Narra Will:
Pasaron semanas, aparentemente todo había regresado a la normalidad, hablaba con los chicos, Max y Jane. Al conocer a la castaña me agradó al instante, a pesar de ser algo callada, es amable, atenta y dulce.
Con Mike la relación se mantenía en una amistad. Ciertas veces las cosas se ponían extrañas, silencios incómodos e intentos fallidos al querer besarme. Ese chico no se rendía, cada que veía la oportunidad intentaba acercarse a mis labios, lo que me hacía sentir extraño. La forma más extraña en que lo alejé fue poner a Dustin entre nosotros, y le besó la mejilla, después de ese incidente solo lo intenta cuando nos encontramos solos.
Caminé a la cocina, donde se encontraba Jonathan sirviendo lo que había preparado en unos platos, alzó la mirada, al verme sonrió.
—Ya está el desayuno, es aquel —señaló a la comida. Asentí.
—Gracias —agradecí mientras tomaba asiento.
—Y ¿Cómo te ha ido? —preguntó tomando asiento al frente mío y acercando un platillo a él.
—Bien, lo normal —sonreí, para después llevar un bocado de comida a la boca. Al tragar, proseguí—. Comparto clases con los chicos, ya sabes; Dustin, Lucas, Mike.
—Hablando de Mike... ¿Sabes algo de Nancy? —lo miré confundido ante su pregunta, ya hacía tiempo que no hablaba o preguntaba por ella.
—Lo único que sé es que sigue en casa de sus padres —hablé encogiéndome de hombros.
El desayuno transcurrió tranquilo, con una amena conversación. Al terminar, mi hermano tomó mi plato para lavarlo. Y emprendí camino a la escuela.
Al llegar los chicos esperaban en la entrada, lo cual ya era una costumbre. Aceleré mis pasos y caminamos a nuestra aula.
Tomamos asiento como de costumbre. Lucas y Dustin en frente, Mike y yo trás ellos, Max a mi lado y trás ella, Jane.
El profesor empezaba a retrasarse, y empezaba a aburrirme. Me di la vuelta para sacar mi libreta de dibujos, pero la voz de la pelirroja me detuvo.
—¿Hasta cuándo piensas hacerle caso a Mike? —susurró, la miré confundido.
«¿Cómo sabe al respecto?».
—¿De qué hablas? —cuestioné ingenuo.
—¡Vamos Byers!, Sabes de qué hablamos —dijo Jane inclinándose al frente, las miré con confusión.
—Vemaos... —empezó Max—. Carga tu mochila, te acompaña a casa, carga tu charola en la cafetería —hablaba mientras contaba con sus dedos cada punto—. Aparte la manera en que te mira lo dice todo.
—Ustedes saben perfectamente lo que pasó, no puedo perdonarlo fácilmente —protesté—, ya hablé con él al respecto, así que...
Él profesor entró y empezó la clase, las chicas no volvieron a hablar sobre el tema, al menos por el momento. Tal vez esté conspirando, pero siento que Mike les pide que hablen sobre lo que está ocurriendo. No me agrada esa conversación, de una u otra manera me hace sentir extraño.
Las horas pasaron, y el receso llegó. Caminamos hacia la cafetería como siempre. Primero 3 fueron a buscar una mesa, mientras los demás por los almuerzos. Siempre me quedaba con Max y Jane para escojer una mesa, y Dustin, Lucas y Mike por sus respectivos almuerzos, hacíamos esto ya que la cafetería se llenaba demasiado rápido y después no habia lugar para almorzar.
Los chicos llegaron y era turno de ir por nuestra comida, como siempre Mike me acompañaba según para "cerciorarse que esté bien".
Él estaba a punto de tomar mi charola pero lo detuve.
