XXV─ Bye

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Los pasillos estaban obscuros, eso no afectó el rumbo en el que caminaba. Ya había caminado por las noches en dirección a la cocina para calmar su estómago voráz.

Hacía mucho frío en Nueva York, le gustaba el frío. Le gustaba utilizar lindos abrigos o jugar con la temperatura de el cuarto de Tony por la noche.

Eso lo enojaba, a ella le daba risa. Muchas cosas habían cambiado desde el primer día que ambos se conocieron.

Ya no se enojaba con él, ya no habían silencios incómodos y odio por parte de ella. Ahora era un ambiente relajante donde entre ambos podían charlar y bromear, eso ultimo nunca faltaba. Siempre se asociaban para hacer pequeñas bromas el resto de los Vengadores.

Gracias a Tony comenzaba a saber como era un padre.

Suspiró llegando a la cocina pero se detuvo en seco ante la fuerte brisa. Abrazó sus brazos y entrecerró sus ojos en la obscuridad para ver como el balcón estaba abierto.

Le dió curiosidad, jamás había salido ya que por ahí solo entraba y salía Tony. Se acercó unos pasos pero no demasiado.

Una mano se envolvió en su boca y otra en su cintura. Gritó con fuerza de el susto, pero la mano envuelta en un guante negro le cubrió lo suficiente como para callar su grito.

Comenzó a moverse con extrema fuerza luchando por liberarse de aquel agarre en su cuerpo. Otras dos personas la sostuvieron para poder llevarla en dirección a el balcón abierto.

Un helicóptero se detuvo en el largo balcón a espera, para poder llevarlos.

Peter estaba sonrojado por todas las bromas que le hacían sus compañeros. Le molestaban con que le gustaba Jema.

Sintió un escalofrío por todo su cuerpo y su vello se erizó, su sentido arácnido. Frunció el ceño observando su piel sin comprender aquella reacción.

La peliroja continuó moviendose con fuerza con tal de soltarse. Sus atrapantes estaban molestos y agitados ya que les costaba demasiado atraparla para que no se escapara y no alertara a los demás.

Cuando estaban apunto de llegar a la ventana, logró mover su boca un poco hacia arriba, lo suficiente como para poder porder con todas sus fuerzas la mano.

La persona exclamó soltandola, por lo que cayó a el suelo ya que nadie sostenía su parte superior.

— ¡Tony! — Gritó con tanta fuerza hasta que su garganta se raspó y volvieron a cubrir su boca.

Pero en la sala todos la habían escuchado. Apenas escuchar aauel grito de horror, Tony apenas lo analizó como lo hicieron los demás. Se levantó con tanta velocidad que sorprendió a los demás.

— ¡Jema! — La llamó corriendo por los pasillos tan veloz como sus piernas le permitieron, los demás no tardaron en seguirle — ¡JARVIS, JARVIS!

Cuando llegaron a el gran salón se auedaron estáticos al observar aquello. En el balcón, tres hombres encapuchados y vestidos de negro sostenían a Jema que no paraba dd intentar soltarse.

— ¡Jema! — Gritó él.

Corrió a una gran velocidad cruzando las puertas de cristal. JARVIS no respondía por lo que ordenar un traje no era opción en ese momento.

Ya la chica estaba dentro de el helicóptero, este apenas esperó un segundo antes de despegar.

— Wanda — Nat la sostuvo con fuerza exigiendole con los ojos que hiciera algo.

— Solo tenemos dos opciones, detener o derribar, y en ambas todos mueren — Exclamó alterada.

— ¡Señor Stark! — Gritó Peter tras él.

Steve logró sostener a Tony antes de el borde. Observaron a el helicóptero alejarse en los cielos.

Anthony, aún incrédulo de lo que acababa de pasar, se lanzó a el suelo de rodillas para tirar de su cabello sintiendo sus ojos humedecerse.

El resto llegaron hasta ellos en el extremo de el balcón, todos enmudecidos. La primera en reaccionar fué Wanda, cubriendo su boca y dejando escapar lágrimas en silencio.

Se la habían llevado.

starkWhere stories live. Discover now