008.

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Maldición...

Era el décimo bostezo que Yoongi daba mientras buscaba ropa que ponerse. Era casi media noche, hace media hora habían llamado de la compañía de seguridad del edificio donde estaba su studio, alguien había intentado entrar. Sin embargo, le informaron que no había pasado a mayores, aun así, después de intentar dormir nuevamente, el pendiente lo atacaba, por lo que decidió ir a dar una vuelta.

Se puso el gorro de su hoody, tomó las llaves del Charger que estaban en la mesada y fue a la puerta para ponerse sus pantuflas. Un bostezo más. Tomó la perilla y la giró, listo para salir de casa.

Entonces se quedó paralizado al toparse con la persona que estaba a punto de tocar el timbre.

— Sun...

Ni siquiera pudo terminar el nombre cuando la pelinegra le había dado una bofetada. Sunmi no necesitaba decir nada para que Yoongi supiera que estaba enojada, no, furiosa. La miró, su mano cubriendo la mejilla atacada y sonriendo ladino, Sunmi apretó los puños.

— Supongo que ibas al studio.— Comentó ella, ahora sus brazos cruzados a la altura de su pecho.

Yoongi quería sonreír a lo grande por tenerla en su casa. Mierda, pensó al verla con su unirfome médico, Hoseok tiene razón sobre los uniformes. Su corazón latía muy fuerte y sentía las palmas de sus manos sudar, después de lo sucedido la semana pasada en la fiesta, Yoongi pensó que Sunmi nunca volvería a dirigirle su palabra en la vida.

Sin embargo ella estaba aquí.

Y venía furiosa, todas sus acciones lo expresaba y Yoongi podía asegurar que ella tuvo que luchar contra sí misma para permitirse pisar nuevamente su edificio. Pero no imoportaban las cirscuntancias de su presencia, ella estaba ahí y era lo que tenía a Yoongi como un chiquillo emocionado.

— Bueno, ¿te vas a quedar afuera o qué?

Era grandioso tenerla frente a él, sin embargo, tenía que aprovechar cada segundo porque iban a ser sus últimos momentos juntos.

Yoongi había tenido muchos pensamientos en su cabeza últimamente y había llegado a una conclusión, que no le diría a nadie para que no empezaran un drama, sólo él sabía sus planes y sólo él sabía cómo iba a terminar todo.

A estas alturas, ni aunque quisiera iba a estar al lado de Sunmi.

— Debería hacerlo, ni siquiera puedo verte en este momento.— Dijo, pero aún así ya se estaba quitando los zapatos en la entrada, pasándolo de largo.

— Y bien, ¿qué te tiene tan molesta?— La siguió hasta llegar a la sala.— Si alguno de tus amigos resultó golpeado, juro que no fue mi culpa.

— No es eso.— Negó, pero rápido lo miró.— Y ni se te ocurra.

Yoongi levantó las manos, excusándose con acciones.

Sunmi ni quiera era capaz de formulas frases inteligentes en ese momento y le estaba castrando que Yoongi estuviera tan tranquilo, incluso podía decir que él estaba feliz. ¿Habrá ingerido algo? Pensó en ese instante, aterrorizándose con la idea.

Se acercó a él, Yoongi se sorprendió. Ella tomó sus manos, las tiró hacía abajo bruscamente y se pegó más a él. El pelinegro comenzaba a respirar pesadamente, sin embargo Sunmi no perdía la concentración de lo que hacía. Ella después de comprobar que sus pupilas no estuvieran dilatadas, que no tuviera ojos rojos y que su nariz no estuviera irritada, respiró más tranquila y se alejó de él.

— ¿Qué fue eso?

La chica suspiró y se armó de valor para hablar.

— Hoseok fue a mi escuela.— Confesó. Yoongi la miró confundido pero no dijo nada.— Y hablamos de varias cosas, Yoongi.

— Al grano, ¿qué fue lo que te dijo que logró hacerte venir?

— Me dijo que estás consumiendo.— Todo el dolor estaba en su voz, Yoongi lo notó.— ¿Es verdad?

Ese hijo de perra.

— Sunmi... Yo, uhm.— No podía hablar, no quería hacerlo. Entonces vio a Sunmi derramar la primera lágrima, pero aun así ella se mantenía fuerte y de pie frente a él.

Desepción por todo su rostro. Yoongi se sintió mal pero eso era lo que buscaba después de todo.

— Si Hoseok me dijo la verdad y entraste a ese mundo de mierda, sólo quiero preguntarte, ¿por qué?— Sollozó.—Si fue por mí, Yoongi primeramente quiero que sepas que lo siento, en segundo, eres el idiota más grande del mundo.— Reprochó, mirándolo enojada, pero entonces sus ojos se suavizaron.— Y como yo misma te metí en eso, te sacaré.

— ¿Y si no quiero salir?

— No digas eso.— Rogó.— Drogarse es para idiotas llenos de cobardía, ¿no es eso lo que me decías siempre?

— Tú misma dijiste que era un idiota, linda.

— ¡Sabes a lo que me refiero! Pero sí, ahora lo eres. Pero no te preocupes amigo, esa idiotez puede quitarse.

Yoongi sonrió arrogante y negó con la cabeza. Sunmi quería golpearlo.

— Me gusta así.— Dijo sin más el chico.

Sunmi fue con él, acorralándolo .

— Estoy estudiando para ser médico y en un futuro seré una doctora...

Y es justamente por eso que no me tendrás más en tu vida, Sun.

— Y me alegro por ti, ya he comprado los arreglos florales y coronas que enviaré a tu graduación.

Ella lo ignoró.

— Tú siempre has sabido que mi único objetivo es el bienestar de las personas y brindar ayuda a quien lo necesite, inclusive más si esas personas me importan. Me vale que tú y yo ya no seamos nada, pero me importas, Min Yoongi y sea como sea, te sacaré de ese mundo.

— ¿Cómo estás tan segura?— Se burló. Sólo quería hacerla enojar, sacarla de quicio... Que lo odiara.

— Lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo.

Y aunque Yoongi de verdad estaba logrando que Sunmi lo aborreciera en ese momento, ella estaba firme a sus decisiones. Min Yoongi era sin duda la persona más extraordinaria que conocía, no iba a dejar que se arruinara. No podía permitirlo.

— Creo que eso ya no es de tu incumbencia, cariño.

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WATTUP WATTUP, PUBLICO ESTO RÁPIDO CUZ YA ME VOY AHHHH, REMEMBER I LOVE U GUYS

Given Up ➳ Yoongi {Save ME Book #4}Where stories live. Discover now