ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀ

•73•

Quien diga que el encierro no te afecta emocionalmente es un pelotudo.

Se que aquí vienen por la Aries, pero me he esto sintiendo del c*lo.

Sin más que decir.

Disfruten.

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Capítulo 73: Fuga en Boda

Tan solo salio el sol Aries se levantó a bañarse, ganándole el puesto a Ron y encerrándose dentro por más que sus protestas sonara de fondo.

Tras darse vuelta queriendo iniciar a desvestirse pego un salto hacia atrás junto con un corto grito en lo que abría sus ojos de golpe y bajaba su camiseta de tirantes.

Frente a ella se encontraba Regulus envuelta su cintura en una toalla azul, con los cabellos mojados, goteando y dejándose caer sobre el suelo. Traía en su mano izquierda una navaja de afeitar y la mitad de la barbilla cubierta de una espesa crema blanca.

Su físico se encontraba mucho mejor, ya no tan desnutrido ni mucho menos demacrado. Marcas como secuelas de sus diarias y constantes torturas seguían tatuadas por toda su piel, al igual que en ese antebrazo izquierdo su mayor arrepentimiento.

La marca tenebrosa era lo único que como siempre quedaba intacta.

Apoyado aun en el lavado giro el rostro a verla entre completa sorpresa.

Con las mejillas teñidas de un fuerte carmesí paso a decir—  l—lo siento. No sabía que estaba ocupado— se intentó defender para seguido salir a toda prisa del baño, cerrando la puerta a su tras dejándolo perplejo en su lugar.

Aquellas habían sido las primeras palabras que le dirigió después de casi un año sin verla y no sabía cómo sentirse.

Por su parte la ojigris se recargaba en la puerta con la respiración agitada.

— ¿Qué paso? —se atrevió a preguntar el pecoso al verla en ese estado.

De inmediato se mostró molesta— ¡Idiota! ¿Por qué no me dijiste que estaba ocupado? —

— ¡Tu fuiste la que se metió! —

— ¡Pudiste intentar detenerme! —

— ¡Lo hice! —

Su pequeña discusión fue interrumpida por el empujar de la puerta, tirando hacia un costado a la chica y saliendo su padrino quien simplemente les hecho una ojeada para seguido darse la vuelta.

—El baño ya está libre— llego a decir poco antes de encerrarse en el cuarto que se le otorgo, ese que compartía con Skarsgård.

A pesar de que al inicio no le simpatizo mucho que digamos puesto que parecía haber sido su remplazo al apartarse de su niña, el metamorfomago siempre se mostró respetuoso, ignorando sus malos comentarios y hasta tratándolo como si fuese un honor el conocerle. Bill Skarsgård a su ver era un chiquillo muy extraño, que sabía muchas cosas y otras se las reservaba.

Aun así le termino por agradar tras su charla nocturna, al ayudarlo a curarse esa terrible herida que se guardaba desde la batalla y escondía de los demas.

— ¿Van a entrar? —apareció ahora Charlie, el hermano mayor de Ron quien acaba de llegar desde Rumania.

Tanto la azabache como el pelirrojo se miraron, este último dándole pase para que ella entrara. Encerrándose y abriendo la llave del agua.

Después de esto tendría que ir a ayudar a Fleur con su maquillaje, vestido y peinado como ya lo habían practicado las semanas que se quedó en su departamento en Manchester.