Capítulo 14

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Dormía plácidamente en la comodidad de "mi" cama sin ninguna preocupación, aunque yo misma sabía que aquello no podía durar por mucho más. 
—¡Marcie!— escuche gritar al rubio desde la cocina por cuarta ocasión pero, como las otras veces, solo me acomode entre las cobijas frescas de mi cama sin tomarle importancia. —¡Marcie!— Ahí estaba nuevamente, ¡Joder! solté un bufido mientras me sentaba de golpe en la cama, lanzando las sábanas a ambos lados y con pasos firmes he salido de la habitación para ir rumbo a las escaleras e ir a la cocina de una buena vez. 
Al llegar al lugar lo primero con lo que me he encontrado es a un Felix con un delantal frente a la estufa. Le he mirado con una ceja enarcada. 

—¿Qué cocinas? ¿Y nuestras mamás?— pregunté curiosa mientras me acercaba a ver lo que el gato estaba cocinando, porque para ser sincera, temía por mi vida. 
—El desayuno, boba— respondió a la primera pregunta, haciendo que le mirara de manera incrédula. 
—Bobo— musite. 
—Y ellas salieron hace un rato— añadió, chasquee la lengua mientras lo volvía a mirar. 
—¿Te das cuenta? Nos excluyen de sus planes— hablé mientras tría los platos para el desayuno. 
—¿Acaso nosotros las invitamos a la piscina o a andar en bicicleta?— me dice con una sonrisilla. 
—Touche. 

—¿Por qué el cambio a rubio?— pregunte después de un rato de habernos sentado a desayunar, mientras jugueteaba con el tenedor. 
—¿No te gusta?— preguntó curioso, haciendo que lo volteara a ver y después a su cabello. 
—Nah— solté —Te va muy bien, es solo que no me lo esperaba— respondí  regresando la vista a mi desayuno y de esa forma, rompiendo el poco contacto visual que quedaba. 
—Tú llevas el cabello más largo, siempre te gustó traerlo corto, ¿No?— comentó, le he asentido con la cabeza. Lo escuche tomar aire para volver a hablar y atenta, espere. —¿Te- Ambos volteamos hacía el pasillo de la entrada cuando el timbre de la puerta lo termino interrumpiendo. 
—Yo voy— me apresure a decir mientras me ponía de pie y caminaba hacía la puerta principal. 
—¡Alto!— gritó en un murmullo el rubio a la hora de tomarme de la mano para dejar de caminar, lo mire extrañada ante su comportamiento, con ambas cejas alzadas. 
—Quizá sea Anne— solté en el mismo tono bajo que el que había utilizado él 
—O Matt,  o Thomas, da igual quien sea— contestó  mientras comenzaba a tirar de mis manos para subir las escaleras en silencio, lo mire completamente confundida. 
—¿Por qué? ¿Qué pasa?— le pregunte algo exasperada mientras terminábamos de subir las escaleras. 
—Es nuestro verano, no el suyo— respondió al llegar a su cuarto mientras se asomaba discretamente por la ventana, intentando ver a la persona que tocaba la puerta. Le he mirado con la boca abierta, para después soltar la risa, provocando que el chico volteara hacía mi y me mandara a callar. 
—No pensé que fueras tan egoísta, Lee— le dije tratando de guardar la risa.
—shhh— me mandó a callar por segunda ocasión, fruncí el ceño por unos segundos.
—¿Y qué haremos? ¿Quedarnos aquí todo el día?— le pregunté, Felix me lo negó con la cabeza echando otra miradita por la ventana.
—Vamos a salir por el patio trasero cuando se hayan ido— me aseguró, agachándose con rapidez y obligándome a hacer lo mismo. Bien, esto iba para largo así que mejor me ponía cómoda. 

[...]

Félix se había quedado tanto tiempo al pendiente de la puerta que termine quedándome dormida en el suelo, si no fuera porque era verano ya hubiera muerto del frío, seguramente.

Me hice un ovillo soltando un bostezo mientras intentaba moverme en mi lugar.
—Uhm— escuche la voz de Félix quejándose, no dije nada, ni desperté hasta que note la respiración que supuse era del rubio,  chocar contra mi cabeza. —Shhh, shhh— murmuró él mientras uno de sus brazos me abrazaba y con el otro acariciaba mi mejilla, poco después sentí la barbilla de Félix recargada en mi cabeza aún con su mano en mi mejilla, me acurruque entre sus brazos un poco más hasta que... Alto, ¡Alto!, ¡Aaaaaalto!, ¡¿Fe-Felix y yo estábamos dormidos, abrazándonos?! 
 —¡¡¡Lix!!!— grite con fuerza mientras me apartaba de él ,empujándolo hasta hacerlo golpear el suelo.
—¿¡¡¡Qué sucede!!!? ¿¡¡¡Quién ataca!!!?- gritó completamente alertado mientras se ponía de pie sujetando una pantufla como arma, lo miré con el ceño fruncido mientras me ponía de pie a su costado.
—¿¡Por qué!?— le pregunté avergonzada mientras golpeaba su brazo.
 —¡Auch! ¿Por qué, qué?— preguntó mientras se cubría de mis golpes, bufé molesta mientras detenía mi lluvia de golpes. 
—En unos meses eres legal, vuélveme hacer sentir avergonzada y te demandare— lo amenace comenzando a salir de la habitación del rubio. ¡Dios!

¿Exactamente qué hora era?
-Me apresure a bajar las escaleras de dos en dos hasta llegar a la sala, todavía era temprano, por lo menos aún podía salir, pero al final solo prendí la TV con algo de impaciencia, con la mente revuelta y sin entender muy bien qué había sucedido.
—¿Qué vamos a ver?— de pronto preguntó Felix, quien apenas llegaba a la sala y se sentaba de un brinco en el sofá, me encogí de brazos ante su pregunta porque realmente ni siquiera sabía que iba a ver. —¿No quieres ir al- el sonido de su teléfono lo interrumpió robando su atención de mi, lo saco de su bolsillo oprimiendo el botón del costado haciendo que la pantalla se encendiera al instante, su rostro se volvió un poco más serio mientras se ponía de pie. —Vuelvo en un rato— murmuró más pensativo mientras volvía a guardar su teléfono. 
—¿Pasó algo?— pregunte algo inquieta al ver la actitud que había tomado en cuestión de segundos. 
—Después de todo la ida a la piscina tendrá que esperar— fue lo único que respondió para después caminar en dirección a la puerta e irse. 

Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora