ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀ

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Y al fin regrese!

Ya escribí la batalla de Hogwarts así que iba a ser un capítulo de 50 mil palabras o más pero lo dividí porque sino no publicaría hasta después de otra semana y se que no quieren eso (creo).

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Capítulo 82: Asalto en Gringotts

1 de mayo.

Disfraces, poción, capa de invicivilidad y cabello.

Ya todo parecía listo para aquello que llevaban semanas preparando y entrenando.

Aries finalmente se había desecho de las vendas y el trapo que sostenía su brazo.

Lo único que faltaba eran las varitas.

Claro, tenían varitas, las de Bellatrix, Narcissa y colagusano principalmente y después las suyas mescladas con las de los carroñeros que Dean logro tomar hacia un mes.

El problema era que Harry aún seguía sin tener varita, así que se vieron obligados a irrumpir la paz del pobre Ollivander quien después de tanto tiempo finalmente pudo descansar a salvo entre esas cuatro paredes.

De esta forma, Potter ingreso a preguntar por las varitas que habían hurtado, preguntándole si todavía servían a lo que este le respondio que sí, pero que debía tener cuidado con la de Lestrange dado que era demasiado peligrosa, muy explosiva y solia desgastar a su usuario.

Con esto en cuenta dejo tranquilo al mayor, saliendo de la habitación.

- ¿Y qué paso? -pregunto Hermione junto con todos los demas, incluyendo a Dean y Luna.

-Son seguras- respondio- Aries usara la de Bellatrix- se la paso- Yo me quedare con la de la madre de Draco. Y Dean- le paso la tercera varita- Quédate con la de colagusano-

A Luna no le paso ninguna puesto que el señor Ollivander, como recompensa a sus meses de amistad y único consuelo, le fabrico una hecha con los restos de las demas varitas de los carroñeros y pelo de cuando Dean y Aries estuvieron convertidos, pero bajo el efecto de la poción matalobos tres días atrás.

Álamo, 21 centímetros, núcleo de pelo de rougarou (hombrelobo) y flexible.

-Déjenme ir con ustedes- pidió el moreno, llevaba toda la semana insistiendo con ello. Él más que la rubia.

-Los necesitamos aquí. Estarán a salvo- decia el elegido mientras bajaba las escaleras- Ya se han arriesgado mucho-

-Harry- se intentó interponer en la puerta que daba al sótano.

-Perdón Luna- de forma suave la hizo a un lado para descender hasta la oscura habitación junto con el rubio, el pelirrojo y la castaña, la azabache, dejando en el marco de la puerta a la Ravenclaw y el Gryffindor, más siendo este quien tomo del brazo a la licántropa para atraerla.

-Aries...- replico insistente.

Pero esta suspiro- ¿Quieres llegar vivo para ver a Seamus o no? - le cuestiono arqueando una ceja.

El rostro del moreno se tiño en rojo mientras sus oscuros ojos se abrían de la impresión.

Oh sí.

En esas semanas el nuevo licántropo se había vuelto muy amigo de Lovegood y Black, la primera porque pese a su extraño carácter le parecía divertida y no rara como a todos los demas. Y luego la otra quien poseía su misma condición y lo entendía, ayudándolo a aceptarse y contándole como había logrado sobrevivir todos esos años en Hogwarts sin que nadie más que esos cuatro, más Neville, se enteraran.