XII

4.2K 183 24
                                    


-Tenemos que hablar. Esto me parece muy injusto.

De todas las cosas que Mimi esperaba, que al volver a casa la mañana siguiente todos sus amigos estuvieran en su habitación era lo no entraba en sus planes.

No iba a fingir que era la primera vez que pasaba, todos ellos tenían la mala costumbre de no saber respetar los límites de la privacidad, y parecían adorar violar la intimidad de los demás -para desgracia de Mimi les encantaba meter las narices en todas sus cosas.

-Es genial que lo primero que vea esta mañana sea que habéis ocupado mi habitación como si nada.

-No mientas, no es lo primero que has visto esta mañana -contestó Aitana con una sonrisita- Según me ha dicho Amaia has visto algo que te interesaba más.

Genial, ahora ni siquiera iba a poder rascarse la nariz sin que alguno de sus amigos se enterara. ¿Por qué había decidido que presentar a Amaia y Aitana era buena idea? Ya tenía bastante con Nerea enterándose de absolutamente todo sin que nadie supiera como -la teoría de Mimi era que tenía pinchados sus teléfonos, pero no podía probarlo-, y ahora iba a tener que lidiar con ellas dos más Ricky.

-He visto un gato al levantarme así que, sí, era una vista más agradable.

-Y cuéntanos ¿de quién era ese gato?

-No te interesa.

-Sí que me interesa. Mucho, la verdad -rebatió Ricky.

-¿Podemos dejar de fingir que no sabemos con quien estuvo anoche y preguntarle por lo importante? -le daba un poco de miedo lo que Nerea pudiera soltar después de eso- Mimi, ¿te has acostado por fin con Ana?

-¡Nerea!

-¿Qué? Es lo que estábamos pensando todos, no disimuléis ahora porque ella esté delante.

-¿No tenéis nada mejor que hacer un sábado a las... -cogió el móvil para ver qué hora era- ...nueve y media de la mañana que meteros en mi vida?

-Eh... no.

-Pues no.

-Yo no quería estar aquí, pero me han hecho venir para dar apoyo.

-Thalía cállate. Yo tampoco -dijo Agoney, cuyas ojeras eran más que evidentes.

-Ya ves, Mimi, nos interesas mucho.

-Y hablando de interesar -Aitana se levantó como un resorte de la cama- Nos interesa saber qué haces aquí tan pronto.

Dudaba entre decirles el motivo o volver a mandarles a la mierda. La segunda opción sonaba mejor, a decir verdad, pero también implicaba que no se los quitaría de encima en un buen rato. Aunque en realidad daba igual lo que hiciera, no iba a conseguir que esos pesados la dejaran volver a dormirse, que era lo único que quería hacer en ese momento.

-Ana tenía que trabajar.

Igual con respuestas cortas era bastante.

-Entonces ¿a qué te ha dado tiempo? Danos datos.

-El único dato que os voy a dar es que tengo mucho sueño, así que fuera de mi cuarto. Todos.

-Pero no nos puedes dejar así –protestó Nerea- Llevamos esperando desde anoche cuando Amaia le envío el mensaje a Aitana.

Empezaba a preocuparle que no hubieran ido por la mañana a su casa, sino que llevaran allí desde anoche para asegurarse de pillarla en cuanto apareciera. A decir verdad no le extrañaría viniendo de ellos.

Besos en GuerraWhere stories live. Discover now