El amor romántico. 1.2

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¿Por qué escribo este libro utilizando en la mayoría de casos el género femenino? La respuesta tiene que ver con la conexión en este universo profundo de las mujeres, de cómo viven el amor y con que esta forma de vivirlo no es tan inocente ni casual.
El amor romántico no es consubstancial al ser humano, sino un producto histórico. Siempre hemos amado, pero el amor romántico nace con el amor cortés medieval, nace concretamente en los siglos XII y XIII.
Me refiero al hecho de sentir cosas como:

■ Necesitar entregarte totalmente a la otra persona.
■ Hacer de la otra persona el eje principal de tu existencia.
■ Vivir de manera bipolar: o extremadamente feliz o extremadamente desgraciada.
■ La otra persona está antes que una misma, una misma sólo es interesante cuando no hay manera de estar con él.
■ Ver el sacrificio, el perdón y la incondicionalidad como pruebas de amor.
■ Que la otra persona esté bien y te quiera es tu prioridad vital.
■ El mejor uso de tu tiempo es estar con la otra persona; todas las demás actividades, todo el mundo está por debajo de esta prioridad.
■ Como lo amas no amarás nunca más, hay un antes y un después.
■ No puedes imaginar un dolor mayor que el fin de la relación.
■ Tu principal misión, el momento más esperado, es el reencuentro.
■ Vigilas activamente -y con sumo temor- cualquier disminución en su interés hacia ti.
■ Lo idealizas.
■ Anhelas ayudar y apoyar a la otra persona sin reciprocidad ni gratitud.
■ Sientes que has llegado a la unión más íntima y definitiva de tu vida.

Todo ello está unido al convencimiento de que somos libres de amar. Que nuestros sentimientos son íntimos y personales y no están influidos por factores sociales ni culturales, puesto que sólo dependen de nuestra voluntad y conciencia. Esta concepción de independencia y fuerte sentido de la individualidad también tienen un momento histórico en el que aparece: el romanticismo del siglo XVIII.
Existen otras verdades muy interiorizadas que también merecen ser puestas en cuestión:

Que exista tu media naranja, la pareja predestinada, la única elección posible
Si es el amor de tu vida, el único amor posible, te creas dos problemas:

■ Un nivel de exigencia demasiado elevado, ya que debes dárselo todo porque es el elegido.
■ Una tolerancia excesiva, también se lo tienes que perdonar todo porque es el elegido.

Esta concepción, una vez más, tiene una relación directa con el hecho de someterte.
Además:

■ La pareja monógama y heterosexual es una construcción social, no es universal ni está presente en todas las épocas y culturas.
■ La exclusividad: solo puedes tener una relación amorosa.
■ La fidelidad: que todos los deseos pasionales sólo puede satisfacértelos una única persona.
■ Estas tres «verdades» son introducidas por el cristianismo en un momento muy determinado de la historia (san Agustín y santo Tomás).
■ El amor omnipotente: el amor lo puede todo y con el amor basta para resolver todos los problemas. Con el amor, en el amor, no es suficiente. Una relación puede ser inviable por mucho amor que se tenga.

No se trata de que seas una libertina si no lo deseas (fíjate que es posible que sientas una repulsión o una actitud defensiva inmediata ante estas ideas); de hecho, no tienes por qué cambiar tu visión del amor; se trata simplemente de ver que otras formas de amar son posibles y no hay una sola, única y verdadera.
La tuya puede ser muy convencional y a la vez completamente personal, pero hay algo en lo que estarás conforme conmigo: tu forma de entender el amor no ha de significar, por su concepción y características, que debas colocarte en una situación de inferioridad, porque cuando amas tienes la necesidad de someterte. Detecta si tienes relacionado «amor con dolor = amor del bueno». Si asocias amor con dolor, amor de verdad con que te dominen, te traten con indiferencia, te hagan sentir el abandono, te obliguen a luchar empecinadamente... llegarás a establecer que sólo el mejor amor, el que vale realmente la pena, el que es inmenso y poderoso, es aquel que puede hacerte sufrir. Podrías llegar a concluir: sufro, luego amo.

⠀El Amor No Duele.Where stories live. Discover now