ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀ

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Capítulo 32: 4to año

En esos días Remus y Regulus cuidaron de Aries.

Sirius simplemente se hizo a un lado y cuido de Harry, no quería admitirlo pero si le preocupaba un poco la mocosa. Mientras Potter se sentía intrigado por no saber nada de ella desde esa noche en el bosque. Solo vio como el hermano de su padrino la traía en sus brazos. Quiso ver porque le goteaba algo rojo por la oreja pero rápidamente él la llevó al área médica apartándola del resto.

Así que un día antes de partir al andén 9 ¾ se apoyó contra la puerta. Para cuando habian regresado su habitación ya estaba lista.

– Tranquila, respira, si– le trataba de tranquilizar Remus.

–Esto te va a arder un poco– dijo despacio Regulus, segundos después ella empezó a gritar.

Harry miro a través del picaporte y diviso como de su ojo salía un humo verde, el retrocedió asustado. Era su culpa, pero era un secreto entre él y ella. Nunca debió hacerle caso esa noche. Y ahora lo lamentaba.

(...)

–Listo ¿tienes todo? – pregunto Remus a Harry – ¿qué sucede? ¿estás bien? – le tocó la frente.

–Estoy bien Remus– le sonrió al lobo– Gracias por todo, me gustaría que este año fueras profesor DCAO–

–A mí también pero debo cuidar de Sirius. Claro y que no haga otra estupidez– ambos rieron pero callaron al ver bajar a Sirius.

– ¿Qué? –

–Nada – dijo divertido Harry.

–Remus, Regulus necesita tu ayuda– el Lupin abrió los ojos de golpe y salió corriendo escaleras arriba– Harry ya que estamos solos, hay algo que quiero darte– de su bolsillo saco un trozo de espejo roto– no se lo digas a Remus ni a Aries, con esto podré comunicarme contigo, nadie podrá rastrearnos y podré ayudarte si estás en peligro, así no dejare que otra vez eso sucios mortíferos te lleven con él ni te lastimen–

–Gracias padrino– el mayor pareció muy complacido– pero...– este cambio de expresión a una confundida– Aries necesita esto más que yo–

–No, tú lo necesitas más que ella. Tómalo, ella estará bien–

– ¿Entonces que le pasó la noche que Regulus la trajo en brazos? – Sirius no supo si decirle pero lo salvó en hecho de ver bajar a su hija de las escaleras.

–Bien, ya nos vamos– Dijo Remus tomando de la mano a su pequeña con el gato en sus hombros y el cabello tapándole la cara– Vamos Harry–

–Adiós papá...– susurro ella.

Los 4 se fueron en la camioneta negra, Remus le pidió que se sentará adelante con él.

El camino fue en total silencio. Las bromas que normalmente animaban el ambiente se fueron junto con el ojo de la animaga.

Harry quería ver que ocultaba ella bajo ese cabello ondulado.

– Listo, llegamos– se estacionó para después salir del auto negro.

Sacaron sus maletas de atrás, Harry quiso ayudarle pero ella ya estaba lejos. Quien llevaba el baúl era su padre.

–Tranquilo, necesita espacio– el asintió.

Al llegar al andén ella ya los esperaba, cruzaron y se encontraron con muchas personas.

–Bien, espero que tengan un buen año. No se metan en problemas, Harry espero que sigas siendo el capitán del equipo de Quidditch– le despeinó el cabello– y tú mi pequeña, sigue atrapando esa Snich, por favor sonríe– le peñisco la mejilla– por mi– ella sonrió un poco– ten cuidado hoy– hizo referencia a la luna– los amo– abrazo a ambos chicos– andén, vallan– ambos se iban cuando el más alto detuvo a Harry– cuídala por favor– pidió, este asintió y fue con ella.