Iluminas todo

Capítulo 21

Narra Aitana.
-Estaba incómodo, ¿verdad? -me preguntó Miriam cuando Cepeda abandonó la habitación.
-Supongo, ¿tú no estás incómoda?
-¿Yo? No. ¿Por qué lo dices?
-No sé... Como os besasteis ayer y os habéis duchado prácticamente juntos... -lo único que estaba intentando era que Miriam me dijese si le gustaba Cepeda o si se lo tomaba a broma y, simplemente, le veía como un amigo o compañero de concurso.
-Hombre... Yo no diría que nos hemos duchado juntos precisamente.
-Bueno, pero estabais los dos solos dentro del baño, y desnudos.
-Pero cada uno estaba a lo suyo.
-Claro, a lo suyo...
-¿Y a ti por qué te molesta que me duche o me bese con Cepeda? ¿A caso te gusta?
-Pero si no me molesta. -dije fingiendo una risa muy sobreactuada. -Solamente te estaba hablando de la incomodidad de la situación.
-¿Tú estabas incómoda? ¿Hay algo que quieras contarme?
-No, tranquila, cuando quiera contarte algo te buscaré.
Dicho esto, salí de la habitación hacia el comedor para almorzar con mis compañeros. La conversación con Miriam me había puesto un poco nerviosa. Intuía que entre Cepeda y ella había algo de atracción, y eso, aunque no lo quisiese admitir, me molestaba un poco. Por otro lado, me quedé pensando en mi conversación con ella y me di cuenta de que había sido un poco borde y cortante con ella. Casi ni nos conocíamos, y yo le estaba haciendo la cruz porque intuía algo entre Cepeda y ella. ¿Qué me estaba pasando? No entendía nada. Solamente sentía un agobio por dentro que casi no me dejaba ni respirar libremente. La situación era surrealista. Yo, Aitana Ocaña, tenía novio, Vicente, con el que llevaba saliendo más de un año y al que amaba. Pero de repente Luis Cepeda aparece en mi vida y me vuelve loca. Y por ese motivo estoy cortando la relación con otra compañera del concurso que no tenía nada que ver.
Después de desayunar me senté en el sofá junto a Amaia. Me gustaría ir con mis amigos más cercanos, pero no estoy preparada para ver a Cepeda, todavía estoy incómoda, necesito resolver mis dudas.
-¿Qué te pasa? Estás muy seria. -me preguntó Amaia, que no paraba de hablar mientras yo solo contestaba con monosílabos.
-Nada.
-Sé que te pasa algo. ¿Por qué no me lo quieres contar? Sé que no somos muy amigas, pero puedes confiar en mí.
Le sonreí cuando dijo eso. Realmente sabía que podía confiar en Amaia, me daba una sensación de confianza similar a la que tenía con mis amigas de fuera.
-No es nada, en serio, ¿me acompañas un momento al baño?
-Sí, total, no tengo nada que hacer.
Entré en uno de los baños donde estaban las duchas y ella me siguió. Obviamente, si quería contarle mi problema no podía ser delante de las cámaras.
-En realidad no tengo que hacer nada en el baño, es solo que delante de las cámaras no puedo hablar de esto.
-Oh, vale, tranquila.
-Bueno, te cuento... Resulta que yo tengo novio, como dije en la gala 0. Se llama Vicente y es un amor. Lo quiero demasiado. Llevamos más de un año saliendo juntos. Ha sido mi primer todo. Mi primer beso, mi promer novio, mi primera vez...
-Oooohh, que bonitos. ¿Y cuál es el problema?
-El problema es que, desde que conocí a una persona en los castings tengo una especie de obsesión con ella. No puedo evitarlo. Se acerca a mí y me pongo nerviosa, se acerca a otras y me muero de celos... No sé que me está pasando.
-Que te gusta la otra persona, más claro agua.
-Pero yo estoy enamorada de Vicente.
-Bueno, pero puede ser que, aunque estés enamorada de una persona, otra te guste o te atraiga.
-Ya... Pero no quiero que me pase eso...
-Pero es que es inevitable. Tú no eliges quien te atrae o quien no.
-Joder... Yo estaba muy bien antes de venir aquí, en serio, ojalá no me hubiese presentado.
-¿Pero que dices? Esta es la mejor experiencia de tu vida y lo que va a venir después todavía será mejor.
-No es por eso, es por el lio que tengo ahora en la cabeza.
-No pienses en ello. El tiempo lo pone todo en su lugar. Si las cosas tienen que ser como eran antes, así serán. Y si no habrá que adaptarse en los cambios. Tú déjate llevar y no pienses más en eso.
-Buah, Amaia, muchísimas gracias por escucharme, en serio, y por intentar ayudarme.
La abracé y ella me abrazó. Estuvimos así durante unos segundos, sentadas en el suelo del baño y decidimos salir porque empezaban las clases.

