Iluminas todo

Capítulo 11

Narra Cepeda.

Llegamos, una vez más, al edificio en el que se iban a llevar a cabo los castings. Cada vez que entraba ahí me ponía igual de nervioso. No sabía lo que pasaría hoy, lo que sí sabía era que estaba muy orgulloso de mí mismo por haber llegado hasta la prueba final y de que había conocido a gente que me llevaba para toda la vida. Eso sí, esperaba entrar en la academia y poder seguir conociendo a todos mis compañeros y aprender mucho sobre música.

Me tocaba cantar. Había ensayado mucho, pero no estaba seguro de que me fuese a salir tan bien como esperaba, eso hacía que me pusiera aún más nervioso. Subí al escenario y los primeros acordes de "Dancing o my own" comenzaron a sonar. Tenía claro cómo debía interpretar esa canción. Narraba una historia muy clara. Sólo tenía que pensar que Graciela se iba con otro hombre. De eso trataba la canción, ver al amor de tu vida con otra persona. Entre todas las personas que me miraban atentamente yo busqué a mis amigos, mirar al jurado hacía que me pusiera más nervioso aún de lo que estaba.

Narra Aitana.

Me estaba encantando la actuación de Cepeda. Su voz me transmitía muchísima tranquilidad, sería capaz de estar escuchándolo durante horas. Me emocionaba en serio. Él, cantando esa canción, era perfecto. Alguna lágrima se deslizó por mis mejillas hasta que me miró. Sí, me estaba mirando a mí, directamente a los ojos. Me quedé hipnotizada mirándole, era increíble lo que llegaba a transmitir sólo con la voz. Acabó su actuación y aplaudí mientras la última lágrima salía de mi ojo derecho.

Cepeda bajó del escenario y vino hacia donde estábamos sentados nosotros. Se sentó a mi lado y me dio un beso en la cabeza, igual que había hecho anteriormente, me encantaba que lo hiciera, me sentía genial.

Después de que varios de nuestros compañeros cantaran me tocó cantar a mí. Iba a cantar "Chandelier" de Sia. Esperaba que me saliese súper bien y que me cogiesen, pero el nivel estaba muy alto y no estaba segura de poder entrar en la academia.

Narra Cepeda.

Mientras cantaba me di cuenta de que Aitana se había emocionado con mi actuación. Eso era señal de que me estaba saliendo bastante bien. La miré hasta que la actuación acabó. Cuando bajé del escenario fui directo hacia ella y le di un beso en la cabeza para consolarla. Siempre lo hacía con las personas que apreciaba, y Aitana ya era una de esas personas.

Tras unas excelentísimas actuaciones de mis compañeros le tocó cantar a Aitana.

-Mucha suerte. –le dije mientras una amplia sonrisa salía de mi boca.

-Gracias. –me contestó con la misma expresión.

Cuando empezó a cantar desconecté del mundo exterior. Era fantástica, no había nadie que tuviese la misma luz que ella, era especial, nunca había visto nada igual. Era obvio que Aitana entraría en la academia, ahora lo tenía incluso más claro que antes de hacer el casting final. Igual que yo la había mirado durante mi actuación, ella también dirigió algunas de sus miradas hacia donde yo estaba sentado. Cuando acabó la música Roi no paraba de mirarme y reírse solo.

-¿Qué te pasa?

-Que te estaba hablando durante la actuación y ni te enterabas, Cepeda. Estabas embobadísimo.

-Es que es tan genial.

-Graciela también es genial, te lo recuerdo.

-No empieces, Roi, son geniales en distintos sentidos.

Aitana llegó a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja, se notaba que sabía que le había salido súper bien.

Después de que todas las actuaciones acabaran salimos a comer algo. Todos nos estábamos muriendo de hambre. Pero antes de que nos dejaran pasar al comedor nos hicieron entrevistas a muchos de los que nos encontrábamos ahí.

-Entrevístala a ella, esa chica es genial. –le dije a una periodista señalando a Aitana después de que me entrevistase a mí.

Media hora más tarde el comedor se abrió y todos fuimos como buitres hacia la comida. Por la tarde, concretamente a las siete, nos dirían quienes pasábamos y quiénes no.

Narra Aitana.

Cuando llegaron las siete de la tarde Noemí fue llamándonos de uno en uno. Yo era de las primeras. Noemí me dio un sobre, después de decirme algunas palabras que fueron grabadas por las cámaras, subí en un ascensor hasta lo más alto de un edificio y, una vez allí me dieron una señal y empecé a leer el sobre.

¡Había pasado! ¡No podía ser verdad! ¡Era una de las 18 concursantes de OT 2017 que iba a participar en la gala 0! No podía estar más feliz. Cuando entré a la salita donde estaban los concursantes elegidos ya me estaban esperando Roi y Ana, pero Mimi y Cepeda no habían entrado todavía, tampoco habían subido, así que me tranquilicé bastante.

Narra Cepeda.

Me quedé de los últimos. Estaba súper nervioso porque todos mis amigos habían subido ya y no sabía si los habían cogido o no. De repente dijeron mi nombre y me acerqué hasta donde estaba Noemí Galera con un sobre con mi nombre. Me lo dio y subí en un ascensor hasta la última planta. Cuando llegué, abrí el sobre y empecé a leer. Pensaba que no me iban a coger, todo indicaba a que me iba a tener que ir a casa en el casting final, sin pisar el plató de OT. Pero la carta dio un giro inesperado en el último momento y entré. ¡Entré! ¡Imposible! Nunca me lo habría imaginado, pero el esfuerzo y la esperanza tuvieron su recompensa.

Fui corriendo a la sala donde se encontraban mis futuros compañeros, en el caso de que pasase la gala 0. La primera persona que vi fue ella. Aitana vino corriendo hacia mí, ella había pasado, en realidad no tenía ninguna duda de que iba a pasar.

Narra Aitana.

Sí, él también había pasado. Me lancé a sus brazos sin dudarlo. Estaba súper nerviosa, hasta que le vi aparecer en la sala. Diez segundos después me aparté para que pudiera abrazar a los demás. Ana, Roi y Mimi le estaban esperando con los brazos abiertos. Todos habíamos pasado, mi felicidad no podía ser mayor. Aunque le había cogido un poco de cariño a Paula y ella no había pasado a la siguiente fase.

Después de eso todos nos fuimos a cenar juntos. Seguramente nos iríamos de fiesta esa misma noche, antes de entrar en OT y que nuestras vidas cambiasen queríamos salir como personas a las que nadie conocía, ya que, si el programa iba bien, seríamos personas conocidas cuando saliésemos de ahí.