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NARRA AMAIA.
-Una canción compuesta por Raúl Gómez, un dúo, que va para Amaia y Alfred- nos dijo Noemí dándonos el libreto.
Nos levantamos los dos emocionados y fuimos a por el cuaderno.
-Dios mío qué bien Alfred, que emoción. - le dije cuando nos sentamos.
Entramos en la sala del piano con Manu, Noe y Raúl, el compositor.
-He intentado plasmar lo que ambos transmitís, o al menos lo que dejáis ver, a la gente que ve el programa. Espero que os guste.
Se me cayeron algunas lágrimas escuchando la canción por primera vez y le di la mano a Alfred por debajo de la mesa.
-Madre mía, es preciosa, voy a llorar mucho.
-Ay, muchas gracias Alfred, me alegro de que os guste, espero que podáis hacer magia los dos con ella.
Después de tomar los tonos y merendar, volvimos a la sala del piano para volver a escucharla y empezar a ensayarla.
-'... a tu lado creando una nueva ciudad...'
-ciudad... ciudad de las estrellas- le dije a Alfred, se acercó a mi y me abrazó por detrás.
-Es muy nosotros, ¿no crees? - preguntó.
Yo asentí con la cabeza y seguimos escuchándola.
Estuvimos hasta la hora del ensayo grupal en la sala, jugando a adivinar canciones, riéndonos y ensayando la canción de vez en cuando. Por un momento se me había olvidado que había cámaras, pero volví a la realidad cuando empezaron a llegar los demás para el ensayo.
Nunca prestaba mucha atención en las clases grupales porque siempre me dedicaba a mirar a Alfred y a reírme de lo que hacía cuando estaba con Manu.
-Luego cuando terminéis venid al sofá, tengo que hablar con vosotros- dijo Noe abriendo la puerta de la sala.
Cuando terminó el ensayo salimos para ir al comedor y nos sentamos todos en el sofá.
Poco después subió Noe diciéndonos que íbamos a cenar McDonalds y tendríamos una peli después de cenar. Mientras venia la comida nos salimos Ana Alfred y yo a la terraza. Fuera estuvimos hablando los tres de lo poco que quedaba de concurso.
-Me voy dentro, tengo frío. - dijo Ana.
Nos quedamos los dos en la terraza, Alfred cogió la guitarra y se puso a tocar, yo me senté a su lado escuchándole cantar. Me levanté y me puse en la parte que daba a la calle para ver un poco fuera, Alfred se levantó también y me abrazó por detrás como sabía que me gustaba.
-¿Cuando salgamos te vendrás algún día a Pamplona? - le pregunté.
-Y tanto, me encanta Navarra, y así puedo conocer más tu ciudad, tu casa...
Yo me giré y le rodeé el cuello con los brazos.
-¿De verdad? -
Él asintió y yo le sonreí, me acerqué un poco más a él y le di un pequeño beso en los labios, en seguida me separé y puse cara de sorprendida como hacía siempre que había cámaras. Él se rió y volvimos a sentarnos en la silla de la terraza.
Cantó nuestra canción con la guitarra y me enamoré aun más de ella, cuando terminó le di un par de besos en la mejilla y me quedé acurrucada en él un buen rato.
Noe nos aviso de que la cena estaba llegando, entramos dentro y nos sentamos en la mesa.
Cenamos todos entre risas y bromas y, cuando terminamos, nos fuimos todos al sofá para ver la peli.

NARRA ALFRED.
Me senté en una esquina del sofá y antes de que empezara la peli Amaia se sentó a mi lado. Durante la película pasó de estar sentada a estar tumbada encima de mí y yo acariciandole la cabeza. Cuando la película terminó todos se fueron a la habitación, pero Amaia y yo nos quedamos un rato en la misma postura sin decir nada.
-¿Vamos a la habitación? - le pregunté moviéndome un poco.
-Vale, pero a mi cama, que está más alejada del resto y quiero hablar un ratito.
Nos levantamos los dos y fuimos a la habitación, nos cambiamos y nos sentamos en la cama de Amaia igual que habíamos estado antes en el sofá.
-¿Crees que si vamos los dos a Eurovisión quedaremos bien? - me preguntó sacándome de mis pensamientos.
-No lo sé, prefiero no pensar en eso. Al fin y al cabo es solo un número y lo importante es que tú te quedes satisfecho con lo que has hecho. Más o menos como aquí, yo tengo claro que tú vas a ganar, pero a mí me da igual en que posición quede, porque lo estoy disfrutando muchísimo.
-Alfred no digas eso, no voy a ganar yo. Y ojalá vayamos los dos, sería súper emocionante vivir esa experiencia juntos. - dijo ella.
-Sí la verdad, me encantaría ir contigo- le contesté dándole un beso en la cabeza.
Ella se movió y se puso apoyada en las rodillas enfrente de mi.
-No llegamos a terminar lo del otro día. -insinuó levantando una ceja y mirando que todos estaban dormidos- igual es buen momento ¿no?
Yo me reí y moví mis manos hacia su cadera.
-¿Dónde quedó la Amaia que tenía vergüenza de que le cogiese de la mano?- dije sonriendo.
-No está, se perdió. - se rió acercándose a mi y me dio un beso.
Yo le seguí el beso y nos movimos hasta acabar ella encima de mi. Estuvimos así un rato bastante largo, hasta que nos cansamos y nos volvimos a tumbar.
-Creo que esto es lo que más voy a echar de menos fuera. - me dijo.
-No digas eso, que aún quedan dos semanas aquí y fuera en seguida me volverás a tener contigo, y sin gente que nos estorbe.
Ella se apoyó de un lado mientras yo hablaba y me empezó a acariciar la cara. Cuando terminé de hablar me dio otro beso, no tan largo esta vez, y se acostó de nuevo.
-Me gusta la propuesta- contestó y ambos nos reímos. - buenas noches, te quiero mucho.
-Yo también te quiero. - le dije y noté como me abrazaba por detrás, nos quedamos así los dos hasta que nos dormimos.

Después de las 2:36. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora