XVI─ No tears to left cry

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Mi mano tiembla mientras observo la gran variedad de cristales que hay sobre la mesa. Me da tanto miedo el cristal, tanto como un niño le teme al Coco.

Es inevitable temerle, en especial un día cómo hoy. Debería estar emocionada, pero no e logrado pegar un ojo en toda la noche. Tony me hizo prometer que no saldría de la habitación hasta que él viniera por mi, para ir a abrir los regalos todos juntos.

Me dolía pasar la navidad sin mi madre, pero no tanto como dolió pasarla en el hospital en coma. Cerré los ojos intentando apartar ese recuerdo.

Son las siete de la mañana, solo faltan unos poco minutos para que mi móvil suene. Cuando lo hace, lo llevo a mi oído.

Feliz navidad, Jema.

— Feliz navidad, papá — Murmuro en un hilo de voz, conteniendo mis lágrimas.

Escucho un sollozo de su parte. Él ya no es tan fuerte cómo lo solía ser, él ya no es tan fuerte como yo estoy obligada a ser.

— ¿Debo repetir lo mismo todos los años? — Dice con voz rota — ¿Tengo que volver a decir lo siento? Porque lo siento mucho, me duele el pecho de solo pensar en lo que hice esa noche.

— Fué mucho antes de esa noche, este día solo fué el que te condenó y el que me dejó inconsiente por tres meses — Espeto.

Es por eso que te pido perdón, no me queda mucho tiempo. Sé que no meresco que me perdones, tampoco meresco que seas tan buena conmigo. Lo lamento tanto. Solo espero que algún día me perdones.

— Ya es muy tarde para eso.

Sin más, colgué. Sentí un nudo en mi garganta al igual que un dolor indescriptible en los ojos y la nariz. Me obligué a tragar para liberar el nudo y apartar las lágrimas que no me había percatado que había liberado.

La puerta se abre y Peter se asoma por ella.

— El señor Stark me envió a buscarte pero dijo que no entrara a tu habitación.

Asiento levantandome.

— ¿Te encuentras bien? — Preguntó frunciendo el ceño, volví a asentir — ¿Segura?

Le sonreí.

— Si, Pet, estoy bien.

— Pues vamos, no puedo esperar para ver los regalos.

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