Narra Cepeda.
Después de la clase de cultura musical, que fue más interesante de lo que me esperaba, tocaba bailar. Sabía que había este tipo de clases en la academia y la verdad es que no me gustaba nada la idea. ¿Por qué tenía que saber bailar si lo que realmente quería era cantar sentado o de pie, pero sin moverme mucho? No lograba entenderlo. Pero bueno, aún así, era obligatorio acudir.
Lo estaba pasando realmente mal. Solamente algunas personas sabían bailar. Entre ellas Mimi, que había sido concursante de Fama, un reality que consistía precisamente en bailar. En realidad me estaba divirtiendo, intentaba hacerlo bien y seguir los pasos, pero me lo tomaba un poco a broma porque ya sabía que no me iba a salir ninguno. La que parecía que no se lo había tomado tanto a broma era Aitana, que, después de quejarse muchas veces de que no le salían los pasos, se echó a llorar. Todos la miramos extrañados, sobre todo la profesora.
-Ei, Aitana, ¿qué pasa?
-Que no me sale ningún paso, no sé bailar, no puedo seguir a los demás y me agobio mucho.
-Pero no te preocupes por eso, estamos aquí para aprender. La mitad de la clase no sabe bailar. Ya verás como dentro de poco consigues hacerlo perfectamente, sólo hay que trabajar.
-Si realmente piensas que lo estás haciendo mal es porque no me has visto a mí. -le dije al oido mientras volvíamos a colocarnos en la posición inicial. Ella sonrió y me relajé un poco. No me gustaba ver a la gente llorar y menos a ella. Le estaba empezando a coger un cariño especial, como si fuera mi hermana pequeña. Aunque era consciente de que la atracción que sentía hacia ella no era precisamente de hermanos, el cariño era mayor. Ahora me daba cuenta de que lo que había pasado entre nosotros había sido un error más grave de lo que pensaba.
-Bueno chicos, para ser la primera clase no lo habéis hecho nada mal, aunque hay algunos que tienen más nivel y otros que deberían esforzarse más. -dijo la profesora mirándome directamente. Sabía que no me había esforzado lo suficiente, pero aunque lo hiciera, nunca me saldría. Sólo me consolaba una cosa: que Roi lo hacía incluso peor que yo.
Fuimos a comer después de despedirnos de la profesora. Había macarrones y un poco de conejo con ali-oli. Las raciones que comíamos eran demasiado pequeñas comparando con lo que estaba acostumbrado a comer, por lo que solía pasar bastante hambre.
-Yo no voy a comer ali-oli porque se me repite todo el rato. -me dijo Aitana justo cuando acababa de darle un mordisco al pan que había cubierto con esa salsa.
-¿En serio me lo estás diciendo?
-Sí, pero come, come. Que si no se te repite a mí me da completamente igual, tranquilo.
-Jolin... Es que ahora me sabe mal...
-Que no lo he dicho por eso, en serio, come tranquilo.
Después de acabar de comer lo primero que hice fue ir a lavarme los dientes. Estaba avergonzado por si le echaba todo el aliento a ajo a Aitana.
El primer ensayo que teníamos por la tarde era con Laura. Ajustamos la melodía individual y la parte del duo. Nos dijo que la cantaramos cuando ya teníamos todo preparado.
-Buah, es que ahora me da cosa. -dije mientras Aitana me miraba frunciendo el ceño como si no entendiera nada.
-¿De qué hablas? -preguntó Laura.
-Es que he comido ali-oli.
Aitana echó a reír y le contó a Laura lo que había pasado durante la comida.
-Pero que no te huele, en serio, yo no lo he olido.
Me quedé un poco más tranquilo. Sabía que si me olía de verdad Aitana no se cortaría un pelo y me lo diría.
Después de la clase con Laura, fuimos al salón para dar clase con los Javis. Sabía que sería una clase bastante incómoda, pero divertida.
Tuvimos que interpretar a una pareja que estaba discutiendo, me gustó el ejercicio. No fue incómodo, al contrario, me divertí mucho haciendo el teatrillo improvisado. La parte incómoda llegó más tarde.

Segundo capítulo de hoy. Espero que os guste. Voy a intentar subir uno más hoy. Si no ya sabéis que lo tendréis el jueves.