La Ex Amiga De Rebeca » J.C

Cincuentaitres

"Sola"

Faltaban menos de 24 horas para que al fin me dieran de alta, Jos habia insistido en quedarse a mi lado pero yo lo había obligado a ir a casa a dormir, que vaya que le hacía falta, total ya nos veríamos en la mañana.

Me removía sobre mi cama una y otra vez, voltee al pequeño reloj que se encontraba a mi lado, note las 2:37 de la mañana, ya era bastante tarde y no podía dormir.

Justo en el momento que cerré mis ojos una cegadora luz me pego en el rostro, gruñó y los abrí nuevamente, pues se supone que todo se encontraba en completa oscuridad hace tan sólo unos momentos.

- Ma... mamá - Dije entrecortada mente viéndola en la puerta de mi habitación.

- Oh mi pequeña Emi...

- Mamá... ¿porqué te fuiste?... Me dejaste aquí... sola, justo cuando más te necesitaba... Yo, yo te amo mamá, se que no fui la mejor hija pero... - Dije comenzando a llorar nuevamente, mi mamá sonrío a medias y camino cautelosamente metiendo se más a la habitación.

- Hey, no estás sola, no olvides a todos aquellos que siempre están contigo, cómo tú Jos, Dan, Majo... No estás sola mi vida, jamás lo estarás... Se que me amas, yo también lo hago, y fuiste la mejor hija para mi, si, cometiste errores, pero, eso no hacia que dejara de amarte, ni un poco, estoy muy orgullosa de ti, siempre lo estuve... - Limpie mis mejillas cerrando levemente mis ojos.

- Perdón, perdón por todo el daño que te cause en los últimos meses, yo, sólo... Fui una tonta por no buscarte antes...

- Oh mi bebé - Dijo con suavidad colocándose a mi lado, sonrió - No hay nada de que disculparse, jamás podría estar molesta contigo, sólo quiero que sepas que te ame con cada latido de mi corazón, a ti y a tus hermanos... No quiero que te atormentes con mi partida, se que en algún momento volveremos a reencontrarnos y estaré esperándote.

- Mamá... Te merecías a alguien mucho mejor que yo.

- Mentira, no pude haber pedido más, fuiste una de las mejores cosas que tuve en mi vida... Te amo, ya debo irme... - No me atreví a contestar, y sólo asentí, cerré levemente mis ojos y fue como sentir por última vez sus labios sobre mi frente.

- Yo también te amo mamá - Susurré abriendo mis ojos nuevamente, pero ya no había nadie.

***

- ¡Buenos días cariño! - Saludó alegremente alguien.

Yo bufé contra la almohada, no había notado ni el momento en el que caí dormida, pero definitivamente no estaba lista para despertarme.

- Oh vamos Buu, se que estas despierta, es hora de irnos a casa - Dijo Jos sin quitar su tono de alegría jalando levemente las delgadas cobijas.

- No me jodas Miguel... Me hubieras dejado dormir, cómo tal no puedo ir hasta que el doctor venga a revisarme por última vez.

- ¿Así saludas al amor de tu vida? - Preguntó en tono ofendido, una pequeña sonrisa se asomó en mi rostro abrí mis ojos lentamente y mire hacia todas partes. - ¿Buscas a alguien?

- Si, dijiste que si así saludaba al amor de mi vida y no veo por ninguna parte a mi Aarón Carpenter - Dije levantando mi ceja hacia él a lo que me miro perplejo.