Capítulo 18

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—¡Mamá no puedes!— se quejó Thomas mientras su madre soltaba por décima vez un suspiro de desesperación al ver a su hijo de diecisiete años comportándose de tal forma.
—Puedo porque soy tu madre y aún no eres mayor de edad así que, Thomas, sube de una buena vez a ese autobús—le respondió la mujer. Felix, Matt y yo observábamos todo aquel espectáculo desde la ventana de nuestros asientos, en el autobús. El pelinegro miró suplicante a su madre una ultima vez, pero al final dio por perdido aquello y comenzó a subir los pequeños escalones del bus, tomando el asiento libre que había junto a mi. 
—No puede ser...— murmuró lamentándose mientras se cubría el rostro con ambas manos, sin poder creer que su madre lo había "convencido" de subir al autobús. 
—No te preocupes Thomas— le dije de manera alentadora, dandole unas cuantas palmaditas en la espalda. —Felix y Matt vienen con nosotros, todo estará bien— le asegure. La cabeza de Matt se asomo por lo alto, recargando el mentón en la parte superior de mi asiento.
—Lo que le molesta es ir a un lugar sin señal, Marcie— Habló el castaño. —En pocas palabras, donde no hay wifi, celulares, televisiones, etc— está vez habló Felix, tomando la misma postura que Matt.
—¿No hay señal?— pregunté lentamente, sin apartar la mirada sobre ambos chicos,los cuales se encargaron de negarmelo  con la cabeza.  —Bien Thomas... ahora creo comprenderte—murmure dándole una ultima miradita a la casa de los Lee mientras el autobús comenzaba a andar hacia nuestro destino. 

•Narra Félix•

Llevábamos alrededor de una hora y media en autobús, por lo que sabía, el lugar estaba algo apartado, aunque el viaje por la carretera estaba siendo bastante agradable, a decir verdad. Me incline en mi lugar para poder mirar a Marcie, la castaña estaba dormida, con la cabeza recargada en el hombro de Thomas quien, al igual que ella, también se encontraba durmiendo. 
Rodé los ojos, dejando caer mi espalda de regreso al asiento mientras vagaba la vista por la ventana, buscando, buscando...¡Eso!
—¡Hey! ¡Hey Marcie!— me apresure a decir, pateando en tres ocasiones el asiento de mi amiga y observando como esta se enderezaba al instante, totalmente sobresaltada y mirando a todos lados por unos segundos hasta que finalmente me volteó a ver a mi.
—¿Qué pasa?— preguntó algo desconcertada, volví a mirar hacía la ventana con rapidez, dejando escapar una mueca.
—¡Ah! Nada, ya pasamos lo que te quería mostrar— murmuré mientras reía con nerviosismo y me rascaba la nuca, Marcie me miró con los ojos entrecerrados y una mirada molesta.
—Gato tonto— musitó mientras soltaba un bostezo y retomaba su postura, está vez con la cabeza recargada en el cristal de la ventana. 
—¿Qué fue todo eso?— habló Matt, ¡Rayos, Matt!
—¿Qué fue qué?— pregunte yo, volteándolo a ver, encontrándome al instante aquella mirada de que no se tragaba lo que había pasado tan fácilmente. —¡Agh! Y-Ya no me molestes, Matt— me termine quejando cuando la silenciosa pero insistente mirada de mi amigo no se apartaba de mi.

[...]

