016.

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Sunmi había estado rechazando todas las llamadas de su padre. Esa mañana había ido a casa de su madre sin siquiera dormir, pues ella y las chicas habían pasado toda la noche en vela.

Cuando llegó, su madre ya estaba lista para hacer todas sus labores y pendientes del día, pero al precensiar la visita de su hija, decidió hacerlo más tarde e incluso le hizo desayuno y bebieron café. En el momento que su mamá cocinaba, Sunmi aprovechó para robarle su celular, ingresó el número de su padre y lo bloqueó. Tenía miedo de que él se contactara con ella; no quería que sufriera una recaída.

Sunmi podía ser fuerte, su madre no.

— ¿No vas a contestar?— Namjoon preguntó a su lado.

Estaban en el auto de él, en camino a el departamento de Taehyung.

— Nah, me gusta la canción.

Namjoon sonrió, sus hoyuelos naciendo.

— ¿Y si es importante?

— Ese número me ha llamado todo el día, es de esas personas que hacen ventas telefónicas.

— Qué molesto.

— Sí que lo es.

La noche ya había caído en Seúl y ellos iban en camino al Ride. Como Jimin corría esa noche y eso pasaba cada dos años luz, todos estaban invitados. Pero Namjoon no sabía muy bien la ubicación de esa noche, que era a las afueras de la ciudad, así que le pidió ayuda y ella aceptó gustosa.

Namjoon se detuvo en el carril rápido del edificio donde Taehyung y Jungkook vivían, el vestíbulo tenía ventanales de cristal, por lo que ambos alcanzaron a ver a Taehyung ahí adentro, viendo lo que pasaban en la televisión. El moreno tocó la bocina. Taehyung miró a todas partes desconcertado, hasta que vio más allá del cristal y asintió para sí mismo al reconocer el auto de Nam, el castaño se despidió del portero y salió corriendo.

Fue entonces que Sunmi pensó: ¿por qué Taehyung no tiene novia... O novio? A su parecer, y podía asegurar que el del todo el mundo, Kim Taehyung era una persona atractiva, guapa, hermosa... Y todos los sinónimos de belleza. Se atrevía a decir que sus facciones eran perfectas. Además, tenía una gran personalidad y muy buen sentido del humor. Era una chico lleno de sorpresas. Puede que su vestimenta solía ser algo particular, pero era genial; aunque justo ahora, iba vestido perfecto para el Ride, y sí, seguía siendo más que genial.

— Hola.— Saludó al entrar y en automático, como si su cuerpo se apagara, lo dejó caer a lo largo de la parte trasera.

— Tae, ¿podrías sentarte bien?— Pidió Namjoon, el menor soltó un indefenso bufido y se acomodó.

Sunmi sonrió, aunque pronto se atrevió a hablar.

— ¿Pasa algo?— Fue curiosa, pues el saludo de Taehyung había sido uno cansado.

O mejor dicho, había sonado como cuando un niño tiene berrinche y hace de todo para llamar la atención de las personas debido a su molestia.

Taehyung miró por la ventana.

— Estoy cansado de Jungkook.

Sunmi y Namjoon se giraron sobre sus asientos, viendo a Taehyung con preocupación como si fuera su hijo, recién llegado de la escuela y con un problema.

— ¿Por qué dices eso?— Namjoon lo miraba por retrovisor ahora.

— Siempre me hace de lado.— Bufó.— Cuando está con Hyeji no quiere que me una a ellos.

Given Up ➳ Yoongi {Save ME Book #4}Where stories live. Discover now