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Esta cosa va a estar larga así que prepárense

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Capítulo 45: Merodeadores

La azabache seguía al alto murciélago de cabellos grasientos a un paso acelerado debido a que las piernas de este eran largas dando pasos más agigantados mientras esta apenas y le llegaba al hombro y sus piernas eran algo más cortas.

Snape apenas y la miraba por el rabillo del ojo analizándola. Aquella muchacha miraba su alrededor con mucha curiosidad o tal vez incredulidad mientras los estudiantes pasaban a su lado.

Su corto cabello negro que le llegaba a los hombros, sus grisáceos ojos, sus cicatrices y esa aura de rebeldía le provocaban asco pues le recordaba a aquel idiota amigo de su enemigo que siempre solía molestarlo. Le hecho un vistazo a su atuendo, camiseta negra de los Sex Pistols, jeans holgados y rotos remangados, en su cintura amarrada una camisa roja a cuadros y en su mano una chaqueta de cuero con un parche con la bandera de Francia, después unas botas de constructor con algo de barro.

Parecía la maldita copia de Sirius Black.

Aquello le revolvió el estómago.

Mientras ella tambien lo habia estado analizando.

El mini Snape era alto y escuálido con un porte serio y enfermizo, tal parecía su cabello siempre habia sido así de largo y grasiento mientras sus fríos ojos ónix se cargaban de algún tipo de resentimiento. Su uniforme se encontraba completamente pulcro dando una imagen seria y debía admitir que no le sorprendía el hecho de que sea prefecto, después de todo el hombre siempre habia sido así al parecer. Alguien seco.

–¿Podrías dejar de mirarme así? – solto con antipatía.

–Tu tambien lo estás haciendo– el muchacho rodo los ojos– Entonces... ¿Te llamas Severus? –este ni se dignó a responderle y siguió de frente– pero que conversador– mascullo.

Doblaron por un pasillo siendo recibidos por una esfera de fuego del tamaño de una manzana, el murciélago no reacciono a tiempo pero Aries si, sacando su varita y colocándose frente a este lanzando un hechizo convirtiéndolo en hielo y tirándola lejos.

El azabache solo la miro incrédulo, seguido alzo su vista topándose con aquel par de idiotas frunciendo el ceño amargamente– Potter, Black– escupió sus apellidos. Los muchachos se le acercaron.

– ¿Qué tal Quejicus? – saludo con malicia canuto.

–Pero miren a quien tenemos aquí– cornamenta le hecho una mirada a la recien llegada– Me imagino y eres nueva– La licántropa abrió los ojos con sorpresa, James Potter se encontraba frente a ella y vivo– ¿Cómo te llamas? – la menor abrió la boca con intenciones de responder.

–Eso no te incumbe Potter– interrumpió el murciélago en seco tomando del brazo a la muchacha con fuerza arrastrándola fuera de allí.

–Oye ya suéltame– forcejeaba ella– me estas lastimando idiota– este la ignoro y siguió caminando a pasos agigantados– ¡Te dije que me sueltas! –protesto pero el mini Snape solo la tomo con más fuerza obligándola a bajar las escaleras hasta las mazmorras, cerca del calabozo se encontraba la sala común de Slytherin. Ingresaron y la solto con brusquedad casi lanzándola.

–Ya cierra la boca– estaba harto de los lloriqueos de la azabache.

– ¡Eres un brusco! – le grito enojada sobándose el brazo. Para ser tan delgado era realmente fuerte.

–Ya deja de quejarte, te he soportado todo el camino Oldman– escupió acido.

–Púdrete– lo miro con odio. En eso una rubia salio por el pasillo hacia su sala común, la salvación del muchacho.

ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora