014.

13.6K 1.3K 586
                                    

Yoongi estaba disfrutando ese momento de tranquilidad, de sí mismo.

Sin trabajo pendiente, sin amenazas, sin Sunmi. Sólo él mismo, con su música y conduciendo por la carretera; goosebumps de Travis Scott sonaba desde los altavoces, Yoongi seguía la canción en susurros y balanceaba su cabeza sin exagerar. No había drama, no había estrés. Sin embargo, estaba a punto de entrar a ese mundo de tensión y agotamiento de nuevo; estaba en camino a Daegu para visitar a su familia como lo hacía cada tres meses, quería seguir para ver a su madre, pero las ganas de dar la vuelta en U y volver a Seúl para no enfrentar a su padre eran grandes.

Así que estaba dispuesto a disfrutar al máximo sus pocas horas de carretera.

La relación con su padre era complicada. Desde que Yoongi decidió abandonar la escuela de Derecho y no cumplir con los deseos de su papá, éste le tuvo más resentimiento que antes. Sinceramente a Yoongi no le importaba lo que el líder de la familia Min pensara, pero siempre terminaban peleados o en una discusión, y eso sí que afectaba a su mamá, justo lo que Yoongi no quería.

I got those goosebumps everytime yeah, when you're not around

Siguió el camino tranquilo, pero cuando el gran letrero que decía "Bienvenido a Daegu" era visible, sintió un escalofrío recorrer su espalda y conforme fue entrando a la ciudad, pasando por los edificios que ya conocía y otros que eran nuevos, sentía como su cuerpo se entumía y a él le costaba respirar con comodidad.

De verdad que no quería ver a su padre.

Yoongi podía ser ante todos un ser poderoso, seguro de sí mismo y sin miedo alguno. Lo era, él lo creía. Pero cuando estaba con su padre todo cambiaba, era la única persona que lo hacía sentir inseguro y con ganas de salir corriendo antes de ser herido. Su gran pedestal era quemado con la simple mirada desaprobatoria de su padre.

Odiaba esa sensación.

Visualizó un Seven Eleven, el mismo al que iba cuando era un mocoso porque era el más cercano a su casa. Se le metió al auto del carril de la orilla y casi derrapando entró al estacionamiento de la tienda convencional. Compraría alcohol, con una botella de soju bastaría para beberla por completo hasta casa y le daría un poco de confianza. Salió del Seven ya bebiendo de ella, subió al auto y condujo lo que restaba hasta llegar a su casa, estacionó su auto al lado del Forte de su padre, dio el último trago a la botella verde y bajó.

— Estoy en casa.— Gritó en la puerta mientras se quitaba los zapatos.

— ¿Yoongi-ah?— La voz de su madre llenó el abandonado ambiente. La vio salir de la sala, quitándose sus gafas de lectura con una mano y con la otra sosteniendo un libro. Yoongi sonrió.

— Hola, má.

La señora Min hizo una especie de chillido de felicidad y corrió hacía su hijo, Yoongi la abrazó y balanceó de un lado a otro. Su aroma corporal inundó sus fosas nasales y se sintió bien, ella era lo único que extrañaba de Daegu.

— ¡¡Yoongi!!— Ella lo miró de arriba hacia abajo, sonrió y le dio un golpe en el hombro.— Has crecido un poco.— Le guiñó un ojo, causando que su hijo riera y negara con la cabeza.

Medía 1.74, pero ahora 1.76; no tan alto como muchos chicos, pero tampoco bajo para las chicas. Su estatura siempre fue problema, pero ahora estaba bien con ella. Era divertido como la observación de su madre había sonado como si fuera algo extraordinario. Una vez más, la extrañaba.

— ¿Dónde está él?

La pregunta había salido forzada, su madre lo miró.

— Está terminando una auditoria en el despacho, cuando termine se reunirá con nosotros. ¿Quieres comer algo?

Given Up ➳ Yoongi {Save ME Book #4}Where stories live. Discover now