Capítulo 10

1.5K 51 3
                                    

Narra Aitana

La verdad es que le había dicho que me quedaba con él porque me sentía muy a gusto y no quería arruinarle la fiesta, no quería irse a la cama, y yo tampoco tenía mucho sueño, pero no sabía que decirle, esperaba que pronto él sacase un tema de conversación.

-Bueno, ¿estás nerviosa por mañana?

-Sí, bastante. Ahora que he llegado hasta aquí tengo más ganas de entrar que nunca.

-Estate tranquila, tú vas a entrar 100% seguro.

-Gracias, pero sé que lo dices por compromiso. –dije a la vez que una sonrisa vergonzosa salía de mi voca.

-No, lo digo en serio. Tienes luz propia Aitana. Sólo con eso tienes de sobra para entrar en el concurso y llegar muy lejos. Me atrevería incluso a decir que puedes ganar. –esas palabras hicieron que mis mejillas se sonrojasen. ¿Cómo podía creer más en mí una persona que conocía desde hace dos semanas que mi novio?

-Muchas gracias, en serio. Tú también tienes muchas posibilidades.

-No. –echó a reír. –Eso sí que lo estás diciendo por compromiso.

-No, en serio, a mí me encanta tu voz.

-Aitana, los dos sabemos que no tengo nada que hacer contra ti y contra muchos de los que están aquí.

-¿Por qué piensas eso? ¡Qué pesimista!

-Es la verdad. Hay incluso gente que se ha quedado atrás que cantaba muy bien.

-Pero has pasado tú, eso quiere decir que tienes algo especial. Si no te habrías marchado en la primera ronda. –dije sonriendo para que notara que lo que le estaba diciendo era verdad y para que confiara en él mismo.

Narra Cepeda.

Hablar con Aitana me hacía sentir extremadamente bien. Me entendía y, aunque supiera que me estaba mintiendo cuando trataba de animarme, no podía evitar que me transmitiese tranquilidad. En serio, esa niña tenía algo especial, tenía luz. Con eso iba a llegar lejos.

-¿Cuándo te hagas famosa me dedicarás una canción?

-Si la cantas conmigo sí.

Nos quedamos en silencio, mirándonos a los ojos. Ni ella se esperaba la pregunta ni mucho menos yo me esperaba la respuesta. Los dos nos empezamos a acercar, muy poco a poco.

-Trato hecho. –dije cuando nuestras cabezas estaban a menos de 10 cm.

-¡Cepeda! –gritó Roi desde la ventana de nuestra habitación, que daba a la terraza. -¿Vas a subir algún día? Son más de las once, os recuerdo que mañana nos levantamos a las siete, tenéis que descansar si queréis pasar la prueba final.

-Ahora subo.

Narra Aitana.

Menos mal que Roi habló desde la ventana. En ese momento no estaba pensando en nada. Nos estábamos acercando demasiado. ¿Por qué? No estaba entendiendo nada. ¿A caso nos habríamos besado si Roi no hubiese intervenido? Una gran serie de dudas se repetían en mi cabeza. Me sentía un poco incómoda ahora con Cepeda, pero intentaba seguir hablándole igual, para que nuestra relación de AMISTAD, que estaba yendo súper bien no se rompiese antes de entrar.

Subimos juntos en el ascensor. Apenas entablamos conversación durante el trayecto desde la terraza hasta mi habitación.

-Buenas noches. –dije cuando llegué a la puerta de mi cuarto.

-Descansa. –dijo él dándome un beso en la cabeza y siguiendo su recorrido hasta la habitación que compartía con Roi. Me había dado un beso, en la cabeza, nunca antes lo había hecho. Me sentí rara, pero a la vez me encantó el gesto. Entré en la habitación, sin despertar a Nerea y me eché en la cama. Mandé el mensaje de buenas noches a Vicente después de leer el que me había escrito él a mí y me quedé dormida.

Narra Cepeda.

Cuando llegué a la habitación Roi me estaba esperando con el pijama puesto y ya metido en la cama, pero con la luz encendida y usando el móvil. Yo me empecé a preparar para meterme en la cama.

