Capítulo 12

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La observé un poco más antes de intentar acercarme, ¿De dónde había sacado a aquella amiga? Sonreí por lo bajo observando su alegría, ¿Y las dos madres donde habían quedado?

—Es grato ver que la gente disfruta de una buena película, ¿Cierto?— preguntó Anne desviando mi atención de Marcie para que la volteara a ver encontrándola con una sonrisa, al final me había sorprendido observando a la chica que estaba metros adelante de nosotros, le asentí vagamente con la cabeza devolviéndole la sonrisa.
—¡Es Marcie!— chilló Matt detrás de nosotros cuando se percató de ella, entonces corrió hasta alcanzarla, haciéndome regresar la vista al frente, observando cómo mi amigo hablaba unos segundos con ambas chicas y señalaba hacía nuestra dirección, Marcie le sonrió y señalo a la chica que estaba a su lado, probablemente presentándola y poco después los tres voltearon hacía nosotros, acercándose con un paso lento, sin ningún apuro. Fue entonces cuando sentí la mano de Anne sujetar mi mano de regreso, mirándome de manera alegre y obligándome a hacer lo mismo. 

 —Él es Félix y él Thomas— nos presentó a la chica, Marcie miró por unos instantes algo desconcertada a Anne, pero poco después le mostró una sonrisa amable. —Uhm, ¿Supongo que eres Anne, no?— preguntó dudosa mientras se la presentaba a su nueva amiga, Anne asintió y Marcie le dio una sonrisa de oreja a oreja —Bien, ella es Judith— la presentó con una amplia sonrisa, haciendo que la chica de a lado hiciera lo mismo. Los chicos no tardaron en saludarla de la misma forma alegre, más Matt, que iba muy en serio con conseguir un amor de verano.
—Creí que estabas en un día de chicas— solté algo confundido. Marcie río por lo bajo al igual que Judith.
—Félix, Judith es una chica— respondió ella, me apresure a asentir, pidiéndole una disculpa a la chica. 
—Entiendes a lo que me refiero, boba— no tarde en quejarme mientras comenzábamos a andar por el pasillo antes de estorbar más.
—Espero volver a hablar contigo, Marcie— se despidió la rubia con una sonrisa tímida al llegar a la salida del establecimiento, Marcie le asintió con la cabeza despidiéndose con una sonrisa de oreja a oreja y moviendo su mano de un lado a otro después de acompañarla un poco más a la acera. 
—Nos ponemos de acuerdo para si salimos mañana, ¿va?— soltó Matt antes de comenzar a caminar para irse. Thomas le asintió con la cabeza al igual que yo. 
—Con cuidado— les dije a ambos mientras los observaba salir del cine y despedirse de Marcie, quien volvió a menear la mano de un lado para el otro cuando los chicos cruzaron la calle y la voltearon a ver para despedirse una ultima vez.
La mano de Anne apretó levemente mi mano, recordardome que la tenía a mi lado.
—Creo que yo también ya tengo que irme— murmuró, le asentí con la cabeza mientras soltaba su mano.
—Marcie— la llame haciendo que volteara hacia mi. ¿Por qué me sentía frustrado?

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Miré al suelo mientras me acercaba a ambos.
—¿Ya nos vamos?— pregunté curiosa al llegar frente al rubio, Félix asintió poco después, sonriéndome por lo bajo.
—Félix— la voz de Anne lo llamó, la observé por unos instantes, la chica tiraba de la manga de la camisa de Félix con algo de insistencia, pero parecía querer disimular aquello.
—¿Me acompañas a mi casa?— Uy, creo haber entendido aquello, estoy haciendo mal tercio en este momento.
Félix la miró por unos segundos y después a mi.
—Eh...- lo interrumpí.
—¡Tengo que ir al baño! Y ahora que recuerdo, mi madre me encargo que pasará por algunas compras antes de regresar así que, los dejo para que a Anne no se le haga tarde ¡adiós!—  no me sorprendería haber salido corriendo de allí sin ser discreta pero por lo menos los había dejado solos, ¿No es así? Mejor eso que estar en una situación incomoda entre aquellos dos, tampoco es como que quiera que la chica me tome por inoportuna, así que, ¿qué más da andar un rato más en el centro comercial?

