stark

I─ Potts or Stark?

Observé el gran edificio que se extendía muchos pisos más arriba del alcance humano mientras estaba parada en la calle como una estúpida.

Miraba con impresión el lugar y luego volví a debatir si lo que sucedía realmente estaba ocurriendo y no era un sueño.

Todavía puedes correr, Jema.

Mi madre, a la que todos solían llamar Pepper, se había casado con el arrogante y egocéntrico Tony Stark. Después de una buena discusión entre ambas finalmente ella ganó obligandome a vivir en la "Torre Vengadores", cómo todos la conocían.

—¡Señorita Stark! —escucho la voz de un hombre rellenito que caminaba en mi dirección —. Señorita Stark.

—Potts —corregí, gruñendo. Él frunció el ceño pero no dijo nada más sobre el asunto de mi apellido.

—Soy Happy —informa —. Su madre la está esperando.

Sin más, el Happy no tan happy me guió por el edificio, adentrandonos a un ascensor donde comenzó a subir hasta los últimos niveles.

—JARVIS, ¿el señor y la señora Stark están en la sala?

—Están esperandolos.

Al instante pegué un grito al escuchar una tercera voz proviniente de no-sé-dónde.

—¿Qué mierda fué eso? —pregunté aterrada.

—Es JARVIS, la inteligencia artificial que creó el Señor Stark, él sabe todo.

Asentí aún dudosa.

—¿JARVIS?

—¿Sí, señorita Stark?

—Potts —volví a corregir—. ¿Qué desayuné ayer?

—Me temo que no puedo responder su pregunta.

Sonreí satisfecha.

—Entonces no lo sabes todo.

Después de esas palabras, las puertas de el ascensor se abrieron. Logré ver a mi madre sentada en un sillón que se veía super cómodo, mientras que junto a ella estaba el famoso Tony Stark.

—¡Jema, llegaste! —exclamó mi madre, antes de levantarse de el sillón y encaminarse a mi abrazandome, correspondí sonriendo ampliamente.

—Te extrañé —le dije, ella rió.

—Nos vimos ayer —me dice, yo sonrío mientras rompía el abrazo.

—Ayer solo discutimos.

Veo como el millonario se para junto a mi madre y cruza los brazos sonriendo.

—Tú debes ser Je...

—No eres mi padre —digo fríamente antes de pasar entre ambos y encaminarme a la nevera, muerta de hambre.

—¿Esa es la niña tierna de la que me hablaste? —pregunta en murmullo Stark de forma sarcástica aunque lo logré escuchar con claridad.

—Por cierto —comienzo —. Dile a tu IA JARVIS que pare de llamarme señorita Stark, soy señorita Potts, no Stark.

—Técnicamente, Stark —dice él
Ruedo los ojos y volteo a él.

—Técnicamente no, ya que no eres mi padre ni mi tutor legal, además que solo estás unido a mi madre por un papel que en cualquier momento podría ser roto por la corte, eso se le llama divorcio —aclaro sonriendo, mientras tomaba una pizza que había en el mesón.

—¡Esa era mi pizza! —se queja él.

—Exacto, era.

—¡Jema! —me regaña mi mamá.

—Es que no comprendo, de todos los hombres tenías que casarte con el playboy cuarentón —me quejo yo, ganandome una mirada de parte de ambos.

—¿A quién crees que llamas así, niña?

—A alguien que no es mi padre.

—Eres un caso perdido, Jema...

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