-Tenemos que hablar, Cepeda. –me sorprendieron las palabras de Roi, justo cuando iba a apagar la luz de la habitación.

-¿Qué te pasa?

-A mí nada, ¿qué te pasa a ti?

-¿Qué?

-Cepeda, te he visto con Aitana ahí abajo. Estabais a punto de besaros. ¿Tú no tenías novia? Además, ella también tiene novio.

-Roi, con Aitana no pasa nada, somos amigos. Ya sé que los dos tenemos pareja, pero podemos ser amigos aun así, ¿no?

-Claro que podéis ser amigos, pero ¿me vas a explicar entonces por qué estabais a punto de besaros?

-No estábamos a punto de besarnos.

-Cepeda, os he visto. Estabais muy juntos.

-Te habrá parecido. Estábamos a una distancia normal.

-¿Esto te parece una distancia normal? –dijo Roi levantándose de la cama y acercándose tanto a mí que me asustó.

-Bueno, igual sí que estábamos cerca, pero no nos íbamos a besar. Ella tiene novio, nunca me besaría.

-O sea, que tú sí.

-No, yo tampoco. Somos amigos, no me la jugaría así aunque no tuviéramos pareja. Así que con pareja menos.

-Pero, ¿te gusta Aitana?

-¿Cómo me va a gustar? La conozco sólo desde hace dos semanas.

-Bueno, pero te atrae. No tiene nada de malo. A mí también hay gente que me atrae, aunque esté súper enamorado de mi novia, es una atracción física, sin más.

-Ni siquiera una atracción física, Roi, no me atrae Aitana, la veo como una niña pequeña. Y fin de la discusión. –apagué las luces porque no estaba muy seguro de lo que contestarle a Roi si seguía haciéndome preguntas. Sabía que si él no nos hubiera interrumpido, probablemente Aitana y yo nos habríamos besado. Físicamente Aitana sí que me atraía, me atraía mucho. Era una chica muy guapa. Pero los dos teníamos pareja y estábamos enamorados de ellos en serio. Además, nuestra relación era sólo de amistad, y era muy bonita así. No quería echar a perder todo lo que tenía con Graciela y con Aitana sólo por un calentón, porque no era otra cosa. Sólo conocía a Aitana desde hace dos semanas, era imposible que me gustase para algo más.

Narra Aitana.

Cuando me desperté, lo primero en lo que pensé fue en lo que había pasado la noche anterior. Había tenido tan cerca a Cepeda que ahora me daba vergüenza mirarle a la cara. Sé que si Roi no nos hubiera interrumpido, por mi parte, habría habido beso. Amaba a Vicente, por encima de todo, pero Cepeda... Cepeda era muy guapo, su cuerpo era perfecto y, además, olía demasiado bien. Era imposible que no me atrajera un chico como él. Aun así, besarlo habría sido un error. Si entrábamos los dos a la academia habiéndonos besado, la convivencia podría ser algo realmente difícil. Las cosas estaban mejor así.

-Buenos días, Aitana. –dijo Nerea saliendo de la ducha.

-Buenos días. –contesté mientras me levantaba para entrar al baño y hacer lo mismo que Nerea.

Bajamos a desayunar media hora después, las dos juntas. Cuando llegamos abajo no estaban ninguno de mis amigos más íntimos, por así decirlo, así que Nerea me invitó a que me quedase a desayunar con los suyos. Ellos eran Ricky, Agoney, Raoul, Mireya y Miriam. Estuve muy a gusto desayunando con ellos. Eran también muy simpáticos. Tenía claro que al menos Agoney, Miriam y Nerea iban a entrar. Los otros también tenían muchas posibilidades, pero me acordaba del casting de ellos tres y fue expectacular.

Cuando acabamos de desayunar subimos a la habitación para terminar de prepararnos e ir al casting final, cada vez estaba más nerviosa, no me quería enfrentar a que el jurado me dijera que no.

Iluminas todo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora