025.

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— Nunca imaginé esto.— Sunmi suspiró.— Mi tío...— Yoongi estaba igual.— Y yo nunca me enteré.

No habían tenido la oportunidad de hablar con el papá de Songkyu, hasta hoy, dos días después de enterarse de la dicha conexión. Estaban en camino a verlo; él no estaba enterado de nada, Sunmi lo citó y al principio su tío pensó que era algo referente a su padre, estaba listo para darle un ultimátum.

Yoongi ya tenía su auto devuelta, por lo menos habían empezado bien el día.

— Es hora.— Yoongi dijo. Bajaron del Charger, el restaurante donde habían sido citados, Sun lo conocía bien, pues era el favorito de su tío.

Tenía una tradición, todos los domingos desayunaba ahí, tomaba tres tazas de café muy caliente y leía el periódico. Desde que ella era niña lo hacía, Sun y Songkyu lo acompañaban algunas veces. Hasta la fecha.

Las campanillas del local tintinearon, anunciando la llegada de ambos. Había pocos clientes, todos adultos, era poco común que niños estuvieran en ese lugar. Sunmi miró al área izquierda y como era de esperarse, su tío estaba ahí sentado, en la tercera mesa, con la televisión colgada en la pared de enfrente. Sunmi apretó la mano de Yoongi y lo hizo caminar más rápido, plantándose frente a su tío.

— Por fin llegan.— Dijo él sin necesidad de quitar la vista de su periódico.— Siéntense.— Así lo hicieron, entonces quitó el periódico de su cara y miró con una sonrisa llena de amor a Sunmi.— ¿Cómo ha estado mi princesita?

¿Qué mierda?, pensó Yoongi.

El tío de Sunmi era como su papá, incluso cuando su padre seguía con ellas, su tío siempre estuvo al pendiente, en cada momento. Cuando el desgraciado se largó, la unión fue incluso más fuerte. Songkyu también se había quedado sin madre por culpa de una enfermedad; así como su papá era la figura paterna de Sunmi, la mamá de ella era la figura materna de Songkyu.

— Muy bien tío, ya sabes, la escuela un poco cansada, pero, ¡ya soy libre! Bueno, casi.

— Me alegra.— Sonrió.— Y bien...— Miró a Yoongi. Lo que había gritado su hijo la otra noche aún lo tenía inquieto, conocía a Yoongi, pero imaginarlo como el padre de sus casi nietos era extraño y no quería hacerlo por el momento.— ¿Qué necesitan?

— De casualidad...— Sunmi tragó duro.— ¿Conoces a la pandilla Jigoku?

Su tío la miró confundido, ella no tenía nada que ver con ellos, no tendría por qué.

— ¿Indagaste en las fotos viejas de tu madre?— Preguntó con una sonrisa divertida, Sunmi y Yoongi no se inmutaron.— Mierda, eso me dice que no.— Suspiró.— Espero que la respuesta a mi siguiente pregunta sea que no, ¿acaso tienen algo con ellos?

Yoongi y Sunmi se miraron el uno al otro, el señor Park dejó caer su cabeza derrotado.

— Eh...— Yoongi iba a decir algo, pero el tío de Sunmi daba miedo. Era una persona ruda, era reconocido por eso.— Todo es mi culpa, señor.

— No, no es tu culpa.— Saltó Sun a defender.— Es culpa de esos idiotas.

— ¿Me pueden explicar qué diablos pasó?

Los jóvenes asintieron, se sentaron correctamente, el señor Park serio frente a ellos y ligeramente apretando el periódico en sus manos.

— ¡Le tendieron una trampa a Yoongi!— Bramó Sunmi, Yoongi abrió los ojos sorprendidos y rápido buscó las manos de Sun, las tomó y empezó a acariciarlas para que se tranquilizara.

Given Up ➳ Yoongi {Save ME Book #4}Where stories live. Discover now