola palabra. - Okey, tal vez ya lo intente millones de veces y no me sale nada.

- Pero la amas ¿no?

- Claro que la amo, de eso ni lo dudes, pero es sólo que, sigo sin creérmelo que le hubiera pedido matrimonio - Dijo sonriendo tontamente tapándose el rostro, estos románticos sin remedio.

Si, ya se, no había despertado con el mejor humor, eran ya altas horas de la noche y llevaba varios días sin ver a mi Josu, pues se había ido de vacaciones a pasar tiempo con su familia.

Nos quedamos varios minutos en silencio, hasta que él decidió romperlo, comenzaba a entenderlo llevaba horas a lado de mi suplicándome ayuda.

- ¿Y si revisas tu cuadernito? - Preguntó, yo levante ambas cejas.

- Tienes razón, ¿porque no se te ocurrió antes?

Ambos nos paramos, pues le había comentado que no recordaba donde lo había dejado, y eso alteró mis nervios pues no me gustaba saber que lo había perdido.

Después de llevar casi dos horas donde el y yo destruyéramos todo mi departamento, nos alertó el echo de que alguien abriera la puerta.

- ¡Fuera ladrón te advierto que tengo cinta negra! - Yo comencé a reírme por el intento de amenaza de Alonso.

- Eso ni es verdad - Respondí sin parar de reír.

- Emilia no tenías que decirle eso al ladrón - Me regaño por lo que voltee encontrándome claramente con no un ladrón.

- ¡Jo! - Grite y me lancé a sus brazos, según tenía acordado regresaría dentro de una semana más no entendía que hacia aquí pero no me molestaba en lo más mínimo.

Cerré mis ojos disfrutando de la sensación de tenerlo entre mis brazos.

- ¿Con que cinta negra eh Villal? - Preguntó este aún sin soltarme, yo ahogue mi risa con su pecho.