Al llegar a los baños me he mirado en el espejo con una sonrisilla traviesa para después mojarme el rostro en dos ocasiones. Que boba, hoy había sido un día excelente, ¿Por qué me sentía mal ahora?
 —Bien, pues vámonos— le murmuré a mi reflejo mientras me secaba el rostro y me dirigía a la puerta. Salí de los baños sintiendo el rostro fresco, lo cual era algo sumamente esplendido, el centro comercial comenzaba a vaciarse poco a poco así que trate de ir lo más rápido posible hacía la salida. ¿Desde cuando se conocerán aquellos dos? Los chicos había dicho que ella también iba a la misma escuela, ¿no?
Me he negado con la cabeza, lo mejor era dejar de pensar en ello, qué más da.
—Ya era hora— escuche decir haciendo que levantara la mirada del suelo —¿Dónde estabas? Boba.
—¿Qué diablos haces aquí? Te di la oportunidad perfecta para un momento romántico con aquella chica— me queje mientras observaba la sonrisa ladina del rubio, solté un suspiro tocándome el puente de la nariz con el dedo índice y el pulgar, ¿Cómo es posible que haya desaprovechado una oportunidad así? —¡ah! ¿En serio la desperdicias, Lix? Espero que termines besándola en la piscina este fin de semana— solté hasta hacer que ambos quedáramos en silencio por aquello ultimo, hasta hacerme cuestionar si había estado mal haberlo dicho, pero entonces Felix dejo escapar una risita por lo bajo, mirando el suelo por unos insípidos instantes. 
—Vamos a casa—  musitó señalándome la salida con el mentón.
Le asentí con la cabeza mientras me apresuraba a a llegar hasta su lado, para comenzar a caminar de regreso a casa.
—Es linda— murmure en mitad del trayecto, haciendo que el rubio me volteara a ver por el rabillo del hombro. 
—¿Tú crees?— soltó sin mucho interés y llevando de regreso la vista al frente.
—Si, parece una persona muy amable— le asegure. 

[...]

—¡Me han hecho comprar un montón de ropa!— le conté entre risas mientras tiraba toda la ropa de las bolsas a mi cama, Félix observó toda la ropa con admiración mientras tomaba una que otra prenda para verla mejor.
—Las mujeres son las mejores para derrochar dinero— murmuró asombrado, haciéndome reír por su expresión asustada. 
—Si, puede que si— le respondí —Pero es ropa muy bonita— confesé mientras le ponía uno de los tantos gorros en la cabeza al rubio.
—Prométeme que en un futuro nunca compraras ropa costosa con nuestras tarjetas— soltó y yo reí nuevamente mientras cambiaba de gorro y le asentía con la cabeza.
—te queda bien— le dije.
—¿En serio?— preguntó observándome con una sonrisa y llevando sus manos a sus mejillas, le negué con la cabeza
—No, en realidad no— le respondí riendo mientras se sacaba el gorro con algo de brusquedad y lo arrojaba a la cama, regresando al instante la atención al rubio para pasar los pulgares por encima de sus pecas por unos instantes.
—Oh, Marcie, cuánta crueldad— se quejó haciéndose el ofendido, le asentí con la cabeza mientras le sacaba la lengua a la hora de alejarme para guardar la ropa en el clóset que había en mi habitación.
—¿Qué hora es?—le pregunté algo distraída

Félix sacó su teléfono y miró la hora de manera rápida.
—11:46— respondió mientras soltaba un suspiro perezoso.
—Uhm—murmure mientras le asentía con la cabeza.
—Seguramente mi madre ya no tarda en venir y echarme de tu habitación— se quejó mientras se dejaba caer en el pequeño sofá que había en la habitación, ambos guardamos silencio por un momento, el rubio desde el sofá y yo siguiendo mi labor de guardar el montón de ropa. —Da igual— murmuró mientras se ponía de pie con brusquedad —Nos hubieras avisado que irías al cine y así te unías con nosotros— reí volteándolo a ver.
—Prácticamente vimos la película juntos; en el mismo cine y en la misma sala— le respondí encogiéndome de hombros.
—Si, bueno, prácticamente, pero no fue así.

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Where stories live. Discover now