—Eh Félix, tengo hambre, ¿Cuánto falta para llegar?— habló Marcie mientras volteaba hacia atrás para poder verme, guarde silencio por un momento, mirando hacía la ventana.
—¿De dos a tres horas, quizá?— respondí no tan seguro de aquello, Marcie dejó escapar un suspiro pesado, dejándose caer devuelta en su asiento, apartándose de mi vista. Matt asomó la cabeza por el pasillo del autobús cuando Thomas se puso de pie para bajar una de sus mochilas y comenzar a buscar algo en ella.
—¿Qué hace?— pregunté con curiosidad, pero Matt solo se encogió de hombros sin apartar la vista de él, poco después Thomas volvió a sentarse en su lugar y Matt se levantó para ver lo que el pelinegro había sacado de la mochila.
—Esos dos andan muy juntos hoy— murmuró con el ceño fruncido y fingiendo molestia, aunque ambos sabíamos que era falsa, creo...
¿Qué era lo que había bajado Thomas?
Al final tuve que ponerme de pie, echando una miradita hacia los asientos de enfrente, encontrándome a aquellos dos comiendo una mitad de un emparedado. 
—¡Esa era mi comida!— escuchamos en los últimos asientos del autobús, Matt volteó hacia atrás sin aguantar la curiosidad junto con Marcie, asomando su cabeza por arriba de su asiento, pasándose el ultimo trozo de pan.
—¡Claro que no idiota, esta es la mía!— se defendió el otro. 
¡Uff! por un momento creí que iba dirigido hacia nosotros. Agradecido con el de arriba. 

—¿Qué pasa?— pregunte, al darme cuenta que la castaña me miraba con atención.
—¿Crees que haya una pelea?— murmuró una vez que la miré a los ojos, observé unos instantes hacia el par de chicos de atrás para luego volver a voltear hacia ella y negarle con la cabeza.
—No lo creo— conteste, me miró por un poco más, presionando sus labios en una fina linea, seguramente estaba algo inquieta con aquella situación.
—Matt cambiemos de lugar un rato— soltó repentinamente, mirando a Matt con una cara suplicante de cachorro, el castaño, por lo contrario, frunció el ceño y le negó con la cabeza al  instante.
—No quiero— respondió, provocando que esta vez fuera Marcie quien tuviera el ceño fruncido.
—Pareces un niño pequeño, sé maduro y cámbiame el asiento como un chico de diecisiete años— se quejó la castaña, Matt rodó los ojos con irritación mientras se paraba a regañadientes y le intercambiaba el lugar a Marcie, está se apresuró a salir del asiento que ahora le pertenecía a Matt hasta llegar a mi lado. —Hey— saludó una vez que se sentó, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja. 
—Hola, tú— respondí, sonriendole de la misma forma.
Al final la discusión de los chicos de antes se había detenido, o uno le dio un golpe al otro, dejándolo inconsciente o arreglaron sus diferencias de forma decente, ¡A saber! 

—Felix— escuché a la voz de Marcie llamarme, la miré a la cara esperando que repitiera lo que probablemente me había dicho y a lo cual no le había prestado atención, pero solo me dejó ver una sonrisa vagamente tierna. —cuando lleguemos me despiertas— dijo en un bostezo mientras se acomodaba en el asiento para dormir. 

[...]

Desperté cuando el brazo de Thomas agitó mi hombro por segunda ocasión, el lugar donde se suponía que Marcie debería estar estaba vacío, provocando que me reincorporara en mi lugar con algo de brusquedad.
—¿Y- Thomas terminó por interrumpirme.
—Matt y Marcie ya se bajaron del camión— me informó, me puse de pie siguiendo a Thomas hasta bajar del camión, Marcie corrió hasta mi señalando a un sujeto con un pisapapeles y con una cara que dejaba en claro que tenía pocos amigos.
—Él se está encargando de dar las habitaciones— explicó, Matt llego un poco después. Una vez reunidos los cuatro caminamos hasta donde se encontraba el sujeto que Marcie había señalado anteriormente, nos examinó por unos segundos y después de un rato chasqueó la lengua y habló.
—Tú vas por allá— señaló a Marcie con el dedo para después señalar con el mismo una dirección distinta.
—¿Eh?— preguntó confundida.
—Las chicas no pueden estar en la misma cabaña que los chicos— se explicó el sujeto.
—¡P-Pero si los del bus de alado si pueden!— se quejó la castaña, asiendo que el chico la volteara a ver de mala manera.
—¿Y tú con quién vienes? ¿Con ellos o con nosotros?— le contestó, Marcie le miró unos segundos, sosteniendo la mirada del encargado hasta que su ceño se relajó, dejando escapar un suspiro resignado.
—Bien... creo que iré con las chicas— murmuró con una sonrisilla forzada mientras me volteaba a ver.
—Tranquila, nos veremos más tarde— le asegure. 

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang