Capítulo 6 (2/2)

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Narra Will:

Al llegar a la enfermería, hice una seña a Mike para que pasará primero, este asintió, y entró seguido por mi.

Vimos a una enfermera, esta era de tez aperlada, ojos oscuros, de baja estatura, cabello ondulado y con lentes. Ella concentrada revisaba unos papeles en un escritorio que no notó nuestra presencia, aclare mi garganta y está volteó su mirada a nosotros.

-Buenos días -dijo la enfermera sonriendo mientras acomodaba sus lentes.

-Buenos días -repetí-, hem... a mi amigo lo golpearon y tiene algunas heridas graves -voltee mi mirada a Mike, y lo tomé del brazo para acercarlo.

-Estoy bien -dijo avergonzado tocando su nuca.

-¿Eso crees? -pregunté divertido, y toqué uno de sus moretones de su rostro. Este se quejó, sonreí, al igual que la enfermera.

-Pasen por aquí -habló, para después guiarnos a una camilla-, te daremos algo para el dolor y para esos golpes que tienes -decía amablemente mientras sacaba un botiquín de primeros auxilios.

Estaba a punto de abrir el botiquín pero alguien la hablo a lo lejos, ella voltio y vio que le hicieron una señal para que se acercara. Está me vió.

-¿Puedes atenderlo? -preguntó.

-Claro, solo dígame que voy a hacer -respondí de la misma manera, ella sonrió. Lo irónico es que mi mamá siempre ha curado mis heridas, pero nunca me doy cuenta que me da para tomar.

La enfermera tomo el maletín y lo coloco en la mesita que estaba al lado de la camilla y lo abrió. Sacó crema, gasas, alcohol, algodón, cinta y unas pastillas.

-Primero le darás esto para que tome -Con una mano apuntó el frasco de pastillas-, aquí igual hay un vaso con agua. Segundo, limpiarás sus heridas con algodón y un poco de alcohol, para después ponerle un poco de crema y cubrirlo con gasa -tocó la cinta-. Y para que está no se caiga se le pone cinta -volvieron a gritar su nombre a lo lejos-. Gracias -agradeció un una sonrisa, la cual le devolví, y se marchó.

Me acerque a Mike y tomé asiento en una silla que estaba al lado de la camilla. Tomé el vaso con agua y el frasco de las pastillas y se las di. Este tomo una pastilla y me devolvió el vaso junto el frasco.

-Ahora limpiaré tus heridas -tomé algodón y le dejé caer unas gotas de alcohol-. Tienes golpes en el abdomen igual, ¿Verdad? -él asintió-. ¿Puedes quitarte el suéter y camisa?.

-¿Qué piensas hacerme, Byers? -preguntó divertido y con una sonrisa pícara.

-Eres un idiota, Wheeler -dije bajando mi mirada y sonriendo.

Este hizo caso a mis palabras anteriores, dejando su parte superior al descubierto.

-Esto dolerá un poco -dije mientras me acercaba a él le daba ligeros toques en los hematomas de su rostro. Hizo una ligera expresión de dolor-. Lo siento -me disculpé.

Al llegar a sus labios tragué saliva, y empecé a dar ligeros toques en estos. Su rostro estaba tan cerca al mío y eso me incomodaba.

-Will -dijo de repente y me sobresanlte, voltee a verlo y este río-. Te vez tan lindo limpiando mis heridas -coqueteó-. Si está es la única manera de tenerte cerca creo que me meteré en problemas más seguido.

-Ni creas que haré esto seguido -respondí-. Sólo lo hago porque la enfermera no pudo, es todo -proseguí limpiando en los moretones de su abdomen.

Al finalizar con la limpieza, era hora de empezar con la crema, dado al comentario que Mike hizo hace un momento, preferí alejarme, y le extendí la crema.

-Ten -él me miró fijamente.

-¿Qué? -dijo con un rostro de confusión.

-Lo que escuchaste, ponlo -dije mirándolo cerio-. No creas que yo lo haré por ti -me cruce de brazos.

-Por favor -suplicó haciendo un puchero.

-No, después de tu comentario mientras te ponía el alcohol, ya no pienso ayudarte -le dí una sonrisa de triunfo.

