𝐒𝐄𝐆𝐔𝐍𝐃𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄

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Y ahora tú

Con el amor no hay suficiente. Debería ser fundamento, la piedra angular, pero no la estructura completa. Es demasiado flexible y puede ceder fácilmente.

BETTE DAVIS

A pesar de que te hayas imaginado la felicidad completa al lado de alguien… existe, te lo aseguro, la posibilidad, que sólo depende de ti, de tener una vida de plenitud.
La idea es que para que dejes de obsesionarte con esa persona te construyas una vida tan interesante, con tanta satisfacción, bienestar, alegrías y posibilidades, que te resulte difícil vivir sentimientos y situaciones que, hasta ahora, has asociado al summum de la felicidad. La primera cosa que debes tener en cuenta es que, si pusieras en un plato de una balanza los llantos, tristezas, disgustos, sinsabores y los malos ratos que has pasado, y en la otra los grandes momentos gloriosos (precisamente tan deslumbrantes por la oscuridad de la tristeza que los envuelve), no creo que te saliera un saldo positivo en las cuentas del libro de la felicidad. Sentirse abandonada es una de las experiencias más traumáticas que se pueden experimentar. Se vive el mismo desamparo que si fuéramos abandonados, de pequeños, por nuestra madre. La desolación es absoluta, la pérdida de referentes y la enorme vulnerabilidad marcan una experiencia llena de angustia. Afecta a la autoestima, crea miedos e inseguridades y es mejor no tener que revivirlo jamás. Para evitarlo, debes trabajar en dos direcciones: escoger a alguien con la suficiente calidad humana (recuerda que es más fácil que alguien que te ha herido vuelva a herirte a que te hiera por primera vez alguien que jamás lo ha hecho). Y, en segundo lugar, convertirse una misma en un buen refugio en caso de tormenta. La garantía absoluta no es posible tenerla, pero vale la pena tomar todas las precauciones posibles antes de volver a saltar con el máximo ímpetu. ¿Cómo puedes saber que alguien no te abandonará? Sinceramente, lo más fácil para saber cómo actuará alguien en el futuro es observar cómo ha actuado en el pasado. Si deja a su pareja por ti, es posible que llegue un día en que te deje a ti por una nueva pareja. Sí, todos merecemos nuevas oportunidades y podemos cambiar, pero ten en cuenta este factor porque tu confianza no puede ser ciega.
Crear una vida interesante no es fácil; en otras palabras, ayudarte a señalarte las pistas para conseguir que tu propia vida te fascine y te tenga vorazmente entretenida —como el mejor de los amantes haría— no es sencillo.
Existen las soluciones banales, que ya habrás oído muchas veces: incluye en tu apretada agenda semanal algo que te guste, encuentra un momento para ti… y descubres desilusionada que al final tu vida sigue siendo igual, salvo por el hecho de que tienes una nueva actividad a la que dedicas los martes y los jueves de 8 a 9 y que estás a punto de abandonar porque no ves la diferencia entre tu vida de antes y la de ahora, en la que tienes un momento para ti que, básicamente, constituye una nueva obligación.
Voy a darte las pautas que considero indispensables para tener una buena vida. Puedes variar los elementos, pero no creo que sea posible una buena vida sin orientación ética, sin autoconocimiento, sin objetivos y sin disfrute. Es como si te dijera que la salud pasa por tener una buena genética, hábitos saludables (no fumar, tener un peso de salud, hacer un poco de deporte, dormir entre seis y ocho horas diarias…) y, a partir de aquí, que te inventaras cómo conseguir la mejor salud del mundo; por muy creativa que seas, vas a tener que pasar por las indicaciones anteriores.
Antes de entrar de lleno en cada una de las líneas de trabajo, voy a empezar por la base indispensable de cualquier proyecto: la madurez personal.

LA MADUREZ PERSONAL

La madurez significa convencerse de verdades fundamentales como que no todo es posible (recuerda lo que se ha comentado en relación con la tolerancia a la frustración en el capítulo «El amor inmune al realismo»).
Vivimos en una sociedad de falso triunfalismo constante. No siempre es posible lograr lo que una quiere, aun cuando se ponga todo el empeño en ello. Entender, aceptar y aprender a asumir con serenidad que nunca tendrás la relación que deseas con esa persona es empezar a tener bien puestos los pies en el suelo. La madurez también significa sacar el máximo partido a la realidad, sea ésta la que sea. La madurez personal es absolutamente indispensable para vivir y para todo lo que te propongas: dejar de fumar, mantener relaciones sólidas y profundas, tener buenos amigos, ser un buen padre o una buena madre, comportarse como un buen compañero de trabajo… Nuestra actitud vital es determinante en la relación con nuestro entorno. Nuestra libertad y responsabilidad empiezan y acaban con nuestro modo de responder a las circunstancias que nos ha tocado vivir. Luchar porque te tiene que querer sea como sea es una forma poco evolucionada tanto de vivir como de querer. Tienes obligaciones hacia ti, saber quién eres, descubrirte, ofrecerte la mejor vida posible. Ésta es tu misión vital y no el ser querida por determinada persona. Si te ha dejado y renuncias a tener interés por ti, le estás dando la razón a quien te ha abandonado, vuelves a decirte —pero de un modo mucho más doloroso— que no te quieres porque no te resultas suficiente interesante ni atractiva a ti misma. Todo lo que querías vivir con él, aún te es posible vivirlo contigo.
Mercedes es una mujer que no sabe disfrutar vivencias gratificantes si no es pensando que las podrá ofrecer a alguien más. Si encuentra un buen servicio, un buen terapeuta, un lugar especial o cualquier tesoro pequeño o grande, sólo lo vive pensando a quién se lo podrá ofrecer, personas queridas que lo necesitan y a las cuales les irá muy bien. No sabe lo que es disfrutar algo para sí misma, disfrutarlo intensa y solitariamente. Te recomiendo que leas este libro sin pensar a quién le puede ir bien, es para ti, es una experiencia personal tuya, aprovéchala sin distraerte pensando en quién puede compartirlo. Saber qué se quiere hacer con la propia vida es un diálogo incesante que sólo finaliza con la muerte. A pesar de ello, es necesaria una cierta coherencia biográfica que nos permita mirar hacia atrás y saber quiénes somos gracias a todo aquello que hemos llevado a cabo. Es como si ahondáramos en las raíces de nuestro yo para extraer la savia que nos permita empujar nuestra vida hacia un punto más elevado. Tener una actitud vital positiva y ser tan buena persona como sea posible son los mejores indicadores de una relación profunda e intensa con la vida. Es importante comprometernos con nuestro día a día, mejorar y desarrollar nuestras capacidades personales con el fin de tener una vida humanamente completa y realizada, una vida que nos acerque a la persona que deseamos ser, que nos lleve hasta nuestras vocaciones y sueños, en definitiva, que nos permita cumplir nuestro mejor destino como personas.
A partir de ahora quisiera que te centraras sólo en lo que cumpla estas dos premisas:

⠀El Amor No Duele.Where stories live. Discover now