Mike tomó la crema de mala gana y se lo empezo a untar en donde se encontraban sus moretones.

-Listo -dijo mientras me entregaba el frasco.

-No -respondí, él me vió confundido. Tomé un poco de la crema y se empecé a aplicarla con unos ligeros toques en una herida que se encontraba en su pómulo derecho. Tomé una gasa y lo coloqué con ayuda de cinta en este lugar.

El azabache tomó mi muñeca, y miró directamente a mis ojos, sonrió. En extraño sentimiento empezó a recorrer mi cuerpo, mis manos empezaron a sudar y me puse nervioso.

-Gracias -agradeció sin despegar su mirada de mi.

-No hay de que, sabes que eres mi amigo y yo siempre estaré aquí para ti -dije mientras le dedicaba una sonrisa sincera y quité mi muñeca de su agarre. Frunció un poco el seño.

-Amigo -susurró para si. Decidí ignorarlo y guardar las cosas. Al finalizar este volvió a hablar-. Will.

Dicho esto no me dio tiempo de responder. Tomó mi brazo, haciendo que volteara para él, tomó con una de sus manos mi mentón y acercó su rostro al mío. Lentamente rozó nuestras narices y empezó a acercarse con cuidado a mis labios.

Al ser los movimientos rápidos no sabía cómo reaccionar, estaba en Shock, puse una de mis manos en su pecho, aún descubierto, y con cuidado lo alejé lo suficientemente para que sus labios no tocaran los míos, pero su así estar a centímetros de él.

-No, Mike -suspiré-, no es el momento -nuestras narices rozaron.

-Asi que... ¿Sí lo harías? -intentó acercarse de nuevo. Pero lo alejé de nuevo un poco.

-No quise decir eso -sentí una extraña sensación nuevamente recorrer mi espalda, y mis mejillas empezaron a hervir-. Ha... -fue lo único que pude amortiguar. El ambiente estaba empezando a tornarse incómodo, por lo que cambié de tema-, será mejor que pongas tu camisa y suéter -me alejé con prisa de él y me di la media vuelta, no podría dejarlo ver mi rostro.

-Como digas, cariño -dijo con una sonrisa coqueta. rodee mis ojos y no le tome importancia a su comentario.

-Ten -le entregué una gasa, él me miró confundido-, para tu labio -dije mientras le señalaba el lugar. Este lo tomó y colocó en el lugar mencionado.

Colocó su ropa y se incorporó.

Salimos de la enfermería y caminamos a la siguiente clase que estaba a punto de comenzar. los chicos se nos acercaron y empezaron a hacer preguntas a Mike. Cómo; "¿Estás bien?", "¿Te sientes mejor?". Este solo asentía.

Al llegar al aula, esperamos la llegada de la profesora. Al llegar empezó a escribir algo en el pizarrón, saqué mi cuaderno y mi lápiz para empezar a tomar apuntes.

-Will... -susurró Mike mientras ponía su mano sobre la mía, la cual estaba recargada en mi mesa, en ese instante sentí que una electricidad me pasó por todo mi cuerpo.

«¿Qué me está pasando?».

-¿Que pasa? -pregunté mientras lo volteaba a ver.

-¿Tienes un lápiz que me prestes?, El mío se perdió -dijo con una leve risa.

-S-si claro -dije, quite mi mano que Mike estaba tocando para poder abrir mi mochila y sacar un lápiz y entregárselo.

-Gracias -agradeció tomando el lápiz mientras me dedicaba una sonrisa, junto con un guiño de ojo.

Terminaron las clases y Mike me acompaño de nuevo a mi casa. Ya se estaba haciendo una costumbre que siempre lo hiciera, al llegar se despidió de mi y se marchó.

Al entrar me tiré en mi cama y me quedé mirando en techo. No sé que me estaba pasando, aquella electricidad, ese sonrojo cuando estábamos en la enfermería... No será que... Esos sentimientos que ya había dado por muertos ¿Estaban apareciendo nuevamente?.

No, no creo, eso es imposible.

Enséñame a Amarte // Byler Where stories live. Discover now